Rebaja de c¨¢rcel para 'El Jamonero'
El empresario de Trev¨¦lez estaf¨® al menos 11 millones a unas 200 personas
"S¨ª, se?or¨ªa" fueron las ¨²nicas palabras que pronunci¨® ayer Antonio Herrera, El Jamonero de Trev¨¦lez, en la Audiencia Provincial de Granada. Le valieron para reconocer que desde 1993 a 2003 estaf¨® al menos 11 millones de euros a casi dos centenares de personas en la Alpujarra granadina. Entonces constituy¨® una empresa con su mujer para secar y curar jamones. Conocido en la zona como Fernando, antes director de una sucursal bancaria, ofrec¨ªa a los vecinos un negocio "muy rentable": invertir dinero en jamones -con intereses desde el 7% al 25%- o hacer entregas de jamones en crudo que ¨¦l secar¨ªa a cambio de un beneficio econ¨®mico.
"Las personas que retiraron su dinero a tiempo ganaron mucho", reconoc¨ªa ayer el portavoz de la plataforma de afectados, Antonio L¨®pez. "No es mi caso, yo pagu¨¦ 42.000 euros por un cami¨®n de jamones crudos para que me los curara en un a?o. No los pude retirar, mi partida se la vendi¨® a otro". Y es que as¨ª funcionaba ese negocio fraudulento por el que ahora Antonio Herrera acepta 11 a?os y cinco meses de prisi¨®n; pagar una indemnizaci¨®n de m¨¢s de 11,7 millones de euros, aunque no tiene patrimonio; una multa de m¨¢s de 800.000 e ingresar en la Hacienda P¨²blica 728.000 euros.
"Lo conoc¨ªa de toda la vida, ?c¨®mo no iba a confiar en ¨¦l?", dice una vecina
Su ex mujer tambi¨¦n acept¨® el acuerdo. Ella es responsable solidaria de la indemnizaci¨®n y el pago a Hacienda. Se conforma con la petici¨®n fiscal de dos a?os de c¨¢rcel, que previsiblemente no cumplir¨¢ puesto que no tiene antecedentes penales, por tres delitos contra la Hacienda P¨²blica. Seg¨²n el acuerdo, que aceptaron las defensas, el abogado del Estado y las acusaciones particulares, ser¨¢ condenado por dos delitos de estafa; apropiaci¨®n indebida; alzamiento de bienes y cuatro contra Hacienda.
El acusado, que huy¨® a la Rep¨²blica Dominicana en 2004 cuando la quiebra hac¨ªa insostenible la situaci¨®n, permaneci¨® en paradero desconocido tres a?os hasta que en 2007 fue arrestado por la Interpol. Un sabor agridulce queda en los perjudicados porque saben que el fin del proceso judicial no supondr¨¢ necesariamente una recuperaci¨®n del dinero. "Me parece que no voy a recibir lo que era m¨ªo", explica ya jubilado el que fuera propietario de un restaurante. "Nos privamos de muchas cosas para ahorrar y lo perdimos", lamenta Mar¨ªa Gonz¨¢lez, que confi¨® a Herrera casi todos sus ahorros.
Ser director de una oficina de la comarca le permiti¨® conocer cu¨¢les eran los recursos econ¨®micos de cada vecino. "Hab¨ªa sido el director de la oficina en la que ten¨ªamos los ahorros, ?c¨®mo no iba a confiar en ¨¦l?", plantea Gonz¨¢lez, "adem¨¢s, lo conoc¨ªa de toda la vida". El portavoz de los afectados reconoce que "sab¨ªa ganarse a la gente". Les ense?aba el secadero, restaurantes de lujo donde los invitaba a comer u otros negocios de los que alardeaba, pero el dinero que la gente le entregaba no lo destinaba a los jamones.
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