Las grandes entidades de ahorro aceptan que el Estado tenga voto mediante cuotas

Como en todas las crisis financieras, a medida que pasa el tiempo y se deteriora la situaci¨®n hay que hablar del capital, el coraz¨®n del negocio de los bancos y las cajas de ahorros. La liquidez es m¨¢s f¨¢cil de inyectar, pero el capital es otra cuesti¨®n, es lo que da derecho a la propiedad, es la garant¨ªa frente a los riesgos asumidos y es lo que soporta los costes de una reestructuraci¨®n, en oficinas y despidos.

Han pasado 20 meses desde el inicio de la crisis y Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs occidental donde los Gobiernos no han reforzado a sus entidades con el denominado core capital. Las participaciones preferentes son otro refuerzo, pero como capital de segunda categor¨ªa, conocido como Tier1, y no sirve para pagar las mismas facturas.

El capital es un tal¨®n de Aquiles para las cajas de ahorros . S¨®lo pueden incrementarlo con los beneficios -que est¨¢n cayendo con rapidez-, pero no pueden hacer ampliaciones, como los bancos, cuando hacen compras o cubren la creciente morosidad de los cr¨¦ditos. Por eso las cajas necesitan las cuotas participativas. Hasta ahora no han tenido derechos pol¨ªticos, s¨®lo pod¨ªan recibir dividendos, y han sido un fracaso.

Ayer pasaron por Santander, en un curso organizado por la Asociaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica (APIE) en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP), los cuatro m¨¢ximos representantes de las cajas y coincidieron, por primera vez, en que el sector necesita las cuotas con derechos de voto.

Juan Ram¨®n Quint¨¢s, presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas (CECA) afirm¨®: "No me importar¨ªa que mientras dure la crisis, el Estado tenga derechos de voto con las cuotas, sin que se cambie el modelo de las cajas". Quint¨¢s prefiere que no entren los bancos. El director general de La Caixa, Juan Mar¨ªa Nin, achac¨® ayer a la ausencia de derechos pol¨ªticos la escasa utilizaci¨®n de las cuotas.

"Son poco naturales. Es l¨®gico pensar que con derechos pol¨ªticos tendr¨¢n una mayor fluidez en el mercado", afirm¨®. Miguel Blesa, presidente de Caja Madrid, fue m¨¢s tajante y dijo que "no hay que tener miedo a los fantasmas de la privatizaci¨®n. Hay que cambiar las cuotas para que tengan derecho de voto", aunque pidi¨® limitaciones frente a los bancos.

De lo contrario, "el sector corre el riesgo de morir virgen y m¨¢rtir por mantener las esencias", a?adi¨®. Jos¨¦ Luis Olivas, presidente de Bancaja, admiti¨® tambi¨¦n que el Estado tenga derechos pol¨ªticos cuando entre en el capital.