A pedales con Ricardo Coraz¨®n de Le¨®n
Bici para todas las edades en la ribera del m¨ªtico Loira, un paisaje perfecto de peque?os 'ch?teaux' a¨²n habitados
Loira y castillos. Dos top¨®nimos tan ligados que pronunciar uno lleva casi de inmediato a pensar en el otro. Sin embargo, el r¨ªo m¨¢s famoso y tur¨ªstico de Francia es mucho m¨¢s que sus castillos. De hecho, la gran mayor¨ªa de ellos, incluidos los dos m¨¢s c¨¦lebres, el de Chambord y el de Chenonceaux, no est¨¢ en el cauce principal, sino en sus afluentes. Aunque, en el fondo, ?qu¨¦ m¨¢s da!, siguen siendo igual de bellos y soberbios. El Loira, adem¨¢s de un cauce fluvial, es tambi¨¦n una de las grandes rutas cicloturistas de Europa. 600 kil¨®metros de carriles se?alizados para hacer con dos ruedas entre Sully-sur-Loire y la desembocadura en el Atl¨¢ntico. M¨¢s otros 200 en construcci¨®n que se inaugurar¨¢n en breve y que permitir¨¢n llegar por la cabecera hasta Cuffy-dans-le-Cher y por abajo hasta Saint-Brevin-les-Pins, ya en la costa del departamento del Loire-Atlantique. Una org¨ªa visual para el cicloturista que a golpe de pedal puede descubrir, por ejemplo, la abad¨ªa de Fontevraud, uno de los m¨¢s grandes recintos mon¨¢sticos de Europa, donde est¨¢n enterrados tres reyes fundamentales en la historia francesa, Enrique II, Ricardo Coraz¨®n de Le¨®n y Leonor de Aquitania. O los vi?edos delicadamente cultivados de Saumur o Savenni¨¨res. Y los campanarios rom¨¢nicos que despuntan sobre la campi?a ondulada. O las innumerables mansiones civiles, los peque?os ch?teaux a¨²n habitados, que salpican los bosques de con¨ªferas. Un paisaje perfecto. Un escenario de ensue?o. La grandeur de la France alineada en torno a un valle declarado desde 2000 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Horas y kil¨®metros
?C¨®mo es La Loire ¨¤ v¨¦lo? Pues cambiante. No se trata de un carril bici ¨²nico y exclusivo para ciclistas. El 70% del recorrido se hace por peque?os caminos vecinales asfaltados y con poco tr¨¢fico. El resto son carriles construido ex profeso para los ciclistas o caminos de sirga con tierra apisonada paralelos al cauce fluvial. Todo perfectamente se?alizado en ambos sentidos, con paneles verdes con el logo de una bici y distancias en horas y kil¨®metros. ?Y qui¨¦n puede hacerlo? Pues todo el mundo. La se?alizaci¨®n y las infraestructuras est¨¢n preparadas tanto para el que quiera hacer de un tir¨®n los 600 kil¨®metros entre Orleans y la desembocadura (unos 10 o 12 d¨ªas a buen ritmo) como para los que quieran hacer peque?as rutas tem¨¢ticas. Por ejemplo, los 12 kil¨®metros entre Couargues y La Chapelle-Montlinard, perfectos para hacer con ni?os, ya que no pueden acceder coches. O los 20 kil¨®metros entre Le Pellerin y Paimboeuf, ya casi en la desembocadura, que discurren por diques de contenci¨®n construidos en el siglo XIX para regular la navegabilidad del r¨ªo y que incluyen la traves¨ªa del cauce en antiguos transbordadores.
Se pueden alquilar bicicletas (mucho m¨¢s recomendable que llevar la propia) en las oficinas de turismo de las ciudades grandes (Orleans, Tours, Blois, Saumur, Angers, Nantes), donde tambi¨¦n tienen central de reserva de alojamiento online. Muchos hoteles dejan o alquilan asimismo bicicletas a sus clientes y les asesoran para hacer rutas circulares, volviendo a pernoctar cada noche al establecimiento.
R¨ªo abajo, la primera gran ciudad que cruza La Loire ¨¤ v¨¦lo es Orleans, un buen sitio para empezar porque hay comunicaci¨®n directa con Espa?a gracias al tren-hotel Madrid-Par¨ªs, que tiene parada aqu¨ª. Entre Orleans y Blois, la segunda gran urbe, la ruta se desv¨ªa del cauce para pasar por delante de Chambord, el sue?o megal¨®mano del rey Francisco I. Si tenemos en cuenta que, pese a sus dimensiones, era un pabell¨®n de caza, el origen de la Revoluci¨®n Francesa se comprende m¨¢s f¨¢cilmente. Tras Blois, un nuevo desv¨ªo para ver el castillo de Chenonceaux, la otra gran postal del Loira, aunque est¨¢ sobre uno de sus afluentes, el Cher.
