Virus ?Podr¨¢n con nosotros?
Es m¨¢s que probable que, en estos momentos, el virus ?bola est¨¦ matando a algunos seres humanos en zonas rec¨®nditas y boscosas de lugares como la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo o Gab¨®n, aunque la noticia nunca llegar¨¢ al mundo exterior. El vir¨®logo Dan Bausch, de la Universidad de Tulane en Louisiana (Estados Unidos), es uno de los expertos que acude al frente de batalla cuando uno de estos brotes mortales se desencadena. Algo as¨ª muy bien podr¨ªa suceder: una partida de cazadores encuentran una carcasa reciente de chimpanc¨¦, un regalo inesperado de la selva, o es posible que den caza a un mono infectado por el virus. Uno de los componentes de la expedici¨®n queda contagiado, quiz¨¢ al trocear la carne y mancharse de sangre. Morir¨¢ en pocas horas, pero lo ignora. A su regreso, extender¨¢ la condena de muerte a su familia; en casa, el hombre empieza a sentir s¨ªntomas parecidos a los de la gripe, fiebres altas y convulsiones, que luego se agravan hasta tal punto que sangra por los ojos, los o¨ªdos y la boca. Su mujer, que est¨¢ preocupada y le lleva agua, tambi¨¦n es atacada por el virus. "Pueden morir algunos m¨¢s en la casa, y entonces alguien m¨¢s en la aldea se da cuenta de que algo est¨¢ ocurriendo", ilustra Bausch. Si el pueblo es peque?o, lo m¨¢s probable es que sus habitantes lo abandonen por un miedo ciego a una enfermedad inexplicable. Desde luego, jam¨¢s han o¨ªdo la palabra ?bola. La familia ha ca¨ªdo bajo un sortilegio, una maldici¨®n o un mal de ojo, o quiz¨¢ alguien les ha envenenado por venganza. Con la huida, el virus se queda sin m¨¢s v¨ªctimas potenciales, pues ya no tiene carne que infectar, y "la cadena de contagio se detiene". Es s¨®lo un fotograma de una pel¨ªcula m¨¢s dram¨¢tica. Ocurre en otros rincones de ?frica. El argumento podr¨ªa ser muy bien ¨¦ste: el ?bola parece un virus al acecho, siempre dispuesto a abatirse sobre los seres humanos para destruirlos.
las autopsias de las v¨ªctimas del virus de machupo revelan que agujerea el cerebro
"la presi¨®n sobre la agricultura y la ganader¨ªa aumenta nuestra exposici¨®n a los virus de las granjas"
"a veces es peor un pasajero infectado en el metro que el m¨¢s ex¨®tico mercado de animales"
el mensaje de la biolog¨ªa no deja de ser inquietante, pero est¨¢ a a?os luz del cinematogr¨¢fico
Claro que el apelativo de inteligente puede ser discutido o rebatido cient¨ªficamente. El ?bola no es particularmente diferente a los dem¨¢s virus, un ente que ha nacido para infectar, programado para perpetuarse en aquellos a los que contagia. Hay otros insignes desconocidos en otras partes del mundo cuyas irrupciones causan el terror. En Bolivia, el virus de Machupo es letal y puede matar hasta un 30% de los infectados. Las autopsias de sus v¨ªctimas revelan que se ceba en el cerebro humano, agujereando las capas de las meninges que protegen las zonas cerebrales, y convirtiendo el fluido cerebroespinal en toda una suerte de l¨ªquido sangriento. Por extra?o que esto pudiera parecer, la epidemia de fiebres hemorr¨¢gicas que padeci¨® Bolivia durante los a?os sesenta tiene su origen en una revoluci¨®n social que comenz¨® en 1952, cuando los habitantes de San Joaqu¨ªn se quedaron sin empleo y tuvieron que ganar terreno a la selva para plantar ma¨ªz en las laderas que rodeaban el r¨ªo Machupo. As¨ª ofrecieron a un rat¨®n de campo del g¨¦nero Calomys una inesperada fuente de alimento. El virus infecta al roedor, pero normalmente no lo extermina, y es expulsado con la orina. Cualquier granero asaltado por los ratones se convirti¨® en una fuente de contaminaci¨®n. Con la limpieza del polvo en las casas, el virus en suspensi¨®n encontr¨® una nueva manera de entrar en los seres humanos: mediante la inhalaci¨®n, o quiz¨¢ a trav¨¦s de los cortes de cualquier herida.
