"Tengo aqu¨ª un 'stock' de 'fruta' seca para Navidad""
?sta es una de las escuchas telef¨®nicas interceptadas por los investigadores en las conversaciones entre Espa?a e Italia. Dos brokers napolitanos (uno habla desde Espa?a, el otro desde Italia) pactan el traslado en el doble fondo de un coche de 150 bancales (kilos) de "fruta seca", es decir, de coca¨ªna.
Bravo. T¨ªo? buenas noches, ?c¨®mo va la cosa?
Alpha. Estoy fuera, tengo una buena noticia que darte. Vuelvo pasado ma?ana.
Bravo. No... Si os he llamado as¨ª?
Alpha. ?El coche en qu¨¦ punto est¨¢?
Bravo. Al coche le he quitado el motor? He cogido ya todas las piezas y est¨¢ en el chapista?
Alpha. No? No? Un momento. Quer¨ªa dar una noticia? Tengo aqu¨ª unas cajas porque estoy haciendo operaciones para un stock de fruta? Fruta seca para Navidad? Digamos que tiene un porcentaje alt¨ªsimo, buena, buena, buena?
Bravo. He entendido.
Alpha. Lo hablamos cara a cara, venga.
Bravo. Est¨¢ bien... Pero dado que son 150 bancales quer¨ªa saber si?
Alpha. Pregunta a alguno si le interesa al mercado un poco de esta fruta muy importante?
Bravo. Va benissimo...
En otras conversaciones, se trata del precio de la fruta, de la exportaci¨®n desde Colombia, Bolivia, Ecuador y Venezuela a Espa?a, de alijos que surcan el Atl¨¢ntico con destino al puerto de Salerno, o hacia Inglaterra, Alemania, Holanda? Las escuchas revelan que los carteles latinoamericanos se comunican con las mafias italianas con total naturalidad. Y que las mafias italianas dominan Europa sin despeinarse.
La met¨¢fora de la fruta no es muy original, ni siquiera muy secreta: muchos alijos llegan a Europa en barcos que transportan pl¨¢tanos. "Lo importante es que el precio que consiguen comprando la droga juntos es imbatible, y que la fruta suele ser de primera calidad", afirma Cannavale. "Calculamos que ganan siete veces lo que invierten".
M. M., Roma
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