La mayor¨ªa de las multas no llegan a la casa de los infractores
El Ayuntamiento notifica el 60% de las sanciones en el Bolet¨ªn de la Comunidad
Primero va el flash. Luego la foto. Y, al final, llega la notificaci¨®n. M¨ªnimo 92 euros. As¨ª hasta 420.000 veces el a?o pasado s¨®lo en los nuevos t¨²neles de la M-30. Se siente: 70 kil¨®metros por hora es el l¨ªmite y el margen para traspasarlo es exiguo. Pero no s¨®lo hay radares o se cometen infracciones en los subterr¨¢neos. Este a?o el Ayuntamiento de Madrid multar¨¢ a m¨¢s de cuatro millones de veh¨ªculos por toda la ciudad. Si los madrile?os no infringieran una sola norma de tr¨¢fico, tendr¨ªa que tirar de imaginaci¨®n para ingresar los 270 millones de euros previstos para este a?o en multas, m¨¢s los 30 millones de la retirada de veh¨ªculos de la gr¨²a. Y eso es un 53% m¨¢s que en 2007, algo que el Ayuntamiento atribuye a la implantaci¨®n de los nuevos radares de la M-30. Invasi¨®n de carril-bus, conducir hablando por tel¨¦fono o aparecer en la foto de uno de los 30 radares son los motivos predominantes.
El Consistorio ingresa 270 millones en multas, un 53% m¨¢s que en 2008
Exceso de velocidad, invadir el carril-bus y hablar por tel¨¦fono, lo m¨¢s sancionado
Pero la cuesti¨®n es muy pol¨¦mica. Porque el Ayuntamiento ha visto c¨®mo algunas de sus denuncias acababan en el Tribunal Constitucional y c¨®mo ¨¦ste las anulaba. "Ha generado en el recurrente una situaci¨®n de indefensi¨®n constitucionalmente relevante, al impedirle ejercer el derecho a la defensa en el procedimiento sancionador", resume en las sentencias.
Y la clave del conflicto est¨¢ en el proceso de notificaci¨®n, que el propio Ayuntamiento reconoce que genera indefensi¨®n. En realidad, el 60% de las denuncias, ya sea porque en su mayor¨ªa no llegan (por problemas con la direcci¨®n del domicilio), o porque el interesado no se da por notificado, son comunicadas a trav¨¦s del bolet¨ªn oficial.
Y es que seg¨²n la ley estatal, la Concejal¨ªa de Hacienda tiene s¨®lo tres meses para comunicar la multa y, en primera instancia, debe hacerlo al domicilio que consta en Tr¨¢fico. El problema es que ese dato suele estar desactualizado. En el segundo intento, el Consistorio ya puede utilizar los datos del padr¨®n (m¨¢s actualizados). Pero el volumen de multas que gestiona, unos 4,2 millones al a?o (Barcelona tramita unos dos millones), hace que muchas veces no tenga tiempo de tirar de esos datos (m¨¢s actualizados) y vuelva a hacerlo a la misma direcci¨®n donde ya no vive el infractor. Llegados a este punto, el Ayuntamiento lo notifica a trav¨¦s del BOCM (Bolet¨ªn Oficial de la Comunidad de Madrid). Una publicaci¨®n oficial que, obviamente, no leen los interesados y en la que el importe de la multa ya se ha incrementado en hasta un 50% al tratarse de la tercera comunicaci¨®n. As¨ª, una sanci¨®n que pod¨ªa pagarse mediante reducci¨®n por unos 50 euros puede llegar a costar m¨¢s de 300.
"El sistema es absurdo. La ley nos obliga a hacer cosas poco pr¨¢cticas. Como no tenemos tiempo, muchas veces tenemos que notificar las dos veces en el domicilio de tr¨¢fico y luego pasar directamente al BOCM", explica la gerente de la Agencia Tributaria de Madrid, Rosana Navarro. "No funciona bien. Hay indefensi¨®n para el ciudadano que quiere cumplir y puede que sea injusto. Para nosotros es perder el tiempo y el dinero en estos tr¨¢mites", admite Navarro.
Para hacerse una idea del volumen de denuncias que se publican en el BOCM a diario s¨®lo hay que coger un ejemplar del bolet¨ªn. El del d¨ªa 15 de mayo de 2009, por ejemplo: 45.000 notificaciones. Todas ellas con el recargo de casi el 50% correspondiente para el infractor. Y con un coste de publicaci¨®n, por otro lado, elevad¨ªsimo para el propio Consistorio. En total, seg¨²n los datos de Hacienda, terminan comunic¨¢ndose v¨ªa edicto (bolet¨ªn oficial) el 60% de las multas, cuando ese deber¨ªa ser un m¨¦todo excepcional de informaci¨®n.
Esto puede generar situaciones como la de una mujer de San Sebasti¨¢n de los Reyes que recibi¨® hace tres semanas 35 notificaciones de golpe por exceso de velocidad en el mismo punto kilom¨¦trico. Las empresas quitamultas lo saben y siempre plantean su recurso por ese flanco. "Est¨¢ en el filo de la legalidad. En funci¨®n de la notificaci¨®n te puedes defender o no. Y el Constitucional es el que vela por eso", explica Pedro Javayoles, de la empresa Devuelta.
As¨ª pues, el Ayuntamiento aplica un sistema que, aunque culpabilice a la ley estatal, es consciente de que genera indefensi¨®n en los conductores de los 1.715.000 veh¨ªculos matriculados en Madrid. En la Concejal¨ªa de Hacienda, dicen, esperan que con la nueva Ley de Seguridad Vial, cuyo primer borrador ya est¨¢ elaborado, se permita notificar directamente a la direcci¨®n del padr¨®n. Adem¨¢s, se incluir¨¢ la notificaci¨®n a trav¨¦s de un tabl¨®n virtual colgado en Internet.
