"Sevilla se construye desde el exilio"
Ciudad de hampones y prostitutas, liberal y sensual, fan¨¢tica y luminosa, holgazana y literaria. Todo eso y mucho m¨¢s es lo que ha encontrado Concha Caballero a lo largo de a?os en las docenas de libros que ha le¨ªdo y que le han servido para escribir Sevilla, ciudad de las palabras (Rdeditores).
La ex portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento ha encontrado en la literatura un territorio "m¨¢s agradecido" que la pol¨ªtica. Ahora, en lugar de diputados, tiene alumnos a los que transmite su pasi¨®n por la lectura. Y aunque nacida en Baena (C¨®rdoba), se confiesa enamorada de Sevilla, ciudad a la que lleg¨® en los primeros a?os ochenta. Fruto de esa pasi¨®n es este libro, uno de los grandes triunfadores de la Feria del Libro de Sevilla.
"Los sevillanos entablan una extra?a familiaridad con las cosas divinas"
"En realidad, ¨¦sta era una ciudad golfa, pecadora, contradictoria"
Pregunta. Luis Garc¨ªa Montero escribe en el pr¨®logo de su libro que "la ciudad es un paisaje sentimental" y usted sostiene que Sevilla es la ciudad m¨¢s literaria.
Respuesta. Desde los escritos de Julio C¨¦sar, a los poetas andalus¨ªes, el Siglo de Oro, los escritores realistas o los rom¨¢nticos ha habido en esta ciudad una persistencia literaria que quiz¨¢s otras ciudades no han conseguido.
P. Todos los que tienen que exiliarse, la a?oran. De Al Mutamid a Cernuda. "Ojal¨¢ dios decida que muera en Sevilla", escribe el poeta andalus¨ª.
R. Sevilla es una ciudad construida desde el exilio y la a?oranza. Cernuda y los poetas andalus¨ªes comparten que ambos la convierten en el para¨ªso perdido. Una met¨¢fora del sur, de la infancia, de los tiempos felices, del tiempo sin tiempo, como dice Cernuda. Qu¨¦ felicidad cuando eras ni?o y toda la vida te cab¨ªa en una hora...
P. A otros les produce rechazo. Escribe Santa Teresa: "Qu¨¦ se le ha perdido a Dios en esta ciudad del demonio". Y habla de las injusticias y la doblez de Sevilla...
R. S¨ª, produce rechazo en sevillanos y en gente de fuera. Cuando Santa Teresa viaja a Andaluc¨ªa, llega primero a C¨®rdoba y se enfada por el ruido que hay en la iglesia. Pero descubre que en Sevilla ese ruido se acrecienta y la gente pecaba mucho. Dec¨ªa, "aqu¨ª el demonio tiene las manos muy largas". Es un sentimiento del castellano ante la superficialidad que se le atribuye a esta tierra. De alguna manera, eso tambi¨¦n lo piensa Antonio Machado cuando dice: "es la tierra del se?orito, y yo no quiero ser de all¨ª".
P. En su libro reproduce estos versos de Machado: "Sevilla y su verde orilla / sin toreros ni gitanos / Sevilla sin sevillanos / ?Oh maravilla!"
R. Aunque tambi¨¦n Machado a?ora la Sevilla de su infancia y del patio, no quiere saber nada de la Sevilla ociosa y vana. La del casino, la del se?orito que mata el tiempo.
P. Lope de Vega habla de "la ciudad de la Inquisici¨®n y de la prostituci¨®n, de grandes fortunas y del hampa organizada" y Cervantes a?ade que "todo est¨¢ permitido en esta ciudad, excepto ser hereje, sodomita o parricida". ?Ciudad religiosa o golfa?
R. El mito de la ciudad mariana de Sevilla se funda sobre arenas movedizas. En realidad, ¨¦sta era una ciudad golfa, pecadora, contradictoria. Adem¨¢s de los sevillanos, hay aventureros de todo el mundo. Es la ciudad del crimen y tambi¨¦n una ciudad muy popular.
