Vacaciones macrobi¨®ticas
Sha Wellness Clinic, un hotel 'spa' frente a la bah¨ªa de Altea
Existe el m¨¦todo SHA? Es lo primero que uno se pregunta al recalar en los Altos del Albir, una gigantesca urbanizaci¨®n vacacional surgida al calor del agosto inmobiliario a los pies de sierra Helada, entre Altea y Benidorm. Ah¨ª ten¨ªa su refugio veraniego la familia Bataller hasta que un d¨ªa Alfredo, el patriarca, se las vio por un problema de salud con el japon¨¦s Michio Kushi, adalid de la terapia macrobi¨®tica o la b¨²squeda del bienestar a trav¨¦s de la dieta. Y pese a que el litoral no est¨¢ para grandes lujos, encarg¨® al arquitecto uruguayo Carlos Gilardi el proyecto de un hotel de cinco estrellas en su finca, con voladizos ajardinados, cascadas de varios pisos, cristaleras con vistas al pe?¨®n de Ifach, piscinas y terrazas panor¨¢micas, patios interiores bot¨¢nicos, salas de conferencias, biblioteca diet¨¦tica y un spa-wellness de 1.300 metros cuadrados asistido por facultativos dispuestos a quitarle a uno algunos kilos de m¨¢s. O las arrugas propias de la edad... Incluso esos vicios tan incorregibles como el de fumar o el de zamparse unas lonchas de pata negra. Dicen que Gwyneth Paltrow, Giselle Bundchen, Kylie Minogue y Madonna lo han intentado.
SAH WELLNESS CLINIC
PUNTUACI?N: 7,5
Categor¨ªa: 5 estrellas. Direcci¨®n: Verderol, 5. Albir, L'Alf¨¤s del Pi (Alicante). Tel¨¦fono: 966 81 11 99. Fax: 966 86 45 28. Internet: www.shawellnessclinic.com. Instalaciones: jard¨ªn, p¨¢del, putting-green de golf, piscina climatizada, salas de convenciones (315 personas), gimnasio, spa, sal¨®n, comedor, restaurante al aire libre. Habitaciones: 64 j¨²nior suites, 29 suites. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, mascotas admitidas, transporte al aeropuerto. Precios: todo el a?o, desde 250 euros + 7% IVA, desayuno incluido; programa SHA Feeling, 400 euros + 7% IVA por persona, dos noches, chequeo m¨¦dico, diversos tratamientos terap¨¦uticos, actividades diarias (yoga, taichi, clases de cocina saludable) y dieta macrobi¨®tica.
Atm¨®sfera oriental
El lugar apabulla al entrar, pero despu¨¦s se atempera en la sucesi¨®n escalonada de cinco m¨®dulos que vertebra el complejo, dos de ellos a¨²n sin terminar por las vicisitudes hipotecarias del momento. El interior, obra de Elvira Blanco, est¨¢ decorado seg¨²n los principios est¨¦ticos del minimalismo, aqu¨ª justificado por la atm¨®sfera oriental que inspira lo macrobi¨®tico, pese a que el gur¨² Kushi no figura ya en el elenco hipocr¨¢tico del proyecto hotelero. Sus 93 habitaciones ¨²tiles y el sinn¨²mero de servicios puestos a disposici¨®n de los hu¨¦spedes no bastan para que el SHA sea considerado por sus promotores como un hotel. Es, quieren, una cl¨ªnica de sanaci¨®n f¨ªsica y espiritual. Un sanatorio vacacional de gente tranquila y ensimismada que da gusto ver deambular bien hidratada por el d¨¦dalo de pasillos interiores, ambientados con m¨²sica new age, y rezongar en las camas balinesas (modelo Gand¨ªa Blasco) que decoran el parterre chill out abierto a la Olla de Altea. En honor a la verdad, lo macrobi¨®tico, cocinado como se cocina aqu¨ª, supone un placer inesperado para el paladar. Y si encima sienta bien...
Nada de ayunos espartanos ni de instalaciones austeras, como en otros hoteles cl¨ªnicas de la costa mediterr¨¢nea. Aqu¨ª los dormitorios invitan al hedonismo est¨¦tico y funcional, dados su holgura de espacio y lo luminosos que son, en su mayor¨ªa con vistas -siempre que la orograf¨ªa lo permita- a una cu?a de mar. Los muebles son de extrema calidad, as¨ª como los acabados y los m¨²ltiples detalles de acogida que acaban por justificar su precio. Todos con un saloncito, un vestidor y una terraza exterior id¨ªlica en las calurosas noches de verano.
Si al final de la estancia uno no se rejuvenece, suelta sus michelines o deja de fumar radicalmente, la capilla ecum¨¦nica del hotel puede ejercer extempor¨¢neamente de libro de reclamaciones.
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