Pero algunos no se creen este discurso y acusan al Consistorio de tener un af¨¢n desmedido por recaudar. "Utilizan las multas como un tributo m¨¢s", denuncia Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos. "Que haya m¨¢s denuncias demuestra el fracaso de la pol¨ªtica de seguridad vial. Deber¨ªan ser el ¨²ltimo recurso para corregir conductas infractoras", insiste.
Precisamente, el punto de la ciudad donde m¨¢s multas se ponen es en la salida de la autov¨ªa de Extremadura (A-5), frente al barrio de Bat¨¢n. El radar, que se instal¨® hace poco menos de un a?o por indicaci¨®n de un juez (para paliar el ruido del tr¨¢fico que sufren los vecinos), sanciona a unos 2.000 conductores al d¨ªa. Ese cinem¨®metro multa a los veh¨ªculos que superan los 70 kil¨®metros por hora. Pero est¨¢ regulado para dejar un margen de hasta 79 kil¨®metros por hora. El coste de superar el l¨ªmite es de 92 euros como m¨ªnimo.
Cuando un infractor no paga las multas, comienza el proceso de embargo. En teor¨ªa, con una sola sanci¨®n la maquinaria se pone en marcha. Si se consigue dar con el domicilio del conductor, en seis meses puede ver como le embargan sus cuentas. Si no paga, se le puede quitar de las devoluciones de la declaraci¨®n de la renta. Las malas noticias van acompa?adas, y si debe otros tributos, tambi¨¦n se cobran por la fuerza. El Ayuntamiento no dispone de una estad¨ªstica del n¨²mero de multas que terminan en esta medida.
Lo que s¨ª sabe es que alrededor del 20% nunca se cobran. Esto puede ser porque no se consigue embargar las cuentas del infractor o por las lagunas que tiene el sistema. Por ejemplo, si el veh¨ªculo denunciado no est¨¢ domiciliado en la Comunidad de Madrid, la mayor¨ªa de notificaciones se pierden por el camino y nunca se cobran esas multas. El Consistorio firm¨® un convenio con Tr¨¢fico para que eso no sucediera, pero la realidad es que todav¨ªa miles de veh¨ªculos que cruzan el pa¨ªs por la capital est¨¢n blindados contra los radares municipales.
Seg¨²n un estudio de Automovilistas Europeos (realizado con 50.000 expedientes), el exceso de velocidad es la principal causa de p¨¦rdida de puntos en Madrid (39,3%). Le sigue la invasi¨®n del carril bus (25,2%), conducir hablando por tel¨¦fono (11.9%) y saltarse un sem¨¢foro en rojo (10,4%). Precisamente, en este ¨²ltimo tipo de infracci¨®n la mayor¨ªa de multas que han llegado a esta asociaci¨®n de automovilistas se pusieron en el Paseo de la Castellana, 167, y en la calle de Hermanos Garc¨ªa Noblejas, 123. Adem¨¢s, el mismo informe revela que s¨®lo el 6,3% de denuncias conlleva la p¨¦rdida de puntos.
Desde el ?rea de Movilidad, la parte ejecutora de las multas, destacan el descenso de muertes en la capital desde que se empezaron a colocar los radares para justificar las sanciones. Frente a los 104 muertos de 2000, el pasado a?o termin¨® con 41 fallecimientos. ?se, explica el coordinador general de Seguridad, Jes¨²s Mora, es el aval de los radares. Pero m¨¢s importante que los cinem¨®metros (24 fijos y seis m¨®viles) es la entrada en vigor del carn¨¦ por puntos. En lo que va de a?o, 15 personas han perdido la vida en accidentes en la ciudad y ninguno en los t¨²neles de la M-30.
Y pese al gran volumen de multas en los subterr¨¢neos, s¨®lo el 0,8% de los veh¨ªculos que han pasado por ah¨ª han sido sancionados. "Que a principios de a?o haya objetivos responde a un fallo de las campa?as de control. Hay una norma que es, a mayor n¨²mero de sanciones, menor resultado de las campa?as", explica Antonio Lucas, coordinador de Seguridad Vial del RACE.
Pese a todo, la realidad es que los ingresos por multas y por la retirada de veh¨ªculos mal aparcados de la gr¨²a municipal suponen alrededor del 7% de los ingresos del presupuesto municipal. Una cifra dif¨ªcil de sustituir.
"Hay que recurrir"
En Automovilistas Europeos Asociados aconsejan recurrir siempre que se notifique la multa a trav¨¦s del BOCM. "Hay que esperar a la primera notificaci¨®n de embargo. Si atiendes la llamada de las empresas quitamultas (que localizan a los que aparecen en el BOCM y se ofrecen para recurrir) queda anulada la estrategia porque hacen eficaz la notificaci¨®n", explica Mario Arnaldo, presidente de esta asociaci¨®n.
Primero hay que presentar un escrito ante el Ayuntamiento por falta de notificaci¨®n. Luego, si no se atiende, recurrir ante el Tribunal Econ¨®mico Administrativo (un ¨®rgano del Consistorio que en muchos casos ha dado la raz¨®n a los conductores). Si no prospera, s¨®lo queda meterse en un litigio m¨¢s costoso que comenzar¨¢ en un juzgado contencioso-administrativo y puede terminar en el Constitucional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.