Francia debate si proh¨ªbe el 'burka' en las calles

A instancias de un diputado comunista, un grupo de parlamentarios franceses pide que se proh¨ªba el burka en las calles de las ciudades de Francia. El impulsor de la medida, Andre Gerin, mantiene, en su escrito remitido a la Asamblea que esta forma de vestir "encierra literalmente el cuerpo y la cabeza de la mujer que lo lleva, convirti¨¦ndose en un verdadero calabozo ambulante". La medida no se dirige s¨®lo a erradicar el burka; tambi¨¦n amenaza al niqab, otra vestimenta negra que s¨®lo ense?a los ojos de la mujer.

Los 57 parlamentarios que se han sumado a la iniciativa de Guerin, remitida a la Asamblea el mi¨¦rcoles, suscriben, adem¨¢s, que tanto uno como el otro "son una afrenta a la libertad de la mujer y a la afirmaci¨®n de su feminidad". Y a?aden: "La mujer se encuentra en una situaci¨®n de reclusi¨®n, de exclusi¨®n y de humillaci¨®n intolerable".

En 2004 se erradic¨® el uso del pa?uelo en la cabeza en lugares p¨²blicos

A la espera de que la propuesta se vea en el Parlamento, el Gobierno no excluye una ley que regule el asunto. De hecho, Nicolas Sarkozy abordar¨¢ el asunto el lunes en un discurso en Versalles.

Por lo pronto, la iniciativa ha desencadenado un viv¨ªsimo y complejo debate en un pa¨ªs que en 2004 ya prohibi¨® que las musulmanas llevaran un pa?uelo en la cabeza en las escuelas y en los lugares p¨²blicos. De un lado est¨¢ Gerin y su exigencia de libertad para las mujeres "encerradas" en su burka; de otro, algunas de estas mujeres que aparecen tambi¨¦n en la televisi¨®n, ocultas tras su ropa, reclamando libertad para vestir.

Entre los 58 diputados que han firmado la propuesta de erradicar esta vestimenta en las calles, hay 43 de la UMP, el partido de Sarkozy de centro-derecha; siete socialistas; tres comunistas y dos de centro.

En el Gobierno, en la oposici¨®n y en diversas asociaciones ciudadanas tambi¨¦n hay voces divididas. Unos, por lo general, piensan que la ley debe proteger la laicidad del Estado franc¨¦s y, de paso, a estas mujeres. Es lo que opina, por ejemplo, la secretaria de Estado Fadela Amara: "Que se proh¨ªba ese ata¨²d que mata las libertades fundamentales". Otros mantienen que estas normas son contraproducentes y se corre el riesgo de marginar a¨²n m¨¢s a poblaciones ya de por s¨ª aisladas. As¨ª piensa el ministro de Inmigraci¨®n, Eric Besson, que considera que abrir este debate ahora "puede romper un equilibrio conseguido en 2004".

Un representante de los colectivos musulmanes en Francia se mostr¨® "sorprendido" por la iniciativa debido a que el burka y el niqab "son muy minoritarios" en Francia. Los impulsores de la medida replican que en ciertas poblaciones, como Lyon y sus alrededores, el fen¨®meno crece de forma alarmante.