?Por qu¨¦ no devolver el 'dinero rojo'?
Partidos y sindicatos recuperaron sus bienes tras la dictadura, pero 1.500 familias no - Luchan por cerrar heridas y recuperar lo que era suyo
Cerca de 1.500 familias descubrieron hace cuatro a?os que compart¨ªan un papel que hab¨ªan guardado durante 70, un recibo con la leyenda: Fondo de papel moneda puesto en circulaci¨®n por el enemigo. Se reunieron en la Asociaci¨®n de Perjudicados por la Incautaci¨®n del Gobierno Franquista, y juntaron todos aquellos papeles ra¨ªdos, con las cantidades que los vencedores les hab¨ªan arrebatado escritas a mano. Sumaron 14 millones de euros. Hoy, los hijos del enemigo, de los rojos, reclaman al Estado que se los devuelva.
Los partidos pol¨ªticos y los sindicatos s¨ª recuperaron durante la Transici¨®n lo que Franco les hab¨ªa arrebatado, como tambi¨¦n lo han hecho familias jud¨ªas alemanas, ortodoxos rusos y m¨¢s v¨ªctimas de otras dictaduras del siglo XX. Para compensar a los jud¨ªos expoliados por los nazis, se crearon tras la II Guerra Mundial, por ejemplo, comisiones especiales para ajustar las cuentas y devolver a cada uno lo suyo, y a¨²n hoy se resuelven casos por v¨ªa judicial. Otras democracias como la argentina lograron devolver los bienes, tarea m¨¢s f¨¢cil con una dictadura m¨¢s reciente. ?Son 70 a?os de espera demasiados para actuar hoy? El Gobierno lo rechaza por dif¨ªcil. Para las familias nunca ser¨¢ tarde, una posici¨®n que llev¨® recientemente CiU al Congreso.
El total requisado asciende a 14 millones de euros, seg¨²n los afectados
"Mi abuelo no quiso luchar por lo suyo personal", relata Carmen Negr¨ªn
Franco abri¨® expedientes a los muertos para expoliar a las viudas
Con el dinero robado se pagaron pensiones a v¨ªctimas del bando nacional
Roberto Rodr¨ªguez, de 68 a?os, lleva toda la vida regentando una humilde pensi¨®n en Madrid, pero es un hombre rico. Lo dicen dos viejos papeles, los recibos de las 9.000 y 9.535 pesetas que su padre y su abuelo tuvieron que entregar a Franco "el tercer a?o triunfal". Era un fortun¨®n para la ¨¦poca y lo ser¨ªa hoy, en euros. Su familia lo entreg¨® d¨®cilmente en el Ayuntamiento de Cabeza de Mesada (Toledo) porque ten¨ªa miedo y, por el mismo motivo, nunca se atrevi¨® a reclamarlo: "Se arriesgaban a que los mataran por rojos. Bastante era haber salvado la vida. A mi t¨ªo L¨¢zaro lo fusilaron en 1939. Mi padre tuvo tambi¨¦n que ir a entregar su parte: 7.000 pesetas. ?Qu¨¦ republicano iba a atreverse a pedirle nada a Franco? ?Mi padre habr¨ªa dejado ocho hu¨¦rfanos!".
Que hubiesen enterrado a los due?os de aquel dinero en fosas comunes tras haberlos fusilado de espaldas nunca fue impedimento para que reclamaran su dinero y sus bienes. "Abrieron expedientes a los muertos s¨®lo para quedarse con el dinero. Se lo quitaban a las viudas, a los hijos", explica el catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Zaragoza, Juli¨¢n Casanova. "Fue una rapi?a. Y con ese dinero empez¨® a pagar Franco la reparaci¨®n de las v¨ªctimas de su bando (protecci¨®n de fosas de nacionales, pensiones, ayudas, becas...). El estanco del republicano pasaba a ser del ex combatiente, y los vencedores se repart¨ªan el dinero de los vencidos".
Los ganadores arrebataron a los perdedores todo cuanto ten¨ªan. Fusilaron a decenas de miles de padres de familia, expoliaron a las viudas, recaudaron sin miramientos el dinero imprescindible para alimentar a sus hijos durante la posguerra, les despojaron de su medio de vida, su oficio, depurando a los maestros, requisando los peque?os comercios, bares, restaurantes que ten¨ªan, y todo, por ley. Un BOE de septiembre de 1938 da cuenta de las ¨®rdenes al Banco de Espa?a para requisar el dinero rojo. Con ese documento, las familias afectadas acuden 70 a?os despu¨¦s al Gobierno. "Si nos lo quit¨® el Estado, nos lo ha de devolver el Estado", repite Lidia Jim¨¦nez, tesorera de la asociaci¨®n de afectados.