P. Tambi¨¦n es una ciudad capillita. ?Hay dos Sevillas?
R. Si uno se acerca, no tanto. Hay un sentimiento de que los sevillanos se codean con los dioses, como escriben algunos autores extranjeros. Entablan una extra?a familiaridad con las cosas divinas. La religi¨®n se vive de una manera distinta al norte. Es m¨¢s un disfrute.
P. Para Blanco White, ciudad fan¨¢tica. Escribe: "Del fanatismo y la ambici¨®n aborto / los que ten¨¦is ra¨ªces en el cielo / nunca pod¨¦is dejar en paz el suelo".
R. Sevilla es la madre de los mejores pensadores de la Ilustraci¨®n, anteriores a Blanco White. Es una ciudad capaz del mayor fanatismo, pero tambi¨¦n de la mayor critica a la religi¨®n. El mismo Blanco se pregunta cuando se est¨¢ discutiendo la Constituci¨®n de C¨¢diz "c¨®mo puede un pa¨ªs conciliar la libertad con un ¨²nico credo".
P. Hablando de libertad. Gertrudis G¨®mez de Avellaneda habla de que "entre tradiciones, prejuicios y veladuras, hay en Sevilla un selecto ambiente cultural en el que algunas mujeres ejercen su libertad". Adem¨¢s de salones literarios, existen "casas que acogen amores clandestinos". ?Se puede generalizar esa libertad de la mujer?
R. El ambiente en el que se mov¨ªa Gertrudis era exclusivo, Aunque quiz¨¢ hab¨ªa cierta libertad en la mujer del pueblo llano. No en las clases medias.
P. Pierre Louys habla tras su visita a la F¨¢brica de Tabacos, "verdadero har¨¦n", de las mujeres que hac¨ªan sus cigarros con los pechos al aire, y se emociona con el "admirable cuerpo femenino, de esos que en verdad no se encuentran fuera de Espa?a".
R. S¨ª, lo escribe ¨¦l y otros rom¨¢nticos. Las cigarreras eran mujeres de vida libre, ganaban su propio sustento, y ten¨ªan mayor grado de libertad.
P. Stendhal escribe sobre "las encantadoras andaluzas de tan vivo y tan ligero andar".
R. Hay una cierta admiraci¨®n por la libertad y la sensualidad de las mujeres andaluzas que trabajaban en las factor¨ªas, entre ellas la F¨¢brica de Tabacos, que hac¨ªan un alarde de su sensualidad bastante desconocida en esa ¨¦poca.
P. Los que se van, como B¨¦cquer, a?oran mucho Sevilla y detestan su nuevo lugar. Escribe sobre Madrid que es "sucio, negro, feo como un esqueleto descarnado". Una de las hero¨ªnas de Emilia Pardo Baz¨¢n se separa de su marido porque es incapaz de sentir la belleza de la ciudad...
R. S¨ª, Gladys Stanton, protagonista de Por Espa?a, llega a la conclusi¨®n de que una ruptura est¨¦tica es peor que una sentimental. Abandona al marido por su frialdad n¨®rdica. Esa idea la repiten otros escritores realistas. Algunos la exaltan incluso sin conocerla. Era una ciudad muy cantada en la literatura.
P. Rub¨¦n Dar¨ªo la ve como una ciudad melanc¨®lica.
R. Porque hab¨ªa le¨ªdo a Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, que se defin¨ªa como un andaluz triste. Rub¨¦n conecta con algo que tambi¨¦n se encuentra en Manuel Machado, la Andaluc¨ªa que r¨ªe pero que tiene una parte triste detr¨¢s. Manuel escribe que a todos nos han cantado en una noche de juerga versos que nos han matado. Rub¨¦n es el primero que percibe el trasfondo triste que hay detr¨¢s de la manzanilla. Y Cernuda escribe que "el sur es un desierto que llora mientras canta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.