El chico de las botas de oro
Ajeno al debate sobre su traspaso, Ronaldo ganar¨¢ unos 23 millones de euros por temporada y est¨¢ orgulloso de haber alcanzado la cima tras numerosos obst¨¢culos desde su dura infancia
Cristiano Ronaldo ya est¨¢ en la cima. Desde all¨ª se permite retozar con Par¨ªs Hilton o desplazarse con su s¨¦quito por Estados Unidos mientras su equipo de representantes negocia con el Madrid los t¨¦rminos de un contrato astron¨®mico. Cristiano prev¨¦ ganar unos 23 millones de euros en la pr¨®xima temporada: los 13 de salario que le pagar¨¢ el Madrid y los 10 que espera ingresar por publicidad. Ceder¨¢ el 40% de sus derechos de imagen al Madrid. Y su representante, Jorge Mendes, se llevar¨¢ 9,6 millones de comisi¨®n que le abonar¨¢ el Manchester. Eso s¨ª, ya no vivir¨¢ como en Manchester, en una mansi¨®n a las afueras, sino que busca en la capital espa?ola un lugar m¨¢s discreto para entrar y salir sin llamar mucho la atenci¨®n. Teme a los paparazzi.
El motor de Ronaldo no ha sido el f¨ªsico privilegiado, sino el amor propio. Y a la familia, que no le falte de nada
Ferguson lo ha querido y lo ha pulido desde que se qued¨® prendado de ¨¦l en 2003, en un amistoso Sporting-Manchester
En medio de la crisis, el mundo discute sobre la indecencia de pagar 94 millones por el traspaso m¨¢s caro de la historia, pero Ronaldo, de 24 a?os, sigue de vacaciones. Orgulloso de haber llegado hasta aqu¨ª. Nadie le regal¨® nunca nada. Su familia naci¨® en una casucha diminuta de tejado de uralita, hoy convertida en un solar, en el centro de Funchal (110.000 habitantes), la capital de la isla de Madeira. La iglesia de Santo Ant¨®nio es el edificio m¨¢s emblem¨¢tico. Su padre, Dinis, era un jardinero municipal con problemas con el alcohol. Y su madre, Mar¨ªa Dolores, limpiaba y cocinaba en casas ajenas. Al f¨²tbol lleg¨® a trav¨¦s del Andoirinha, el peque?o club que acog¨ªa a los ni?os m¨¢s pobres de la isla y donde Dinis colaboraba. La pareja tuvo cuatro hijos, uno de ellos, el m¨¢s peque?o, con una gen¨¦tica extra?a. En los infantiles, Cristiano era fr¨¢gil y bajito. Un d¨ªa, su madre le dijo que comiera dos platos de sopa antes de las comidas. Sigui¨® la receta y no tard¨® en ser conocido como abejita, por el f¨ªsico limitado y por el correr zigzagueante y de pasitos que a¨²n hoy conserva. En contraste con las largas piernas de quien mide 1,85 metros de estatura y pesa 85 kilos. Un cuerpo de sprinter de 100 o 200 metros como el de su amigo y campe¨®n europeo de la distancia Francis Obikwelu.
Pero el gran motor de su carrera no ha sido el f¨ªsico privilegiado, sino el amor propio. Huir de una isla en medio del Atl¨¢ntico, hacerse cargo desde muy joven de una familia amenazada por el alcohol y las drogas e ir esculpiendo su cuerpo y su mente hasta convertirse en una estrella. ?se ha sido el camino que traz¨® desde que, a los 17 a?os, cuando debut¨® en el Sporting de Lisboa, un veterano le advirtiera en un entrenamiento de que iba demasiado revolucionado: "?Tranquil¨ªzate, hombrecito!". A lo que Ronaldo, airado, le replic¨®: "?A ver si me llamas as¨ª cuando sea el mejor del mundo!", recuerda Leonel Pontes, uno de sus entrenadores en el Sporting, donde Cristiano estuvo siete a?os, desde 1996 hasta 2003.