Franco utiliz¨® dos mecanismos para empobrecer y humillar al enemigo: las juntas provinciales de incautaci¨®n, que fue abriendo como sucursales seg¨²n avanzaba su ej¨¦rcito, y la Ley de Responsabilidades Pol¨ªticas, a la que recurri¨® como un m¨¦todo de represi¨®n, pero, sobre todo, de incautaci¨®n. "As¨ª es como hizo su bot¨ªn", explica Casanova. "La ley buscaba responsabilidades pol¨ªticas, pero en realidad era un mecanismo confiscador. Muchas veces iban a por alguien porque ten¨ªa dinero. Hasta 1941 se abrieron unos 125.000 expedientes, y, despu¨¦s, otros 200.000. Impon¨ªan penas privativas de libertad, pero sobre todo, econ¨®micas, requisando sus bienes y oblig¨¢ndoles a pagar multas muy fuertes. Y la Ley de Responsabilidades Pol¨ªticas fue tambi¨¦n un m¨¦todo para saldar cuentas. Unos vecinos se denunciaban a otros para quedarse luego con su bar, su peque?o comercio...".
Y con todo, aquel millar de familias logr¨® salir adelante. "Mis padres sufrieron mucho. Mi padre volvi¨® muy enfermo de luchar en el frente y poco despu¨¦s mi madre tuvo que entregar las 7.300 pesetas que ten¨ªan ahorradas en el Ayuntamiento. Se quedaron sin nada. No ten¨ªamos ni para comer", relata Mar¨ªa Casals, de San Vicente de Castellet (Barcelona). "Recuerdo una vez que mi padre pasaba en tren por delante de mi casa. Ven¨ªan de Valencia y me lanz¨® unas naranjas. No pude coger ni una porque empezaron a salir unos ni?os hambrientos de todas partes y se las llevaron todas. Mis padres lo pasaron muy mal. Sin trabajo, sin dinero, despu¨¦s de una guerra... Salimos adelante porque siempre hay gente buena y el due?o de una tienda nos permit¨ªa comprar sin dinero, con la promesa de ir devolvi¨¦ndoselo. No s¨¦ si entonces sabr¨ªa lo que nos hab¨ªa pasado, porque la gente no hablaba de esas cosas, por miedo, pero nos ayud¨®".
Mar¨ªa, como Roberto, no necesita ahora ese dinero como entonces le urg¨ªa a sus padres para sobrevivir. "Pero mis padres sufrieron mucho injustamente y estar¨ªan contentos de que yo est¨¦ peleando por ellos", explica Mar¨ªa. Para Roberto es una cuesti¨®n de dignidad: "Toda la vida fuimos los apestados, los rojos. Nos miraban como si llev¨¢ramos el diablo encima. Parece que les estoy viendo... Si quiero recuperar ese dinero es para dignificar a mi familia, pagar por lo que tuvo que sufrir".
"Es suyo", repite Lidia Jim¨¦nez. "Esperamos a que llegara la democracia, porque pensamos que la democracia lo pondr¨ªa todo en su sitio. Los partidos pol¨ªticos y los sindicatos recuperaron lo que les hab¨ªan quitado, y nosotros no. Seguimos esperando, despu¨¦s, a que se aprobara la Ley de Memoria Hist¨®rica, y tampoco nos incluy¨®. ?Cu¨¢nto m¨¢s tenemos que esperar? ?Que lo solucionen ahora, que los afectados a¨²n est¨¢n vivos! Vamos contrarreloj porque son gente muy mayor y no est¨¢n pidiendo subvenciones, est¨¢n reclamando lo que es suyo. Y ese dinero est¨¢ en las arcas del Estado porque fue el Estado el que nos lo incaut¨®".
Lidia se enfada. "Todos los partidos pol¨ªticos nos han dicho que entienden nuestro caso y el da?o causado, pero nadie se atreve a solucionarlo. ?Por qu¨¦ a otros s¨ª y nosotros no?".
