Balbuceos a terapia
Un 12% de los ni?os espa?oles tiene dislexia, un 4% tartamudea y un 17% sufre afon¨ªa: se quedan sin voz de tanto gritar. Aprender a hablar no es siempre f¨¢cil. Foniatras y logopedas explican c¨®mo actuar y c¨²ando.
El foniatra Jos¨¦ L¨®pez-T¨¢ppero no piensa que a un grito haya que responder con un cap¨®n, pero reclama disciplina. El 17% de los ni?os espa?oles est¨¢ af¨®nico. Algunos acuden a su consulta, en la que tambi¨¦n trabajan cinco logopedas, con n¨®dulos de tanto chillar. "Educamos peor y los ni?os son m¨¢s rebeldes. La disfon¨ªa es dif¨ªcil de curar porque es un problema cultural", cuenta el jefe de la secci¨®n de foniatr¨ªa del Hospital La Paz y profesor de la Universidad Complutense.
La logopeda Cristina Municio describe as¨ª el tratamiento infantil: "Hay que explicarle bien lo que le pasa y c¨®mo lo vamos a solucionar. Apoy¨¢ndonos en im¨¢genes, les contamos c¨®mo se produce la voz y c¨®mo lo hace ¨¦l". "Trabajamos la postura, la relajaci¨®n, el soplo, la coordinaci¨®n de la respiraci¨®n y la fonaci¨®n a trav¨¦s de juegos", prosigue la vicepresidenta de la Asociaci¨®n de Logopedas de Espa?a. Ella tambi¨¦n vincula la ronquera a las alergias y las calefacciones. Municio asiste, adem¨¢s, al profesorado con alteraciones vocales. Por eso apuesta por organizar programas preventivos en las escuelas.
A los tres a?os, los menores ya deben manejar mil palabras
L¨®pez-T¨¢ppero llama la atenci¨®n sobre una pr¨¢ctica, en su opini¨®n, bastante peligrosa: "Es poco recomendable acudir, por ejemplo, a un fisioterapeuta ante un trastorno del aparato locomotor sin que un traumat¨®logo o m¨¦dico rehabilitador lo haya diagnosticado antes" explica. Sin embargo, es com¨²n que se acuda antes la logopeda que al m¨¦dico foniatra, se queja el doctor. "A veces hay ni?os que llevan dos a?os de terapia sin resultados porque nadie les ha hecho un reconocimiento m¨¦dico y tienen un trastorno neurol¨®gico", prosigue. El 60% de los peque?os que diagnostica sufre problemas de pronunciaci¨®n (dislalia); el 30%, de aprendizaje, y un 10%, tartamudez.
Los disl¨¦xicos, un 12% de los ni?os entre 7 y 11 a?os, no padecen un retraso mental ni carencias del entorno socioeducativo, pero por una disfunci¨®n cerebral les cuesta relacionar lo que ven con lo que pronuncian. Comprenden el concepto, pero no descifran el lenguaje escrito. A veces se llama dislexia a otros problemas de aprendizaje como la discalculia (se confunden en el c¨¢lculo), disortograf¨ªa (ponen faltas de ortograf¨ªa), disgraf¨ªa (se equivocan en el orden de las letras y palabras) y disfasia (van retrasados en lenguaje oral y escrito por problemas perceptivos). La Fundaci¨®n Aprender estima que entre el 10% y el 15% de la poblaci¨®n tiene alguna dificultad de aprendizaje.
"Entre los dos y tres a?os hay que manejar mil palabras. Las ni?as hablan mejor que los ni?os. Si a los tres no se comunica bien es una situaci¨®n anormal, pero no significa que tenga una enfermedad, sino una madurez tard¨ªa", relata el doctor. Tambi¨¦n los padres deben prestar atenci¨®n "a c¨®mo usa los modos y tiempos verbales, los art¨ªculos y pronombres... Tiene que ser inteligible al menos un 75% de lo que dice el ni?o", enumera Municio.