Riguroso en los horarios, abstemio y fervoroso antitabaco, Ronaldo tiene en la familia el sustento psicol¨®gico. Su cu?ado Jos¨¦ Pereira, Z¨¦, el marido de su hermana C¨¢tia, es una especie de secretario, conductor, consejero y cocinero. Los hermanos, Elma, C¨¢tia y Hugo, pasan temporadas con ¨¦l. Pero la que echa ra¨ªces es su madre, Mar¨ªa Dolores, una aficionada al Sporting a la que Ronaldo adora por las dificultades que tuvo para criarlos. Le concede todos los caprichos: una casa en Funchal, un Mercedes, un BMW... "Fui siempre su peque?o y a¨²n me trata como si fuera un beb¨¦. Tambi¨¦n es una amiga a la que le pido opini¨®n", dice de ella el jugador. Una mujer sencilla que ahora luce gafas de Prada, relojes a juego con pendientes de Calvin Klein y se desplaza en los aviones fletados por su hijo. "Todo el dinero que gana va a una cuenta conjunta con mi nombre y el suyo", confiesa la madre. A la familia, que no le falte de nada. La primog¨¦nita, Elma, de 35 a?os, regenta una tienda de ropa llamada CR7, la marca registrada por el jugador en la que coinciden las iniciales de su nombre y el dorsal que ha llevado seis a?os en el Manchester. La segunda hermana, C¨¢tia, de 32, eligi¨® el nombre art¨ªstico de Ronalda para lanzar su carrera de cantante pop. Y ha grabado dos discos.
El momento m¨¢s duro de su vida ocurri¨® momentos antes de un partido contra Rusia, clasificatorio para el Mundial de Alemania 2006. El seleccionador de Portugal, Luiz Felipe Scolari, lo llam¨® a su habitaci¨®n para comunicarle que su padre hab¨ªa muerto. "Nunca olvidar¨¦ la conversaci¨®n. Me marc¨® profundamente. Not¨¦ que ¨¦l tambi¨¦n hab¨ªa vivido algo parecido cuando se puso a llorar y lloramos los dos", explic¨® el jugador. Dinis Aveiro muri¨® a los 52 a?os v¨ªctima de una insuficiencia hep¨¢tica y renal. Scolari le autoriz¨® a marcharse, pero ¨¦l prefiri¨® jugar. "Quer¨ªa hacerle un homenaje a mi padre. Sab¨ªa que el dolor pasar¨ªa y lo importante era continuar mi trabajo".
Ronaldo no pudo salvar a su padre, pero s¨ª a su hermano Hugo, de 34 a?os, hoy al frente de una f¨¢brica de pinturas con 15 empleados, desintoxicado despu¨¦s de varias curas antidrogas. Dolores ganaba 600 euros al mes cuando pidi¨® un pr¨¦stamo para el primer tratamiento a Hugo. A los 16 a?os, Ronaldo ya le pag¨® el segundo. "Las cosas habr¨ªan sido diferentes de no haber sido futbolista", admite Dolores, de 54 a?os. "Cristiano ha visto lo que el alcohol y las drogas pueden hacer a la gente cercana y eso es parte del secreto de lo que es. Dinis bebi¨® hasta la tumba y eso dej¨® a Cristiano devastado. ?l amaba a su padre y le hubiese encantado que viera el jugador que es hoy". Cristiano y Dinis fueron inseparables antes de que dejara la casa de Funchal. El nombre, Cristiano Ronaldo, es un homenaje al actor favorito de su padre, el ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan.