En Norteam¨¦rica, una epidemia parecida comenz¨® en la llamada Zona de las Cuatro Esquinas, (llamada as¨ª al estar limitada por cuatro Estados, Arizona, Nuevo M¨¦xico, Utah y Colorado), en el coraz¨®n de una reserva de indios Navajo. En mayo de 1993, un hombre joven y atl¨¦tico se desmay¨® dentro de su coche mientras asist¨ªa al funeral de su novia. La autopsia revel¨® que ambos ten¨ªan los pulmones totalmente encharcados. A lo largo de ese a?o, los expertos revelaron la presencia de un nueva cepa de Hantavirus, un virus que finalmente se localiz¨® en las heces de los roedores. Muchos de los infectados hab¨ªan entrado en sus casas de invierno para abrir las ventanas y ventilar las habitaciones, y sin querer, respiraron las part¨ªculas microsc¨®picas virales contenidas en esas heces. Algo as¨ª puede matarle a uno. El virus entra en los pulmones con una ferocidad insultante, y en algunos casos su mortalidad puede ser del 70%. De los 54 casos registrados s¨®lo en 1994 en EE UU, el Hantavirus mat¨® a 32 personas.
Los virus que causan fiebres hemorr¨¢gicas suelen infectar a entre 150.000 y 200.000 personas cada a?o. La parte m¨¢s oriental de China, por ejemplo, registra unos 100.000 nuevos casos de la fiebre hemorr¨¢gica de Corea. Son muy espectaculares, suelen tener una letalidad alta, pero no pertenecen al grupo de los grandes matadores. En ocasiones, los virus tienen una capacidad formidable para cambiar su rostro, y mutar, lo que les hace m¨¢s temibles.
El de la inmunodeficiencia humana (VIH) acab¨® con dos millones de vidas en 2007, y la pandemia -que probablemente empez¨® silenciosamente a principios del siglo XX- ha extendido sus contagiosas garras a 33 millones de personas. Un estudio reciente publicado en la revista Nature ha mostrado que el VIH evoluciona dentro de cada persona a la que infecta, pero que adem¨¢s cambia lo suficientemente r¨¢pido para evitar el zarpazo del sistema inmune humano. Por eso el sida es una infecci¨®n que hoy por hoy no tiene cura. "Se trata de evoluci¨®n a toda velocidad, y eso es lo que estamos viendo en tan s¨®lo un par de d¨¦cadas", indic¨® a la agencia Reuters Philip Goulder, inmun¨®logo de la Universidad de Oxford y autor del estudio.
En este nuevo milenio surgi¨® el zarpazo del s¨ªndrome respiratorio agudo y severo (SARS) y la gripe aviar (que ha infectado a unas 429 personas y matado a 262, de ellas, 12 muertes en lo que va de a?o). A ello se suma la pandemia oficialmente declarada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) sobre un nuevo tipo de gripe en principio transmitida por los cerdos, desde que el pasado abril surgiera en M¨¦xico el primer caso. La pregunta que se hace el p¨²blico es: ?se est¨¢n volviendo los virus m¨¢s peligrosos que nunca?
Andrew Pekosz se las tiene que ver con los Hantavirus y otros pat¨®genos de la gripe en su laboratorio del departamento de Inmunolog¨ªa y Microbiolog¨ªa de la Universidad John Hopkins en Baltimore (EE UU). Es su trabajo, pero manejar microorganismos as¨ª requiere una rutina, trajes especiales de aislamiento y bastante dinero -los experimentos son mucho m¨¢s caros-. "Intentamos hacer toda la investigaci¨®n que podemos, averiguar c¨®mo estos virus causan enfermedades, pero eso se contrapone a un trabajo en condiciones de confinamiento para minimizar cualquier exposici¨®n al contagio. Son dos objetivos que a veces chocan entre s¨ª. En las habitaciones de aislamiento hay experimentos con estos pat¨®genos que no puedes hacer, sobre todo aquellos que necesitan mucho tiempo", explica Pekosz. En parte, por la limitaci¨®n que se deriva de trabajar con medidas protectoras. Parece que los virus han desenterrado el hacha de guerra. Pekosz responde que eso tiene mucho que ver con nuestro modo de vida. "El crecimiento de las poblaciones est¨¢ ejerciendo demasiada presi¨®n sobre la agricultura y los m¨¦todos de ganader¨ªa, que tienen que funcionar a gran escala y resultar muy eficientes para producir la carne que consumimos. Todo eso aumenta nuestra exposici¨®n a los virus de las granjas", argumenta. "Pero al mismo tiempo tambi¨¦n exponemos a los animales a nuestros propios virus".
