"Hay que desprenderse del ego"
El artista Bill Viola (Nueva York, 1951), uno de los pioneros del videoarte, es un m¨ªstico que trabaja con la herramienta electr¨®nica por excelencia. Ayer estaba en Girona. En el nuevo Museo B¨°lit, Viola present¨® su pieza The messenger en el marco del proyecto Noches oscuras del alma, en el que tambi¨¦n se incluyen dos magn¨ªficas piezas de los videoartistas Manuel Saiz y Toni Serra. La exposici¨®n forma parte del programa del Festival de M¨²sicas Religiosas de Girona, que se abre hoy.
Pregunta. Usted se mueve entre muchas l¨ªneas: entre el arte, la antropolog¨ªa, la m¨ªstica, la filosof¨ªa, la religi¨®n...
Respuesta. Espiritualidad, tal vez. Cuando oigo la palabra religi¨®n pienso en una instituci¨®n pol¨ªtica. No me interesa la religi¨®n. Entiendo la espiritualidad como el camino para salir de uno mismo. Me gusta la explicaci¨®n suf¨ª que compara al hombre con un p¨¢jaro que ha aprendido a volar con la jaula puesta. No podemos salir de la jaula, estamos atrapados en nuestro cuerpo. As¨ª que, si quieres volar, mejor aprendes a hacerlo con esta cosa alrededor tuyo. Uno intenta siempre salir de la caja, y esto es lo que b¨¢sicamente es el arte.
El artista expone en Girona en el marco del Festival de M¨²sicas Religiosas
"Entiendo la espiritualidad como el camino para salir de uno mismo"
P. ?Trascendencia? ?Ha tenido experiencias con drogas alucin¨®genas, con rituales cham¨¢nicos, con esos atajos que tanto definen a su generaci¨®n?
R. S¨ª, cuando era joven tuve experiencias con drogas, y s¨ª, es exactamente esto, un camino artificial para cambiar la consciencia. Los seres humanos siempre han buscado maneras de trascender a s¨ª mismos; con hierbas y drogas o tambi¨¦n con t¨¦cnicas como no dormir durante tres d¨ªas. Todas las culturas del mundo han desarrollado este tipo de t¨¦cnicas. Desgraciadamente, hoy en d¨ªa se utiliza como un sistema de tortura. Lo que mi pa¨ªs hizo a la gente de la prisi¨®n de Abu Ghraib en Irak, aisl¨¢ndolos, manteni¨¦ndoles despiertos durante d¨ªas seguidos, son las mismas t¨¦cnicas que hoy en d¨ªa se pueden encontrar en Nepal o en T¨ªbet, donde monjes se meten en peque?as cuevas mirando hacia dentro durante seis d¨ªas y s¨®lo salen a ver la luz el s¨¦ptimo, tratando de concentrar su mente. Las torturas inventadas por la CIA son id¨¦nticas a las pr¨¢cticas de los maestros budistas que buscan el conocimiento; en un caso llevan a la iluminaci¨®n, en otro al odio. Los artistas tambi¨¦n tenemos nuestros caminos para llegar a donde queremos ir. Todos queremos ser los mejores, hacer la pieza que va a dejar a todo el mundo impresionado, y justamente lo que debemos hacer es echar afuera a este tipo presuntuoso que llevamos dentro. Hay que desprenderse del ego. Porque hoy en d¨ªa lo que m¨¢s hay es ego-arte o arte-econ¨®mico, que consiste en adivinar lo que el mercado quiere y d¨¢rselo.
P. ?C¨®mo produce su trabajo? ?ltimamente no pocos artistas han cruzado la l¨ªnea para hacer directamente cine.
R.
La secuencia de producci¨®n, en mi caso, fue muy especial. Al principio ten¨ªa que estar solo y usaba m¨¦todos caseros. Pero llega un momento en el que se alcanzan determinadas fronteras. Uno de esos momentos me sucedi¨® en 1988. Ten¨ªa una beca para hacer un trabajo en el desierto. Iba a ser la obra de mi vida (?tach¨¢n!). En cinco o seis meses grab¨¦ 180 cintas de v¨ªdeo, y me bloque¨¦, no pod¨ªa pensar en nada. Perd¨ª la inspiraci¨®n durante dos a?os. Entonces muri¨® mi madre. Luego mi padre se puso enfermo, justamente entonces yo estaba interesado en la pintura de los primitivos flamencos, y de pronto entend¨ª el arte hist¨®rico. Recuerdo que visit¨¦ el Art Institute de Chicago y me puse a llorar viendo la imagen de la Virgen llorando, y me di cuenta de que el arte hac¨ªa algo por m¨ª. Decid¨ª que quer¨ªa que mis v¨ªdeos reflejaran lo que estaba aprendiendo y que necesitaba otra calidad de imagen; un buen c¨¢mara, buena iluminaci¨®n, etc¨¦tera. Un proceso que me lleva a realizaciones con grandes presupuestos y complejas infraestructuras, similares a las de Hollywood.
P. ?Sus piezas pasan tambi¨¦n por el mismo proceso del cuadro, que s¨®lo est¨¢ acabado cuando el artista as¨ª lo ve, aunque haya estado sin tocar durante meses?
R. Saber cu¨¢ndo algo est¨¢ acabado es muy dif¨ªcil. A veces tengo ideas que se tiran diez a?os en mi libreta de notas sin saber c¨®mo van a desarrollarse. Me puedo sentir inseguro o confuso, y de pronto vienen de nuevo a la cabeza y necesito hacerlo. Tiene que ver con nuestro desarrollo interior, sobre el que a menudo ni siquiera tenemos acceso. Pero si uno escucha a sus sentimientos, sabr¨¢ cuando es correcto.
Babelia
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