De Prada, pero no tan diablo
Un documental reivindica la figura de la editora del 'Vogue', Anna Wintour - 'The September issue' rompe el 'clich¨¦' que la tacha de mujer dura e impasible
Dama de hielo. Mujer drag¨®n. Wintour nuclear. Los apodos que medios y cr¨ªticos de moda han vertido sobre la c¨¦lebre editora de Vogue han forjado la imagen de una mujer dura, impasible, incapaz de sentir piedad por sus subordinados. Una de sus antiguas asistentas, Lauren Weisberger, public¨® en 2003 la novela El diablo viste de Prada, retrato despiadado que acab¨® convertido en pel¨ªcula y por el que Meryl Streep fue nominada al Oscar. Wintour dijo poco sobre aquel largometraje. Simplemente decidi¨® acudir al estreno de Nueva York vestida de Prada.
?sa es la verdadera Wintour, una mujer con sentido del humor, que queda al desnudo en el documental The September issue, estrenado el viernes en el festival Silverdocs de Washington. El suyo es un gusto desmesurado por la precisi¨®n y la eficiencia que le han garantizado permanecer 20 a?os en la c¨²spide, al mando de la revista m¨¢s influyente en la moda mundial. Ella sabe que de sus decisiones depende, en parte, un sector que mueve anualmente 200.000 millones de euros.
Su contrapeso es Grace Coddington, directora creativa de la revista
El filme retrata los meses de trabajo antes del n¨²mero de septiembre de 2007
El documental retrata los nueve meses que precedieron a la publicaci¨®n del n¨²mero de septiembre de 2007. Meses antes, el director, RJ Cutler, ley¨® un art¨ªculo sobre las supuestas maldades de Wintour y decidi¨® plantear un largometraje que mostrara al mundo el trabajo en Vogue sin maquillaje. Wintour, sorprendentemente, acept¨®. "Fue algo muy personal", explica Cutler. "A lo mejor no lo pens¨® bien". Improbable. "A lo mejor pens¨® que era una forma de dejar un legado. No nos explic¨® las razones. Simplemente se puso a trabajar".
El largometraje empieza cuando Wintour acude a ver la nueva colecci¨®n del dise?ador de YSL, Stefano Pilati. ?l habla de sus problemas, del estr¨¦s, el nerviosismo... Habla y habla. Wintour, aburrida, quiere ver dise?os. Ni siquiera le mira a la cara. Parece que, de un momento a otro, vaya a coger ella misma las perchas e inspeccionar las prendas. ?sa es la Wintour que el documental muestra en su d¨ªa a d¨ªa. Una persona que debe aplicar algo de raciocinio a un mundo ca¨®tico y alocado.
Cuando env¨ªa al fot¨®grafo s¨²per estrella Mario Testino a retratar a Siena Miller en Roma, ¨¦ste regresa con unas preciosas fotos de su cara. "?Y la ropa? ?D¨®nde est¨¢ la ropa?", exclama Wintour. "Necesitamos ropa. Somos una revista de moda...".
Lo suyo no es s¨®lo poder. Soluciona problemas. En una reuni¨®n con anunciantes, un directivo de la cadena Neiman Marcus le da las gracias por conseguir que los dise?adores hayan aceptado utilizar telas m¨¢s ligeras para pa¨ªses calurosos. Luego se queja de que las empresas de distribuci¨®n no llenan los almacenes con suficiente rapidez. Wintour se pregunta, con una risa: "?Que tengo que hacer? ?Alquilar un cami¨®n?".
Por supuesto, Wintour es dura en el trato personal, ¨¢spera en la epidermis. Siempre tiene a mano sus enormes gafas de sol de Chanel, que lleva a reuniones y comidas. Pero en el largometraje abre su coraz¨®n. Reconoce, al final, que su relaci¨®n con su padre fue fr¨ªa y distante. Y que sus hermanos encuentran su trabajo "simplemente divertido". Admite que sabe que intimida, pero opina que es algo que afecta a todos los profesionales de la moda. "Hacemos que la gente se sienta insegura, excluida, que no son parte del grupo fabuloso. Lo s¨¦".
Su coraz¨®n habla m¨¢s con hechos que con palabras. Su contrapeso en el filme es Grace Coddington, directora creativa de la revista, una mujer de extravagante pelo rojo, una visionaria de la moda, capaz de montar en segundos una sesi¨®n fotogr¨¢fica del m¨¢s alto nivel. Es la ¨²nica que rebate sus decisiones, por pura pasi¨®n y amor a su trabajo. "No temas, no dudes, no te dejes intimidar. Nunca te dejes intimidar", le aconseja a un joven editor que tiembla ante la presencia de Wintour.
Coddington, que era modelo y sufri¨® un grave accidente de coche, ha trabajado con Wintour 20 a?os. Es su mano derecha, la mujer que siempre aparece a su lado en desfiles y fiestas. Es su lado desmesurado y rom¨¢ntico, la otra parte de Vogue, a la que la directora profesa una absoluta lealtad. "Son leyendas de la moda, mujeres que han cambiado ese mundo", explica el director. "Cuando dejen su trabajo no habr¨¢ forma de reemplazarlas. No habr¨¢ m¨¢s".
![Anna Wintour, en una escena del documental <i>The September issue</i>.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/AP442JXRWIY4NGZJRIWGOCGPDQ.jpg?auth=08aa79ae9688f9effbc73b0668b1cc99884baf6bf9ae473b8ec420d9ad75fb29&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.