Hasta la llegada de Ronaldo, nunca hab¨ªa habido un jugador de la Madeira en la selecci¨®n de Portugal. La isla era demasiado peque?a y estaba demasiado lejos. El ¨¦xito de Ronaldo le ha dado un nuevo impulso y sus pa¨ªsanos llaman a sus pasecitos tras marcar un gol O balinho madeirense, el nombre de un baile tradicional. Sus camisetas cuelgan de las paredes de los bares. Y Dolores le ha pedido a su hijo que les construya un asilo. A los nueve a?os, su padrino, Fern?o Barros Sousa, lo llev¨® a uno de los dos clubes grandes de f¨²tbol de la isla, el Nacional, a cambio de unas camisetas y unas botas para el Andoirinha. "Se sent¨ªa tan superior a los dem¨¢s que nunca les pasaba el bal¨®n, pero le aguantaban porque marcaba muchos goles", recuerda Ant¨®nio Mendon?a, su entrenador en el Nacional, que lo traspas¨® al Sporting de Lisboa, uno de los tres grandes de Portugal, por 25.000 euros.
El aterrizaje en la capital fue brusco para ese ni?o de 11 a?os. Llor¨® el d¨ªa que vol¨® de Madeira a Lisboa. Y todas las semanas que telefoneaba a su madre. Sus compa?eros se burlaban de su acento madeirense. Pens¨® muchas veces en regresar a casa y se volvi¨® "un rebelde", cuenta Santos. "Hubo un momento en que el Sporting estuvo a punto de expulsarlo. Hasta que se decidi¨® que su madre se mudara a un apartamento con ¨¦l a Lisboa. No creo que fuera el futbolista que es sin esa decisi¨®n de su madre. ?l la adora". Entonces cobraba 50 euros al mes en la escuela del Sporting. Su primer contrato fue de 250 euros, que despu¨¦s aument¨® a 600, permiti¨¦ndole irse a vivir a una pensi¨®n a Marqu¨¦s do Pombal. Siempre jug¨® un a?o adelantado a su edad. "Y siempre lloraba cuando perd¨ªa", recuerda Sousa, en una reacci¨®n que lo ha acompa?ado. Llor¨® tras caer ante Alemania en la Eurocopa 2008. Y cuando fall¨® el penalti en la final de la Champions que aun as¨ª conquist¨® el Manchester ante el Chelsea en 2007. Es la rabia incontrolable del ganador.
Su imagen fr¨ªvola contrasta con una enorme capacidad de trabajo. Ya en los tiempos del Sporting era el primero en llegar a los entrenamientos, igual que en el Manchester. All¨ª le gustaba hacer las cosas con calma, en una especie de ritual. "Me visto, a veces tomo un desayuno, otras voy al gimnasio, en ocasiones toco solo la pelota, muchas veces hago trabajo de prevenci¨®n de lesiones e incluso juego al baloncesto con alg¨²n compa?ero que vaya llegando", narra en su biograf¨ªa, Momentos. Todo en la intimidad del vestuario antes del entrenamiento. Al final de la sesi¨®n, Ronaldo se quedaba en el campo a ensayar tiros libres. El primer gol que marc¨® en Inglaterra, cuando lleg¨® en 2003 por 18 millones, fue de tiro libre; el ¨²ltimo, tambi¨¦n. Entre medias, otros 148 de todas las facturas. Repet¨ªa tanto los lanzamientos a puerta que acababa con la paciencia del entrenador, Alex Ferguson: "Prefiero ir a tomar t¨¦". El efecto banana que da a la pelota es uno de los misterios que le acompa?an. Lo mismo que el rito antes de disparar: da cinco o seis pasos atr¨¢s y abre las piernas mientras respira. Despu¨¦s fusila.
Una vez en casa, Cristiano nadaba con frecuencia en la piscina interior y se ejercitaba en el gimnasio, algo que practica desde ni?o. Despu¨¦s del partido le espera en casa la grabaci¨®n del choque, que analiza detenidamente, en especial las ocasiones falladas. Finalmente se va a dormir unas ocho horas, a las que nunca renuncia, ni siquiera cuando la adrenalina pospartido lo dificulta.
