Intervenci¨®n calculada
Obama rompe el miedo a las nacionalizaciones temporales con el rescate de General Motors
General Motors (GM), uno de los tres iconos americanos de la prosperidad del capitalismo, junto con Citibank y Coca-Cola, ser¨¢ nacionalizada temporalmente a trav¨¦s de un minucioso proceso legal y financiero que incluye, en primer lugar, la declaraci¨®n de quiebra, la aportaci¨®n p¨²blica de 30.000 millones de d¨®lares al capital del grupo automovil¨ªstico y el control del 60% del capital de la empresa reducida que salga de la quiebra. Obama lo explic¨® ayer a la naci¨®n: no era posible permitir la desaparici¨®n de General Motors -ni de Chrysler- por las consecuencias devastadoras para el empleo y la imagen del pa¨ªs; GM se salvar¨¢ y el Estado actuar¨¢ en la compa?¨ªa como un "accionista renuente". Una vez que la compa?¨ªa se consolide, los poderes p¨²blicos abandonar¨¢n su Consejo de Administraci¨®n.
Los mensajes pueden ser discutibles, pero tienen la virtud de su claridad. Empujada por la profundidad de la crisis, la Administraci¨®n de Obama ha cambiado por completo los criterios de la etapa anterior. Frente a la desregulaci¨®n ideol¨®gica de Bush, Obama practica el intervencionismo sin complejos. La condici¨®n es que la empresa o grupo rescatado tengan relevancia estrat¨¦gica y econ¨®mica. Entiende el presidente que para conjurar la recesi¨®n es necesario aplicar recursos p¨²blicos y romper el miedo psicol¨®gico a una nacionalizaci¨®n parcial y temporal por razones de fuerza mayor. La gravedad de la recesi¨®n es tal que dos de los tres s¨ªmbolos del capitalismo citados est¨¢n sometidos a tratamiento intensivo con capital p¨²blico: Citigroup ha recibido una inyecci¨®n de 45.000 millones y su recuperaci¨®n se vigila atentamente desde el Departamento del Tesoro.
Frente a las opiniones ortodoxas que se rasgan las vestiduras por la violaci¨®n de los c¨®digos no intervencionistas hay que oponer la singular eficacia de las operaciones de salvaci¨®n y la pericia pol¨ªtica para resolver un problema tan complejo como separar GM y Opel y salvar luego a cada una por separado. En ¨¦pocas atribuladas, la resoluci¨®n para actuar es la mejor virtud. Ni a Obama ni a Angela Merkel les ha faltado. Queda por comprobar si los gestores de la nueva GM y de la recompuesta Opel son capaces de resolver el problema del exceso de producci¨®n automovil¨ªstica global. El mercado mundial necesita nuevos agentes para jugar con Jap¨®n. GM y Opel pueden ser dos de ellos; y Fiat-Chrysler, cuya fusi¨®n se aprob¨® ayer, otro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.