Recientemente, el diputado de CiU Jordi Xucl¨¢ pidi¨® a la Comisi¨®n Constitucional del Congreso votos para aprobar una proposici¨®n no de ley para elaborar un censo de perjudicados por las incautaciones franquistas y tratar de resarcirles. "Este Parlamento repar¨® a los partidos pol¨ªticos y a los sindicatos", y "por verg¨¹enza" no ha sido capaz de reparar a los ciudadanos de la Espa?a de los vencidos, a?adi¨®. PP y PSOE votaron juntos en contra de la propuesta. El socialista Jes¨²s Quijano aleg¨® que la elaboraci¨®n de ese censo podr¨ªa despertar en los perjudicados falsas esperanzas y que, en cualquier caso, no hab¨ªa pruebas documentales que permitieran devolver el dinero incautado durante el franquismo. CiU tambi¨¦n solicit¨® que se reparara al clero afectado por las colectivizaciones anarquistas de 1936.
Franco entr¨® vencedor en Espa?a, y se sirvi¨®. De todo cuanto hab¨ªa. Rob¨® a los ricos y a los pobres; a los pol¨ªticos y a los agricultores. "Por ejemplo, las m¨¢quinas del peri¨®dico Solidaridad Obrera, que en Barcelona compet¨ªa con La Vanguardia, pasaron a manos de los vencedores y empezaron a imprimir Solidaridad Nacional", relata Casanova.
Por supuesto, el dictador tambi¨¦n se apropi¨® del patrimonio de los partidos y los sindicatos, como CGT y UGT, que hab¨ªan acumulado mucho dinero con las cuotas de sus afiliados adem¨¢s de disponer de numerosos inmuebles. Los pactos de la transici¨®n permitieron que los recuperaran, no as¨ª las familias republicanas o las ¨¦lites que hab¨ªan huido al exilio, como el propio jefe del Gobierno de la Rep¨²blica, Juan Negr¨ªn.
Su nieta, Carmen Negr¨ªn, sigue peleando en los tribunales por aquel patrimonio. "Eran m¨¢s de 25 propiedades, algunas muy importantes, sobre las cuales han construido, vendido y vuelto a vender. Los compradores, inclusive cuando es el Estado, suelen decir que lo compraron legalmente. El vendedor, obviamente, por lo general era alg¨²n amigo del r¨¦gimen. ?Su valor? Varios centenares de millones de euros actualmente".
Para Carmen Negr¨ªn esa pelea es "una cuesti¨®n de principios". "Cuando yo era ni?a y le preguntaba al abuelo: '?Por qu¨¦ no vamos a ver d¨®nde viv¨ªas antes?' , se re¨ªa y dec¨ªa que ya no hab¨ªa nada que ver. En cierta forma, ten¨ªa raz¨®n. Despu¨¦s he sabido que segu¨ªa el tema de lejos".
Su padre puso a una de sus empresas el nombre de una de las fincas que les hab¨ªan robado, y uno de los t¨ªos de Carmen, Juan, luch¨® en nombre de los herederos por recuperar los bienes. "En cierta forma, pienso que mi padre y mis t¨ªos han sido posiblemente m¨¢s afectados que mi abuelo, que era m¨¢s realista. Hab¨ªa luchado por la Rep¨²blica, pero ya no estaba dispuesto a luchar adem¨¢s, por lo suyo personal. Miraba hacia el futuro, y por eso, para ¨¦l, lo m¨¢s importante era que cada uno de nosotros tuviera una educaci¨®n que nos permitiera ser aut¨®nomos, sin contar con nada de otra vida anterior".
?Tienen alguna oportunidad estas familias de recuperar lo que es suyo? "En otras dictaduras con procesos de incautaci¨®n fuertes, como la argentina, este tema se ha solucionado, pero hab¨ªa pasado muy poco tiempo. Aqu¨ª el gran problema son los 70 a?os de diferencia", explica Casanova. "La gran ¨¦lite pol¨ªtica de la Rep¨²blica muri¨® en el exilio. Si hubiesen vuelto al morir Franco, no s¨®lo podr¨ªan haber iniciado ese proceso de reparaci¨®n en la transici¨®n, la hubiesen protagonizado".
Los jud¨ªos reclamaron los bienes que les hab¨ªan arrebatado los nazis en las comisiones de compensaci¨®n, creadas nada m¨¢s terminar la guerra. Los que perdieron aquella oportunidad todav¨ªa reclaman sus bienes por la v¨ªa judicial, sobre todo, obras de arte.
"El modelo de reparaci¨®n de las expropiaciones es muy amplio, e incluye a las dictaduras comunistas. "En la antigua URSS se prohibi¨® la religi¨®n y requisaron todos los bienes de la Iglesia. Con el tiempo han recuperado su patrimonio. La Iglesia ortodoxa ha salido muy fortalecida de esa reparaci¨®n", a?ade Casanova. "Pero aqu¨ª el problema es el tiempo".
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