Fue un mal estudiante. "Cuando se supon¨ªa que estaba haciendo los deberes, se escapaba por la ventana de su habitaci¨®n para jugar al f¨²tbol", evoca su padrino. En casa ten¨ªa pelotas de todos los colores y tama?os. Sin embargo, siempre est¨¢ dispuesto a aprender cualquier cosa, seg¨²n cuenta Bruno Prata, periodista del diario portugu¨¦s P¨²blico. "En julio de 2003, antes de ser presentado en el Manchester, Ronaldo pidi¨® que el periodista le explicase el significado de una palabra. Unos minutos despu¨¦s interrumpi¨® la charla y dijo: 'Es una palabra interesante, voy a utilizarla". En seis a?os en Inglaterra aprendi¨® un ingl¨¦s m¨¢s que decente para enfrentarse con desparpajo a las c¨¢maras de televisi¨®n.
En 2008 fue designado mejor futbolista del planeta muy por delante de Messi y de Fernando Torres. Los periodistas le dieron el Bal¨®n de Oro y los seleccionadores el FIFA World Player. Claro que su f¨²tbol, tan egoc¨¦ntrico a veces, tambi¨¦n despierta rechazos furibundos, como el del seleccionador holand¨¦s de Rusia, Guus Hiddink, que declar¨®: "Cristiano es un futbolista guapo, parece en forma y, s¨ª, su pelo siempre est¨¢ en su sitio. Por supuesto que entretiene a la gente y tiene grandes habilidades. Pero es demasiado show y demasiado glamour. Prefiero a Gerrard, Xavi o Messi, que no se miran tanto a s¨ª mismos, sino al equipo".
Considerado el jugador m¨¢s medi¨¢tico por algunos estudios de mercado, Cristiano disfruta haciendo publicidad. El primero en apostar por ¨¦l fue el banco portugu¨¦s Esp¨ªrito Santo, que le pag¨® cuatro millones por cada nuevo contrato firmado de tres en tres a?os. Este banco ya ha lanzado su campa?a en Espa?a. Nike le pagar¨¢ 12 millones. Y en 2006 film¨® un anuncio para Coca-Cola, exclusivamente dirigido al mercado chino, por el que cobr¨® 1,5 millones. Los fot¨®grafos y los camar¨®grafos alaban su predisposici¨®n.
Ronaldo reserva un d¨ªa por semana a responder la correspondencia seleccionada por sus colaboradores. Hasta ahora firmaba las cartas con la r¨²brica CR7. En previsi¨®n, ya ha registrado otra marca, CR9, a la espera de que sea ¨¦se el n¨²mero que le conceda el Madrid. No quiere molestar a Ra¨²l, propietario del 7 madridista. Entre sus miles de fans hubo una joven holandesa que no se iba de la puerta de su casa. Ronaldo le pag¨® el billete de vuelta en avi¨®n a Holanda, pero la chica regres¨®. La polic¨ªa tuvo que desalojarla. "Es nuestro playboy", dijo de ¨¦l Evr¨¤, su compa?ero en el Manchester. "Ronaldo ama su cuerpo y se pasa las horas en el espejo", brome¨® el lateral izquierdo franc¨¦s. El a?o pasado sali¨® con una espa?ola, la mallorquina Nereida Gallardo, de 25 a?os, a quien conoci¨® en una discoteca de Palma.
En un viaje en avi¨®n de la Champions hubo un problema con la maleta de Ronaldo: era demasiado grande. El espigado Van der Saar, portero holand¨¦s del United, les gui?¨® el ojo a los periodistas y les dijo: "No le caben todos los cosm¨¦ticos". "Tengo un buen reloj, un brazalete de diamantes y algunos anillos, pero mucho dinero lo he invertido en el futuro", declar¨® Ronaldo, modosito, a la revista Hello! Pero el 8 de enero de 2009 sali¨® ileso de un accidente en el que estamp¨® su Ferrari contra las vallas de un t¨²nel en el aeropuerto de Manchester. El coche qued¨® destrozado. "Your car is too fast for you (tu coche es demasiado r¨¢pido para ti)", le cantaron los hinchas del Derby County.
