Sorpresas sanabresas

La fonda La Pascasia esgrim¨ªa en 1933 un valor diferencial, una ventaja competitiva: agua corriente en todas las habitaciones. Por mantener esa tradici¨®n -la vieja fonda cerr¨® en 1960-, sus nuevos propietarios ofrecen hoy el distintivo original de las "sorpresas", enumeradas hasta siete en su web: rom¨¢ntica, gourmet, er¨®tica, dulce, refrescante, sanabresa y una celebraci¨®n. Porque la nueva fonda, que tiene categor¨ªa de posada real, ha sido concebida como un buen ejercicio de arquitectura de los sentidos tras la experiencia anterior de la familia Somoza en dos hotelitos de gran predicamento en Puebla de Sanabria: La Carter¨ªa y Posada de las Misas. Aqu¨ª se han afinado asperezas y configurado un ambiente id¨ªlico para parejas. Todo est¨¢ pensado para ellos: ba?eras redondas de hidromasaje, frutas sobre la mesa, medias luces, gui?os en leds, vidrios transl¨²cidos, espejos, muebles de dise?o, albornoces picard¨ªas y hasta un estuche de sex-shop con el que ella -el 90% son mujeres que buscan sorprender a sus parejas- le sorprende a ¨¦l. Un escenario, sin duda, efectista y prometedor.

Junto a la carnalidad, lo serio del hospedaje, que es mucho y a¨²n ganar¨¢ m¨¢s tras los primeros meses de rodaje. Rejuvenecida la estructura de la casa fonda, el restaurante y una sencilla taberna se aposentan donde las antiguas bodegas, frente a una inscripci¨®n en cristal con los productos gastron¨®micos por excelencia de los pueblos de Zamora. Bajo el soportal de entrada, unas huellas de pie grabadas en el suelo gu¨ªan el paso hasta la recepci¨®n. Aqu¨ª, la joya de la corona es una cascada de cuentas de vidrio dise?ada por ?scar Somoza como l¨¢mpara vertebral del hueco de la escalera.

Arriba, las siete habitaciones ofrecen un variado repertorio de interiorismo, cada una con su propia personalidad, significada en la frase pirograbada en el suelo, junto a la puerta, atribuida a un miembro de la familia propietaria. L¨¦ase una muestra, la correspondiente a la n¨²mero 3: "Todo lo que sucede, sucede por alguna raz¨®n". Lo acredita su estructura en d¨²plex con una llamativa escalera de lamas met¨¢licas, obra del arquitecto Paco Somoza, hermano de ?scar. Todas regalan vistas de los r¨ªos Tera y Castro, adem¨¢s de lo visibles que se hacen en el interior unas chaises longues rabiosamente rojas -dise?o italiano- convertibles de noche en sof¨¢-cama.

Este pa¨ªs de jauja crom¨¢tico de cabeceros retroiluminados, viguer¨ªa y paneles transl¨²cidos, bufardas y muros de piedra vista, absuelve el bullicio ascendente desde la taberna a determinadas horas, agravado por esa funesta man¨ªa de tener el televisor permanentemente encendido.