La crisis m¨¢s larga e intensa
De acuerdo con las proyecciones, la actual crisis econ¨®mica puede ser de las m¨¢s largas e intensas de la historia: casi un lustro de padecimientos desde ese agosto de 2007 en que comenzaron las dificultades con un problema tan focalizado como los cr¨¦ditos subprime en EE UU, que s¨®lo supon¨ªan el 15% del sistema hipotecario de ese pa¨ªs. Levantarse ser¨¢ una tarea muy larga para la que se requiere el concurso de las fuerzas pol¨ªticas y agentes sociales. Los Gobiernos, por s¨ª solos, ser¨¢n incapaces de encontrar una senda de crecimiento adaptada a las nuevas circunstancias.
El problema no es si se ha tocado fondo sino hasta cu¨¢ndo durar¨¢n las estrecheces. Mirar hacia adelante, hacia lo que a¨²n espera. Una de las mayores unanimidades obtenidas es que para salir de la gran recesi¨®n la condici¨®n necesaria es recuperar la sanidad del sector financiero. Muchos pa¨ªses parecen haber superado la mayor parte de los problemas de liquidez y solvencia de sus bancos a fuerza de avales p¨²blicos, compra de activos, grandes inyecciones de liquidez y de que los Gobiernos se quedasen con el capital de las entidades (socializaci¨®n de p¨¦rdidas). Se utiliza el condicional "parece" porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte de que a¨²n quedan bastantes activos t¨®xicos sin desvelar en las tripas de los bancos. En EE UU, una decena de grandes bancos han pedido permiso para empezar a devolver el dinero p¨²blico utilizado en sanearlos, con el objeto de recuperar la libertad de acci¨®n perdida con la intervenci¨®n gubernamental.
Levantarse ser¨¢ una tarea ardua para la que se requiere el concurso de las fuerzas pol¨ªticas y agentes sociales
En Espa?a, por la fortaleza de su sistema financiero y la intensidad de su supervisi¨®n, apenas hemos tenido en el pasado esos quebraderos. La paradoja es que pueden llegar ahora, cuando los dem¨¢s los est¨¢n superando. Casi agotadas las provisiones gen¨¦ricas (el colch¨®n de que se dotaron en tiempos de bonanza), el sector empieza a padecer con toda la intensidad los efectos de la recesi¨®n en materia de morosidad particular (por el crecimiento del desempleo), impagos inmobiliarios (concursos de acreedores de las grandes promotoras y par¨®n de la construcci¨®n y compraventa de viviendas), reducci¨®n de los m¨¢rgenes por la ca¨ªda de los tipos de inter¨¦s y la revisi¨®n de muchas hipotecas y cr¨¦ditos para adaptarlos a la ca¨ªda del Eur¨ªbor, etc¨¦tera. El futuro parece menos esplendoroso que el presente.
Para abordar estas cuestiones y evitar un riesgo sist¨¦mico, el Gobierno quiere disponer de un nuevo instrumento, a a?adir a los avales a las emisiones privadas, la compra de activos, las fusiones de entidades y el uso de las inyecciones del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Se trata de la creaci¨®n de un Fondo de Reestructuraci¨®n y Ordenaci¨®n Bancaria (FROB), con capacidad de hasta 90.000 millones de euros, utilizables en la recapitalizaci¨®n de las entidades m¨¢s d¨¦biles. Conforme avanzan las dificultades crece la urgencia de disponer de este instrumento, que necesita del consenso parlamentario para ponerlo en pr¨¢ctica.
Pero los problemas que tenemos por delante no se ajustan al sector financiero. El cuadro macroecon¨®mico presentado por el Gobierno el pasado viernes se?ala con toda su crudeza la magnitud de la recesi¨®n. Seg¨²n estas previsiones, el paro seguir¨¢ afectando en el largo plazo (al menos hasta el a?o 2012) a m¨¢s del 17% de la poblaci¨®n activa, una cifra estructural que dobla a la de cualquier pa¨ªs de nuestro entorno, con ca¨ªdas del consumo privado, la inversi¨®n, la demanda nacional, las exportaciones y las importaciones, y un d¨¦ficit p¨²blico que este a?o puede llegar al porcentaje r¨¦cord del 10% del PIB. En este entorno se puede prever que las subidas de los impuestos que afectan al tabaco y al alcohol tan s¨®lo ser¨¢n las primeras de otras varias, como est¨¢ sucediendo un¨¢nimemente a nuestro alrededor. M¨¢xime si la prioridad de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno sigue siendo, como tantas veces ha expuesto el presidente, proteger a los m¨¢s afectados por la recesi¨®n.
El mismo d¨ªa en que el Consejo de Ministros rebajaba de forma dr¨¢stica las previsiones econ¨®micas para la econom¨ªa espa?ola, el FMI revisaba al alza, por primera vez desde el estallido de la crisis, sus c¨¢lculos de crecimiento mundial (un 2,4% en el a?o 2010), y el Banco Central Europeo indicaba que la recuperaci¨®n llegar¨¢ a Europa a mediados del a?o pr¨®ximo. Lo que subraya expl¨ªcitamente el retraso del ciclo econ¨®mico en nuestro pa¨ªs. Lo que tenemos por delante va a ser m¨¢s largo que lo que ya hemos pasado.
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