Invertida, corta y a la derecha
Rafael Nadal ha perdido en Par¨ªs. Parece mentira. Tras cuatro t¨ªtulos de Roland Garros consecutivos, despu¨¦s de no ceder ni un solo set en su torneo fetiche desde 2007, el n¨²mero uno del mundo se despe?¨® ayer ante Robin Soderling en su superficie favorita, la tierra batida, en la primera semana del torneo y alargando el partido hasta los cuatro sets, m¨¢s de tres horas de juego. Justo lo que nadie pod¨ªa esperarse.
Y, claro, suenan todas las alarmas. ?Es el principio del fin para el campe¨®n, que ya cedi¨® en la final del Torneo de Madrid ante Roger Federer, su m¨¢ximo rival? En mi opini¨®n, nada m¨¢s lejos de la realidad.
En la Philippe Chatrier se junt¨® ayer todo. Y nada bueno para el espa?ol. Un Rafa Nadal nervioso que jug¨® a un nivel un poco m¨¢s bajo de lo que nos tiene acostumbrado, algo m¨¢s pesado de piernas y bastante menos efectivo con su juego. Un Soderling plet¨®rico al que le sal¨ªa todo de forma f¨¢cil. Un d¨ªa gris, plomizo, de esos que hacen que la bola del espa?ol no coja el efecto endemoniado que es habitual. Y un p¨²blico que jaleaba al que en principio ten¨ªa todas las de perder.
Pero fue Soderling quien gan¨® a Nadal. El m¨¦rito es todo suyo, incluso aunque al sueco, muy por debajo en el ranking mundial —es el n¨²mero 25 de la ATP y no hab¨ªa ganado a Nadal en sus tres enfrentamientos anteriores, el ¨²ltimo este mismo a?o—, le saliera ayer el partido de su vida. Perfecto.
Robin Soderling sali¨® muy motivado y eso es normal porque todos lo hacen ante el n¨²mero uno del mundo. ?Qui¨¦n no quiere ganar al mejor? Pero adem¨¢s el sueco tiene un juego molesto para el espa?ol. Ataca mucho, le pega a la bola muy plano.
Soderling se cubre el rev¨¦s con su derecha y la juega invertida, corta, directa a la derecha de Nadal. Con el espa?ol muy por detr¨¢s de la l¨ªnea de fondo, totalmente a la defensiva, esas bolas resultan complicadas porque te obligan a correr hacia delante y recortar en diagonal, lo cual ayer le cost¨® much¨ªsimos puntos a Nadal. ?sa es una de las cosas que m¨¢s me llamaron la atenci¨®n del partido.
Pero m¨¢s all¨¢ de la derrota en la pista lo que tiene que quedar claro es que lo raro no es que Nadal pierda un partido. As¨ª es el tenis, as¨ª es el deporte. No siempre se puede ganar. Lo realmente raro es a lo que nos ha acostumbrado el tenista mallorqu¨ªn en los ¨²ltimos a?os: a no perder casi ning¨²n partido, a mejorar cada a?o alg¨²n aspecto de su juego, a superarse siempre cuando peor pintan las cosas... Su principio de temporada ha sido de ensue?o y por eso la derrota ante Soderling duele m¨¢s porque muchos so?aban ya con el primer Grand Slam de un espa?ol.
Tampoco coincido con esos an¨¢lisis que dicen que Nadal sufre este a?o en tierra porque ha cambiado su juego para mejorar en pista r¨¢pida. Esos cambios s¨®lo le pueden hacer mejorar, sea en la superficie que sea. Pues bien, ayer baj¨® los brazos. Es humano. Ha perdido un partido y no pasa nada. No es para preocuparse porque es un gran tenista, un gran competidor y seguro que aprende alguna buena lecci¨®n.
Ahora tendr¨¢ m¨¢s tiempo para descansar, para recuperarse, y para pensar en la temporada de hierba. No nos alarmemos. Nos queda mucho tiempo para disfrutar a Nadal.
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