eso es lo que ha sucedido con los cerdos. El virus de la gripe porcina afecta a un 30% del ganado porcino en Estados Unidos. Y los ganaderos a veces se contagian. Pero esta gripe no se transmit¨ªa de una persona a otra hasta que la historia cambi¨® radicalmente en M¨¦xico. Una nueva variante del virus (dentro del subtipo conocido como H1N1) salt¨® de los animales a los humanos con la habilidad para propagarse como la gripe convencional. Los virus, adem¨¢s, cobran m¨¢s protagonismo debido a que cada vez hay m¨¢s gente ocupando lugares que anta?o eran v¨ªrgenes. "Todo esto aumenta la exposici¨®n a nuevos pat¨®genos", afirma el investigador Pekosz. En resumen, una respuesta podr¨ªa ser un s¨ª matizado: nuestras costumbres, la superpoblaci¨®n y la presi¨®n que ejercemos sobre los ecosistemas facilitan y mucho el trabajo a los virus. El peligro siempre ha estado ah¨ª. Nos empe?amos cada vez m¨¢s en ir a su encuentro. Y los virus como el de la gripe son cambiantes y, evolutivamente hablando, muy ¨¢giles. No hay m¨¢s que pensar en los virus del resfriado com¨²n, o rinovirus. Cambian su genoma constantemente, hay cien subespecies, y aunque no son letales, tenemos que inmunizarnos contra ellos cada vez.
El vir¨®logo espa?ol Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y la Universidad Aut¨®noma de Madrid, es un reconocido experto internacional en Coronavirus, el microorganismo responsable del SARS, una de las m¨¢s mortales afecciones respiratorias del nuevo milenio, que puso en jaque a los pa¨ªses asi¨¢ticos entre noviembre de 2002 y julio de 2003. Enjuanes viaj¨® a China, y ¨¦stos podr¨ªan ser los apuntes del diario de un vir¨®logo que trata de comprender el entorno del enemigo, desgranados en un jugoso correo electr¨®nico: "Cuando uno visita en particular uno de estos mercados en China en los que se venden animales de distintas especies, concentrados en cajas apiladas por las que se deslizan los residuos de las especies que est¨¢n encima, se presiente el peligro. Esta concentraci¨®n de animales variados facilita la transmisi¨®n de infecciones entre animales dom¨¦sticos y silvestres que no tienen certificado de sanidad; y todos ellos est¨¢n en contacto pr¨®ximo con el hombre. Si se a?ade la elevada densidad de la poblaci¨®n, el peligro est¨¢ servido". Y explica que a veces es mucho peor un pasajero infectado en un metro atestado en hora punta que "el m¨¢s ex¨®tico mercado de animales".
El zarpazo del SARS dur¨® menos de un a?o, pero resulta inevitable preguntarle a Enjuanes sobre la comparaci¨®n con la pandemia de la nueva gripe mexicana derivada del cerdo. "El virus del SARS infect¨® a unas 8.000 personas y caus¨® 800 muertos, es decir, produjo una mortalidad del 10% entre las personas infectadas". En cambio, el n¨²mero de casos confirmados con el virus H1N1 de M¨¦xico ha alcanzado los 12.000, indica Enjuanes, y el n¨²mero de muertes atribuibles en todo el mundo "no llega a los 100, lo que implica una mortalidad en torno al 1%". Un trabajo macabro en el que este virus lleva invertidos menos de cuatro meses. "Esto puede hacer parecer que el Coronavirus causante del SARS sea mucho m¨¢s peligroso que el de la gripe mexicana, pero, en general, los cient¨ªficos tememos mucho m¨¢s al virus de la gripe porque se puede extender con mucha m¨¢s facilidad que el virus del SARS. ?ste es el verdadero peligro. La estirpe mexicana todav¨ªa est¨¢ evolucionando, y no sabemos si cuando se termine de adaptar va a ser m¨¢s virulento o se atenuar¨¢".
si tenemos en cuenta que la gripe convencional, seg¨²n la OMS, mata directa o indirectamente a entre 250.000 y 500.000 personas al a?o, ?cabr¨ªa preguntarse d¨®nde reside el verdadero riesgo de esta nueva gripe? En un estudio de urgencia, la revista Science anunci¨® su apoyo a la OMS al declarar el nivel de alerta de pandemia hasta el nivel 5 (el m¨¢ximo es el 6, y es posible que se alcance -o no- en los siguientes meses). De acuerdo con Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, "el brote de M¨¦xico desembocar¨¢ en una pandemia comparable a las que han ocurrido durante el siglo XX". Aunque en lo que se refiere a su impacto sobre la salud, es algo "dif¨ªcil de cuantificar".