"A los tres a?os examinamos si el ni?o es org¨¢nicamente normal y, si es as¨ª, solemos esperar a los cuatro para la logopedia. El biling¨¹ismo retrasa que hablen y otras veces falta est¨ªmulo. Los ni?os se cr¨ªan demasiado protegidos y no necesitan hablar. El lenguaje es un acto social que se ejercita al escolarizarse. Recomendamos la guarder¨ªa. A veces se necesita una rehabilitaci¨®n foni¨¢trica cuando el ni?o imita a su hermano peque?o o cuando ha sido adoptado en un pa¨ªs con otra lengua", sostiene el doctor. Es el caso de Marta, "m¨¢s lista que los ratones colorados". Naci¨® en China y con 11 meses lleg¨® a Madrid. Visit¨® al foniatra con tres a?os. S¨®lo dec¨ªa "Aham". "Nos sorprendi¨® porque utilizaba una hache aspirada que es dificil¨ªsima". Al principio llor¨®, pero en pocos meses ya parlotea con mucha timidez.
Para los disl¨¦xicos el drama empieza en primaria. "Se frustran y ni leen ni escriben. Se les etiqueta de vagos. Pero es como si est¨¢s en una conferencia en ruso, hace calor y te disipas", compara L¨®pez-T¨¢ppero. "Hay un problema de contenci¨®n. Hace 30 a?os no se hablaba de falta de atenci¨®n. A veces no extra?a viendo a los padres estresados. Eso se transmite al ni?o. La terapia es muy larga, de uno a dos a?os. Muchos se desesperan".
No todas las dificultades de lecto-escritura ser¨¢n dislexia en la edad adulta. "Hay que actuar de inmediato. Dificulta la labor que en la escuela se ense?e a trav¨¦s del libro y se valore con ex¨¢menes escritos", lamenta Municio.
Flora Saura, vicepresidenta de la asociaci¨®n Dislexia sin Fronteras, reclama medidas como ex¨¢menes orales o que se lea las preguntas en alto al menor para estar seguro que ha entendido el enunciado. Ella tiene un ni?o de 12 a?os con ese problema. "La dislexia es un trastorno neurobiol¨®gico que se manifiesta en la lectura y en la escritura, pero est¨¢ relacionada con la concepci¨®n espacial y la audici¨®n", explica. "No se cura, pero se aprenden t¨¦cnicas para aprender a multiplicar, a estudiar con canciones, reglas nemot¨¦cnicas...".
El 4% de la poblaci¨®n en edad temprana es tartamuda. "No se conoce la causa de este trastorno. S¨®lo su herencia recesiva, a veces complicada con epilepsia. La sincronizaci¨®n m¨²sculo-respiratoria en el habla es muy sutil. Para pronunciar patata se movilizan 22 m¨²sculos", se?ala el foniatra.
"En el 60% de los casos entre los tres y los cuatro a?os se trata de un tartajeo fisiol¨®gico que se cura. Aprenden una buena dicci¨®n y no precisan m¨¢s atenci¨®n. Si persiste a los cinco a?os, son conscientes del problema y no quieren leer en clase". Y si contin¨²a en la edad adulta, hay que aprender a convivir con la tartamudez. "Suele ser una terapia desagradecida". No como el caso de Marta, el mejor de los triunfos.
Descubrir a un disl¨¦xico
1. Confunde la pronunciaci¨®n de palabras que se asemejan por su fon¨¦tica y el vocabulario que tiene que ver con la orientaci¨®n espacial.
2. No distingue bien la lateralidad (izquierda y derecha).
3. Tiene mayor habilidad manual que ling¨¹¨ªstica. Coge mal el l¨¢piz o es torpe anud¨¢ndose los zapatos porque no hay coordinaci¨®n entre mano y ojo.
4. Tienen problemas con las secuencias, para identificar letras y aprender las rimas de preescolar.
5. Invierte letras con graf¨ªa parecida como la d, p, q o b.
6. Ya en primaria tiene dificultades de ortograf¨ªa y se aprende las lecciones de o¨ªdas, pero no es capaz de expresarse por escrito.
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