"Este ruso es muy suyo"

A Pedro Horrillo m¨¢s vale no decirle cosas muy graciosas, pues la risa es peligrosa. La carcajada que empieza a asomar bajo la opresora m¨¢scara de ox¨ªgeno se convierte enseguida en una m¨¢scara de dolor. Le duelen las costillas, por tantos sitios rotas, le duelen los pulmones. Le duelen de tanto re¨ªrse cuando se le cuenta que Menchov, su l¨ªder, su amigo, por puro esp¨ªritu ruso se neg¨® a poner un desarrollo ligero el d¨ªa del repecho de Pinerolo en el que Di Luca les dej¨® clavados a Sastre y a ¨¦l mismo. "Dijo Menchov que para 500 metros no iba a cambiar el desarrollo", se le cuenta. Y Horrillo, aguantando la risa, aguantando el dolor, responde: "Es que este ruso es muy suyo".

Es muy suyo Menchov pero, aprendida la lecci¨®n, ayer aliger¨® la marcha en la subida al santuario de la Madonna di San Luca, en Bolonia, dos kil¨®metros de muro con desnivel m¨¢ximo del 15%. Di Luca hab¨ªa anunciado que atacar¨ªa pero no pudo soltar ni a Sastre ni al l¨ªder ruso. Gan¨® la etapa, adem¨¢s, uno de Sastre, el australiano Simon Gerrans. Se r¨ªe Horrillo entonces, y se aguanta el dolor, y tambi¨¦n cuando le cuentan que el colombiano Ardila, su compa?ero de habitaci¨®n, se queja de que ahora tiene que dormir con Ten Dam... "Y no es lo mismo, en absoluto es lo mismo".

Horrillo, absolutamente despierto, l¨²cido y parlanch¨ªn pese a la m¨¢scara de ox¨ªgeno, sigue el Giro de o¨ªdas y de manera entrecortada desde la UVI del hospital de B¨¦rgamo en la que ayer cumpli¨® una semana. Se lo cuentan Lorena, su mujer, y ?ngel, su suegro. Se lo contaron, ayer, su masajista, Joseba El Potro -"a¨²n andan buscando el parapente", fue su saludo por el vuelo de 80 metros de Horrillo el s¨¢bado pasado hasta el fondo de un barranco-, y el m¨¦dico de su equipo, el belga Geert Leinders. "Seguro que Denis aguanta y gana", dice. "Est¨¢ muy concentrado y muy fuerte".

Tambi¨¦n habla Horrillo de una experiencia de la que empieza a ser consciente. "Lo he pasado muy mal, muy mal", dice. "Cuando despert¨¦ y vi d¨®nde estaba, vi los enfermos que ten¨ªa a los lados, me asust¨¦. Yo estaba corriendo el Giro y de repente abr¨ª los ojos en una UVI. No sab¨ªa lo que ten¨ªa, nadie me lo dec¨ªa..." Se lo hab¨ªan dicho al despertar de la sedaci¨®n, pero a¨²n no hab¨ªa podido procesarlo. Ayer se lo dijo Leinders, le record¨® lo de la fractura del f¨¦mur, lo de los pulmones, las v¨¦rtebras tocadas, y el h¨²mero, y tambi¨¦n le dijeron que el jueves o el viernes, lo trasladar¨¢n a la Cl¨ªnica Universitaria de Pamplona, donde le operar¨¢n del f¨¦mur y pasar¨¢ el verano. En el fondo de sus ojos, una sombra de duda. "Ahora s¨®lo pienso en ponerme bien, en andar, en correr, en jugar con mis hijos, con Abai, con Hori, en Abadi?o, lo de volver a la bicicleta no lo pienso, no es el momento", dice. Antes llegar¨¢ otro momento importante, el de estrechar la mano a los m¨¦dicos que le salvaron, Sergio Levi, que descendi¨® con una cuerda, y Stefano Alberti, desde un helic¨®ptero. Le cuenta Lorena el rescate y se le abren los ojos. Cuando atardec¨ªa en B¨¦rgamo una maglia rosa colgaba de una percha en la que normalmente cuelgan sueros y medicaci¨®n sobre la cabeza de Horrillo. Estaba firmada por el Rabobank con la dedicatoria "Te hechamos de menos", con la hache tachada (ay, las dudas de El Potro). La maglia que puede que lleve Menchov a Roma pero que Horrillo ha ganado para siempre.

14? etapa: 1. S. Gerrans (Aus. / Cerv¨¨lo), 4h 16m 48s. 13. D. Menchov (Rus. / Rabobank), a 1m 4s. 14. C. Sastre (Cerv¨¨lo), m. t. 44. L. Armstrong (EE UU / Astana), a 1m 58s. General: 1. D. Menchov, 58h 33m 53s. 2. D. di Luca (Ita. / LPR), a 34s. 5. C. Sastre, a 2m 52s. 14. L. Armstrong, a 7m 28s.