Si retrocedemos el reloj del tiempo, en el siglo XX, la gripe habitual cada a?o ha atacado en ocasiones de forma muy virulenta. La pandemia de Hong Kong en 1968, causada por una variante del virus H3N2, se extendi¨® a todo el mundo y caus¨® cerca de un mill¨®n de muertes, fundamentalmente en gente de avanzada edad; la pandemia de 1957, tambi¨¦n conocida como gripe asi¨¢tica, identificada inicialmente en China, mat¨® a unos dos millones de personas, y la que queda en la retina, la gran pandemia de 1918, injustamente conocida como gripe espa?ola, puesto que el brote surgi¨® en un cuartel militar en Kansas (Estados Unidos), y fueron los militares estadounidenses quienes trajeron la gripe a Europa. Espa?a era un pa¨ªs neutral durante la I Guerra Mundial, y no ocult¨® los casos de gripe en los peri¨®dicos, al contrario que el resto de los contendientes, que silenciaron los estragos del virus entre sus tropas. Se estima que entre el 20% y el 40% de la poblaci¨®n mundial qued¨® contagiada, y las cifras de mortandad m¨¢s conservadoras se?alan el virus como responsable de la muerte de 25 millones de personas, aunque esta cifra podr¨ªa doblarse.
la gripe de 1918 tiene adem¨¢s una caracter¨ªstica particularmente inquietante. La pandemia no se origin¨® en una sola oleada, sino en tres. Los griposos militares estadounidenses que llegaron a Europa en abril de ese mismo a?o extendieron la enfermedad a Polonia, pero en esta primera oleada los s¨ªntomas fueron leves. Parad¨®jicamente, fue durante el verano -una ¨¦poca de luz y calor, elementos que no gustan a los virus de la gripe- cuando el agente infeccioso se hizo terriblemente virulento. En agosto produc¨ªa una neumon¨ªa tan intensa, que mataba de una forma extraordinariamente r¨¢pida. En s¨®lo dos d¨ªas, tras la aparici¨®n de los s¨ªntomas. En el campo militar de Devens (Massachusetts), el oto?o fue lo m¨¢s parecido al infierno, seg¨²n se desprende de la escalofriante carta de un m¨¦dico llamado Roy, fechada el 29 de septiembre de 1918: "Estos hombres empiezan con lo que parece ser un ataque de gripe, y cuando llegan al hospital desarrollan la m¨¢s viscosa neumon¨ªa que nunca se ha visto. (...) La muerte sobreviene en pocas horas, es, sencillamente, una lucha por respirar hasta que se asfixian. (...) Tenemos unos cien muertos por d¨ªa, y la cosa va en aumento". En invierno de ese mismo a?o se produjo la tercera ola de infecciones. Y al contrario que la gripe convencional, en esta ocasi¨®n la mitad de las muertes contabilizadas por el virus se produjeron en personas cuya edad oscilaba entre 20 y 40 a?os.
Hay dos similitudes con la nueva gripe. El virus de M¨¦xico parece atacar o infectar a gente joven, y tambi¨¦n causa una enfermedad leve (aunque en ese pa¨ªs se ha contabilizado el mayor n¨²mero de muertes, 75 de las 85 registradas hasta ahora). Los dos virus, el de 1918 y el de 2009, pertenecen al mismo subtipo, H1N1 (combinaciones de los ant¨ªgenos H y N). "Lo que tenemos aqu¨ª es una nueva cepa dentro de un subtipo que ya es conocido", indica Laragh Gollogly, editora del bolet¨ªn de la OMS. "El H1N1 fue tambi¨¦n el mismo subtipo de virus que produjo la pandemia de 1918, y tambi¨¦n el que produjo la epidemia de 1976 en Estados Unidos". En el moderno sistema de detecci¨®n y vigilancia sanitaria, los laboratorios identifican rutinariamente las cepas ya conocidas de gripe que circulan cada a?o. Cuando les llega una muestra inidentificable, la remiten a los Centros de Control de Enfermedades (CDC) en Atlanta (EE UU). A partir de aqu¨ª se desarrolla un test de diagn¨®stico, y la nueva cepa deja de serlo. Sin embargo, admite Collogly, se desconoce a¨²n c¨®mo se va a comportar este nuevo virus.
