Por qu¨¦ nadie puede adivinar cu¨¢ndo se recuperar¨¢ el ciudadano de a pie
Henry Ford dijo: "La historia es una patra?a". Con m¨¢s cinismo a¨²n, Napole¨®n dijo: "La historia no es sino una f¨¢bula aceptada por todos". Ambos ten¨ªan parte de raz¨®n.
Pero all¨¢ por el comienzo de los a?os treinta, durante la Gran Depresi¨®n, el padre del presidente John F. Kennedy, el viejo Joe Kennedy, amas¨® dos fortunas cuando apost¨® a que las acciones seguir¨ªan bajando y el paro seguir¨ªa aumentando. Desconfiaba de las recuperaciones iniciales del New Deal.
Por el contrario, el destacado economista estadounidense de Yale Irving Fisher, tras (1) casarse con una fortuna y (2) amasar una segunda fortuna gracias a la invenci¨®n de un lucrativo sistema de clasificaci¨®n visual, ha terminado, a pesar de todo, ?perdiendo nada menos que tres fortunas!
Cuando se produzca una fuerte presi¨®n sobre el d¨®lar, habr¨¢ que temer un p¨¢nico financiero mundial
En el juego de ajedrez de la geopol¨ªtica, de aqu¨ª a 2050 va a haber muchas tempestades
La historia de estos dos opuestos ilustra c¨®mo y por qu¨¦ la econom¨ªa nunca podr¨¢ ser una ciencia exacta. Joseph Kennedy, padre, era un duro y astuto especulador. Parece ser que vendi¨® acciones al descubierto desde 1929 hasta, aproximadamente, 1931 o 1932. Fisher, para empezar, perdi¨® su propia fortuna cuando las acciones que compr¨® perdieron todo su valor. As¨ª que volvi¨® a estudiar las estad¨ªsticas de las instituciones financieras y del individuo de la calle. Fisher escribi¨® un nuevo libro reconociendo que hab¨ªa sido demasiado optimista. En ¨¦l reconoc¨ªa su error anterior. Pero su nuevo libro dec¨ªa: ahora el mercado de valores es una ganga.
Desgraciadamente, las acciones de su heredera esposa se hundieron por culpa de este consejo. El tozudo Fisher persisti¨® en su optimismo. A rengl¨®n seguido aconsej¨® a su nuera, la presidenta (creo) de Wellesley College, que siguiera con las acciones. Esta vez ella se resisti¨® y le despidi¨® como asesor de inversiones.
Mientras que Fisher se qued¨® en la ruina, Joe Kennedy sigui¨® vendiendo en descubierto acciones que todav¨ªa segu¨ªan cayendo. No hay ninguna paradoja.
Sin embargo, cuando al fin el programa de recuperaci¨®n del New Deal empez¨® a dar sus frutos, Kennedy padre dej¨® el mercado de valores y compr¨® el Chicago Merchandise Mart Building, la construcci¨®n m¨¢s grande del mundo en aquel momento.
?Qu¨¦ especulador acert¨®? ?Y cu¨¢l de estos dos gigantes bien informados estaba equivocado? Ning¨²n sabio es capaz de responder a esa pregunta.
Hoy en d¨ªa, el gobernador de la Reserva Federal, Ben Bernanke, vislumbra una posible recuperaci¨®n para finales de a?o. Es un acad¨¦mico prudente, respaldado por los mejores expertos en previsiones del mundo en el Consejo de la Reserva Federal.
Yo ser¨ªa un loco temerario si discutiese el punto de vista casi optimista de este funcionario de que, para finales de a?o, habr¨¢ algo de estabilidad. Ustedes y yo deber¨ªamos esperar que en efecto haya un rayo de luz al final del t¨²nel que nos espera. Pero traslademos ahora nuestra visi¨®n al futuro. Incluso si la perspectiva a corto plazo de una recuperaci¨®n durante 2009-2010 se materializa, debo advertir una vez m¨¢s de que, para el d¨®lar estadounidense, el panorama a largo plazo est¨¢ lleno de peligros.
China es el nuevo factor a tener en cuenta. Hasta ahora, China ha estado dispuesta a invertir sus recursos reciclados en forma de letras del Tesoro de baj¨ªsima rentabilidad. Eso sigue siendo una buena noticia. Pero es casi seguro que no puede durar y no durar¨¢. Alg¨²n d¨ªa, puede que pronto, China se volver¨¢ pesimista respecto al d¨®lar estadounidense.
Eso significa que habr¨¢ problemas letales para la econom¨ªa estadounidense en el futuro. En el momento en que se produzca una fuerte presi¨®n sobre el d¨®lar, creo que tendremos que temer que se produzca un p¨¢nico financiero verdaderamente mundial. Ahora, China, Jap¨®n y Corea tienen d¨®lares, pero no porque piensen que los d¨®lares seguir¨¢n siendo seguros.
?Por qu¨¦, entonces? Principalmente lo hacen porque es una forma de prolongar su crecimiento impulsado por las exportaciones. No soy el ¨²nico que siente este paranoico temor a la balanza de pagos futura. Warren Buffett, sin ir m¨¢s lejos, se ha vuelto proteccionista. Desgraciadamente, es posible que muy pronto el proteccionismo se vuelva m¨¢s maligno.
El presidente Obama se esfuerza por apoyar el libre comercio. Pero, siendo un astuto presidente centrista, se va a ver muy presionado para hacer concesiones.
Y estar¨¢ sometido a nuevas presiones permanentes. Sus expertos deber¨ªan estar haciendo planes ya para que Estados Unidos se convierta en una potencia subordinada a China en lo que a liderazgo econ¨®mico se refiere.
El equipo de Obama es bueno. ?Pero actuar¨¢n con prudencia para adaptarse al hecho de que Estados Unidos se convierta en una sociedad mundial secundaria?
En el juego de ajedrez de la geopol¨ªtica, de aqu¨ª a 2050 va a haber muchas tempestades. Ahora es el momento de prepararnos para lo que nos deparar¨¢ el futuro.
(?) 2009 Paul Samuelson, distribuido por Tribune Media Services Incorporated. Traducci¨®n de News Clips
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