"Nunca me he rendido"

Parapetado tras la efervescencia que hasta ahora han exhibido Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Casey Stoner, Dani Pedrosa tom¨® ayer la palabra en Laguna Seca y volvi¨® a sentirse ganador un a?o y 19 carreras despu¨¦s de la ¨²ltima vez (el Gran Premio de Catalu?a de la temporada pasada). Pedrosa tiene estas cosas. Tan pronto parece hundido en la miseria, un tortazo tras otro subido en una moto con la que m¨¢s bien se pelea, como de repente emerge con la fuerza de mil demonios y les da un repaso a todos sus rivales, que alucinan con la metamorfosis del menudo piloto catal¨¢n y no pueden hacer otra cosa que ver c¨®mo se escapa nada m¨¢s caer el tel¨®n. Ese es su sello, su marca de clase y esas son las hechuras de las siete victorias que ha conseguido desde que debut¨® en MotoGP hace ya cuatro a?os.

El italiano casi adelant¨® al espa?ol en la ¨²ltima curva trincando los frenos

Al mallorqu¨ªn, medio cojo, le encanta la ¨¦pica. Su progresi¨®n es tremenda

Pocos preve¨ªan una victoria del motociclista de Castellar del Vall¨¨s, que no fue de los m¨¢s r¨¢pidos durante los ensayos al guardarse la p¨®lvora para la carrera, cuando realmente toca emplearla (marc¨® sus mejores tiempos del fin de semana y se apunt¨® la vuelta r¨¢pida). A Pedrosa no le van lo l¨ªos. Su escasa estatura y su poco peso (51 kilos) hacen que se sienta inc¨®modo en las luchas cerradas, cuerpo a cuerpo. Pero no todo tienen que ser inconvenientes. Esa ligereza es la que le permite salir zumbando nada m¨¢s apagarse los sem¨¢foros y ganarse el derecho, por aceleraci¨®n, de entrar el primero en el embudo que se forma en la primera curva. Por un lado no se expone a que le arrollen, y por otro puede afrontar el resto de la carrera desde la posici¨®n m¨¢s privilegiada de todas. Para ¨¦l, afrontar en cabeza el primer viraje hab¨ªa sido una constante este a?o. El problema aparec¨ªa a las pocas vueltas, cuando tomaban cuerpo las carencias del prototipo que maneja y, sin poder hacer nada, ve¨ªa c¨®mo Rossi, Lorenzo y Stoner, los ¨²nicos que est¨¢n a su altura, le adelantaban pr¨¢cticamente sin mucho esfuerzo.

Esta vez fue distinto y Pedrosa pudo mantener el liderato hasta el final, por m¨¢s que Rossi, en la ¨²ltima curva, estuviera a punto de adelantarle trincando los frenos. Si se lo hizo a Lorenzo en Montmel¨® y se llev¨® la carrera, por qu¨¦ no iba a intentarlo aqu¨ª. La aceleraci¨®n de su moto protegi¨® a Pedrosa, que cruz¨® bajo la bandera de cuadros con tres d¨¦cimas de ventaja sobre el italiano y dos segundos por encima de Lorenzo, que volvi¨® a rubricar una gesta de las suyas.

Al mallorqu¨ªn le encanta la ¨¦pica. A pesar de tener que moverse en silla de ruedas por culpa del costalazo que se arre¨® el s¨¢bado, se subi¨® a la moto y su progresi¨®n fue tremenda. En el calentamiento apenas forz¨® el ritmo. Sus mec¨¢nicos cambiaron el muelle trasero de su Yamaha para tratar que el neum¨¢tico pudiera adquirir temperatura f¨¢cilmente y, de esta forma, se anticiparon a la aterradora posibilidad de que volviera a caerse. Primero fue lento, a casi tres segundos de los primeros, y luego increment¨® su ritmo hasta situarse a s¨®lo siete d¨¦cimas. Luego, ya en carrera, abras¨® a Stoner en una curva a la izquierda (vuelta 21) y se fue a por Rossi. En seis vueltas se le ech¨® encima, pero cuando trat¨® de adelantarle en la ¨²ltima frenada del circuito (vuelta 27), su moto le solt¨® un zurriagazo de miedo que le descoloc¨® y que un poco m¨¢s y lo vuelve a llevar al suelo.

"Ha sido un a?o muy duro", admiti¨® Pedrosa, euf¨®rico. "Volver a ganar es una sensaci¨®n incre¨ªble. Nunca me he rendido a pesar de los malos momentos y el equipo tampoco", ahond¨® el espa?ol, mucho m¨¢s expresivo de lo habitual. "No esperaba que Dani fuera tan r¨¢pido", reconoci¨® Rossi, que sigue al mando del campeonato, por m¨¢s que Lorenzo, medio cojo, estuviera a punto de sobarle el morro.