La OMS lanz¨® recientemente un mensaje expresando su temor a que el virus de la nueva gripe se recombinara con el virus de la gripe aviar (H5N1), muy letal a la hora de atacar a los humanos (si bien existen muy pocos casos de contagio de persona a persona). Y si hablamos de virus, la recombinaci¨®n y la mezcla en los animales que infectan es una realidad. El cerdo, por ejemplo, podr¨ªa quedar infectado por el virus gripal de un ave y de un humano, funcionar como un laboratorio para producir mutantes y devolv¨¦rselos al hombre. La gripe es end¨¦mica, est¨¢ en los perros, en la gente, en las aves, en los gatos... Es posible que un hu¨¦sped pueda ser infectado por dos subtipos y ¨¦stos se mezclen, nos dice Gollogly. "No sabemos con cu¨¢nta frecuencia sucede". El mutante entre el H1N1 y el H5N1 "es una posibilidad", matiza. "Pero tambi¨¦n puede recombinarse con centenares de otros subtipos conocidos, o quiz¨¢ no lo haga. Todas las opciones est¨¢n abiertas".
esta variante del h1n1 se compone de ocho segmentos o genes cuyo origen hay que buscarlo en las aves, de acuerdo con el primer genoma parcial realizado hasta la fecha. ?ste es el fruto del trabajo de un equipo internacional de expertos liderados por Rebecca Garten, de la OMS. Los segmentos se han recombinado y mezclado en los cerdos en varias ocasiones desde la famosa pandemia de 1918 hasta 1998, y han tomado pedazos gen¨¦ticos del virus humano, del virus aviar y de los propios cerdos. El mensaje de la biolog¨ªa no deja de ser inquietante, pero est¨¢ a a?os luz del cinematogr¨¢fico, que proyecta pandemias de millones de personas fulminadas por un microsc¨®pico supermutante. En opini¨®n de Gollogly, la epidemia de nueva gripe probablemente no dejar¨¢ la huella de la gran pandemia de 1918. "No tenemos base cient¨ªfica para afirmar que algo as¨ª va a suceder de nuevo". Se?ala que se trataba de una "¨¦poca en la que no hab¨ªa antibi¨®ticos", en referencia a las infecciones bacterianas secundarias que frecuentemente favorecen la propagaci¨®n por virus. "Ni exist¨ªa un sistema de vigilancia de la gripe como el actual".
la microbi¨®loga Doris Butcher, del New York Medical College, cultiva virus en embriones de pollo. As¨ª proporciona a las compa?¨ªas farmac¨¦uticas el material necesario para fabricar millones de dosis de vacuna. Es el primer eslab¨®n de la cadena que inmuniza cada a?o a millones de personas contra la gripe. Butcher es consciente, no obstante, de que el peligro de los virus siempre ha existido. Y ahora, el turismo y la movilidad hacen m¨¢s f¨¢cil que nos topemos con ellos en sus ecosistemas primigenios. En referencia a la nueva gripe, explica por tel¨¦fono desde Nueva York que "este nuevo virus no parece que sea peor que el de la gripe convencional, pero se est¨¢ transmitiendo muy bien". Sin embargo, cada a?o, s¨®lo en Estados Unidos, mueren unas 36.000 personas por culpa de la gripe convencional, indica Butcher. Y con respecto al H1N1, "no ves aqu¨ª a la gente poni¨¦ndose azul; pero es un virus, puede mutar y hacerse m¨¢s virulento con el tiempo". Aparte de los antibi¨®ticos y las vacunas -quiz¨¢ la de la nueva gripe podr¨ªa estar disponible el pr¨®ximo octubre-, la otra cara de la moneda es el da?o que esta gripe pudiera hacer en los pa¨ªses en desarrollo, ya devastados por enfermedades tropicales que matan millones de personas cada a?o. La conclusi¨®n de Butcher es optimista: "Pa¨ªses como India pueden producir gen¨¦ricos del Tamifl¨² y el f¨¢rmaco Azatanavir, y he o¨ªdo rumores sobre una compa?¨ªa que va a donar 50 millones de dosis a la Organizaci¨®n Mundial de la Salud para los pa¨ªses en desarrollo".
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