David Carradine, el protagonista de 'Kung Fu'
El actor estadounidense vio resucitada su carrera gracias a Quentin Tarantino y sus 'Kill Bill'
A la televisi¨®n en blanco y negro se le muri¨® ayer un mito. Sin embargo, en la memoria de toda una generaci¨®n, tanto en Espa?a como en el resto del mundo, el Peque?o Saltamontes, el seud¨®nimo que le puso su maestro, seguir¨¢ huyendo de la ira de la familia del emperador de China. El cad¨¢ver de David Carradine -el protagonista de la serie Kung Fu- lo encontr¨® ayer por la ma?ana una limpiadora en su habitaci¨®n de un hotel de Bangkok, donde estaba rodando una pel¨ªcula, Stretch. Seg¨²n un teniente coronel de la polic¨ªa local, "el cuerpo estaba colgado de una soga en el cuarto de ba?o". Sin embargo, su agente ha rechazado la tesis del suicidio hasta que no se hagan p¨²blicos los resultados de la autopsia.
Era hijo de John Carradine, uno de los int¨¦rpretes de 'La diligencia'
Rod¨® en sus 40 a?os de trabajo m¨¢s de 130 pel¨ªculas
David Carradine pertenec¨ªa a una de las familias m¨¢s conocidas de Hollywood. Su padre, John Carradine -el tah¨²r de La diligencia, uno de los protagonistas de Las uvas de la ira- trabaj¨® durante casi 60 a?os incansablemente. Su hijo David asumi¨® el mismo ritmo que su padre, y ha dejado a sus espaldas un legado de m¨¢s de 130 pel¨ªculas. Sus hermanos Keith y Robert y su sobrina Martha Plimpton han continuado con la filosof¨ªa de la promiscuidad cinematogr¨¢fica.
Nacido en Hollywood en 1936, el actor estudi¨® en San Francisco teor¨ªa musical y composici¨®n. Como hijo inconformista, reneg¨® de la actuaci¨®n hasta que comenz¨® a escribir m¨²sica para una compa?¨ªa teatral de San Francisco y descubri¨® que su lugar estaba en el escenario, actuando en las obras de Shakespeare. Tras pasar dos a?os en la Armada, se mud¨® a Nueva York, donde actu¨® en Broadway y encontr¨® su lugar en la televisi¨®n, en series como El virginiano, Shane o La hora de Alfred Hitchcock. En 1972 lleg¨® su momento, cuando apareci¨® en El tren de Bertha, de Martin Scorsese -con el que repetir¨ªa en Malas calles-, rod¨® El largo adi¨®s, de Robert Altman, y sobre todo, pill¨® su primer protagonista, con la serie Kung Fu. En un principio, el personaje del monje shaol¨ªn Kwai Chang Caine, que ve c¨®mo su mentor, el maestro Po, es asesinado por el sobrino del emperador de China y se venga matando a su vez al sobrino, hab¨ªa reca¨ªdo en Bruce Lee. Pero para los ejecutivos televisivos de la ¨¦poca, Lee era demasiado asi¨¢tico y Carradine, que ni siquiera sab¨ªa algo de artes marciales, le sustituy¨®. Durante tres a?os y 46 episodios, el Peque?o Saltamontes hu¨ªa por Estados Unidos de los matones chinos mientras hac¨ªa el bien y resolv¨ªa toda clase de entuertos. El salvaje Oeste ten¨ªa un nuevo pistolero sin pistola. "Trabajar en un western es todo un orgullo", apunt¨® hace un lustro, y tambi¨¦n: "Cada d¨ªa, al menos seis personas vienen y me dicen: 'La serie cambi¨® mi vida".
Desde ese momento, la carrera de Carradine se desdobl¨®: por un lado, empez¨® a practicar las artes marciales -incluso escribi¨® un libro sobre el tema y protagoniz¨® varios v¨ªdeos de pr¨¢cticas de taichi- y a encarnar m¨²ltiples personajes en filmes de ese g¨¦nero. Por otro, intent¨® conseguir papeles en filmes de autor. Por eso, su filmograf¨ªa re¨²ne un mont¨®n de t¨ªtulos muy diferentes: Esta tierra es mi tierra, de Hal Ashby, en la que encarn¨® al cantante folk Woody Guthrie; El huevo de la serpiente, de Ingmar Bergman; Los locos de Cannonball, de Paul Bartel; Forajidos de leyenda, de Walter Hill, o R¨ªo abajo, de Jos¨¦ Luis Borau; junto a pel¨ªculas de pu?etazos como El c¨ªrculo de hierro o McQuade, lobo solitario.
Entre tanto trabajo le dio tiempo a casarse cinco veces y a grabar 60 temas de todo tipo de m¨²sica; incluso lleg¨® a cantar en varias pel¨ªculas.
A inicios de los noventa resucit¨® a su personaje m¨ªtico y produjo y dirigi¨® la serie Kung Fu: la leyenda contin¨²a, en la que le pasaba el testigo a un hijo polic¨ªa. "En los ¨²ltimos 20 a?os he hecho m¨¢s de 50 pel¨ªculas menores", asegur¨® en 2003 en Espa?a, cuando vino a rodar Bala perdida en Alicante, dirigido por Pau Mart¨ªnez.
Y probablemente habr¨ªa acabado languideciendo en la memoria de los aficionados televisivos, si no hubiera sido por otro ¨¢vido deglutidor de filmes de serie B, Quentin Tarantino. El cineasta, experto en resucitar carreras descarriadas como la John Travolta, escribi¨® para ¨¦l el personaje de Bill, el villano de Kill Bill 1 (2003) y Kill Bill 2 (2004). "Quentin ten¨ªa fotos de los protagonistas colgadas en una pared, menos la m¨ªa. Le di una caracterizado de vaquero, y al verla empez¨® a reescribir el gui¨®n".
En los ¨²ltimos a?os, entre tantos trabajos, apareci¨® en un v¨ªdeo de los Jonas Brothers, encarn¨® a un maestro de artes marciales en El gran Stan, en series como Mental, y sigui¨® viajando de un continente a otro detr¨¢s de un buen gui¨®n. Cuatro veces candidato a los Globo de Oro y en una a los Emmy, nunca obtuvo un gran premio, aunque s¨ª el respeto y el cari?o de los aficionados.
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