El humor nunca ha faltado en el f¨²tbol ingl¨¦s, donde Ronaldo ha tenido una vida tranquila, alejada de las grandes fiestas del centro de la ciudad de Manchester. Le gustaba ir rodeado de su clan de amigos. A veces, demasiado. La Asociaci¨®n de Periodistas de F¨²tbol le dio el premio de Jugador del A?o en 2008 y el chico exigi¨®, un d¨ªa antes, que se sentaran cinco de sus amigos en la mesa presidencial. En caso contrario, no asistir¨ªa. Finalmente cedi¨® y acept¨® estar solo. Pero tampoco se libr¨® del esc¨¢ndalo cuando, en septiembre de 2006, unas prostitutas contaron en los peri¨®dicos que hab¨ªan sido contratadas por Cristiano para montar una org¨ªa en su casa junto a sus compa?eros y amigos Anderson y Nani. Celebraban la victoria ante el Tottenham y las cinco prostitutas se desplazaron 80 kil¨®metros desde Leeds.
Adem¨¢s de Scolari, su c¨ªrculo ¨ªntimo de amigos lo cierran Jorge Mendes y Ferguson. El primero gestiona su carrera y sus inversiones, aparte de ser su confidente. En cuanto a Ferguson, lo ha querido, lo ha protegido y lo ha pulido desde que quedara prendado de ¨¦l en un amistoso Sporting-Manchester del verano de 2003. Tambi¨¦n de origen humilde, el t¨¦cnico escoc¨¦s entendi¨® la psicolog¨ªa de su jugador. Y supo estimularlo a trav¨¦s de peque?as apuestas que Ronaldo fue ganando una tras otra. A pesar de que cuando lleg¨® a Old Trafford, con 18 a?os y esa querencia a no soltar el bal¨®n, choc¨® con los pilares del vestuario. "?Por qu¨¦ no pasas la pelota? Soy delantero, p¨¢same la bola", le grit¨® en un entrenamiento Ruud Van Nistelrooy, el delantero holand¨¦s con quien ahora va a reencontrarse en el Madrid. El entrenador apoy¨® a Ronaldo y el holand¨¦s vio la puerta de salida de Old Trafford.
Si bien hubo un cap¨ªtulo mucho m¨¢s decisivo en la eclosi¨®n del delantero portugu¨¦s. Se desencaden¨® en el Mundial de Alemania 2006. Portugal elimin¨® a Inglaterra en los cuartos de final despu¨¦s de que Rooney fuera expulsado tras pisar a Carvalho y a petici¨®n de Ronaldo, su compa?ero en el United. Inglaterra clam¨® contra Cristiano, convertido en el personaje m¨¢s odiado del pa¨ªs. En plenas vacaciones, Ferguson se present¨® en el Algarve y le asegur¨® al chico que el club le ayudar¨ªa a superar el trance. Al final, esa c¨®lera colectiva contra ¨¦l la transform¨® en una motivaci¨®n m¨¢s, como cuando los ni?os se burlaban de su acento de Madeira, y firm¨® una temporada impresionante: 42 goles, la Liga y la Champions. Ahora ya es el futbolista mejor pagado de la historia, por encima de Ibrahimovic, del Inter, que cobra 12 millones. Que pase el pr¨®ximo reto.
![Un gesto de Cristiano Ronaldo tras una de sus victorias deportivas.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/U2EHR6FBBGZTA7ORS47FI3YUSU.jpg?auth=fdd27f25363f3edbe268a057a4230cea64644cee4d83187099c308fd6657c1ad&width=414)
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