Luego viene la abad¨ªa de Fontevraud, y el paisaje cambia. Llega la gran zona vin¨ªcola de Saumur. Las colinas se llenan de vi?edos pulcramente alineados. Hay muchos carteles de viticultores que ofrecen degustaci¨®n y venta directa de sus caldos. Y campanarios puntiagudos sobre basamentos rom¨¢nicos que emergen como pararrayos de piedra sobre este paisaje hechizante. Unos kil¨®metros deliciosos para hacer al atardecer, cuando el sol barniza de oro las cepas. S¨®lo se oye el trino de los p¨¢jaros, miles de p¨¢jaros. Una sinfon¨ªa que impresiona.
En Turquant llega una de las primeras grandes cuestas del carril bici. Es corta, pero muy pronunciada, y sube hasta la base de una pared blanca con muchas viviendas trogloditas, reconvertidas ahora en atelier de artesanos y en salas de exposiciones de artistas de la comarca. Se trata de una de las principales canteras de toba, la piedra de un color extraordinariamente blanco caracter¨ªstica de esta regi¨®n de Saumur con la que se han construido casi todos los palacios e iglesias del Loira. Es la piedra real, que convenientemente trabajada da una blancura y una resistencia fuera de lo com¨²n. Por eso los ch?teaux del Loira tienen ese aspecto casi de decorado, como si estuvieran hechos con piedra artificial, la misma con la que hacen los enanitos de jard¨ªn. Y los interiores de las iglesias son tan luminosos: a la luz que entra por las vidrieras g¨®ticas hay que a?adir el fulgor que refleja esa toba de Saumur, tan apreciada desde la antig¨¹edad.
El edicto de Nantes
En Montsoreau se alza otro soberbio castillo que vigila el Loira. Y otro m¨¢s en Saumur, un pueblo que vivi¨® la tolerancia entre cat¨®licos y protestantes en plena guerra de religiones del siglo XVI gracias al edicto de Nantes, y en el que hubo una famosa academia en la que se impart¨ªan filosof¨ªa, matem¨¢ticas y otras ciencias. Todav¨ªa quedan torreones de la vieja muralla incrustados en el entramado urbano y muchas placitas peatonales en las que sentarse por la noche, en la terraza de una brasserie, a descansar de un d¨ªa de pedaleo con una buena dosis de gastronom¨ªa local.
La salida de Saumur lleva por un vericueto de caminos vecinales para luego bajar a la ribera del r¨ªo y continuar en un precioso tramo de tierra en paralelo al Loira. Gennes no tiene grandes atractivos, pero s¨ª un gran puente que cruza el Loira hacia Les Rosiers-sur-Loire. S¨ª los tiene, un poco m¨¢s adelante, Le Thoureil, uno de los pueblos m¨¢s coquetos de esta zona del Loira medio, con mansiones que fueron antiguos almacenes y negocios de comerciantes holandeses, quienes controlaban desde aqu¨ª el comercio de vino y cereales por el cauce del Loira en el siglo XVI. Pese a que el Loira es un r¨ªo bravo y cambiante, con muchas islas y bajos de arena que imped¨ªan durante m¨¢s de la mitad del a?o la navegaci¨®n, se calcula que unas 6.000 barcazas surcaban en aquella ¨¦poca anualmente el r¨ªo en un aut¨¦ntico puente navegable entre Nantes y Orleans que generaba gran riqueza para la comarca. Hoy no queda nada de aquel trasiego naval, pero a¨²n se ven amarradas en los muelles adoquinados muchas barquitas de recreo construidas en madera, a la usanza de anta?o, para la pesca artesanal o los paseos tur¨ªsticos.
Blanca de Castilla
Por uno de esos diques de contenci¨®n que se hicieron para domesticar el Loira se llega a Angers, la pen¨²ltima gran concentraci¨®n urbana del Loira, aunque en realidad la ciudad est¨¢ a orillas del Maine, uno de sus principales afluentes. En Angers vuelve a haber todo tipo de facilidades para el cicloturista (oficina de turismo, alquiler de bicis, buenos sitios para comer o dormir). Y por supuesto, otro castillo. ?ste est¨¢ considerado el abuelo de todos y tiene m¨¢s pinta de fortaleza militar que de pabell¨®n de recreo de nobleza despreocupada. Lo mand¨® construir una reina espa?ola, Blanca de Castilla, viuda de Luis VIII y madre de Luis IX, para defender su reino de las invasiones de los bretones. Pese a su tama?o y la solidez de sus 17 torres, fue levantado en s¨®lo 10 a?os con piedra negra volc¨¢nica, la que predomina en esta regi¨®n de Angers, y que contribuye a dar un sabor especial a sus vinos. Pero la reina se reserv¨® una esquina del presupuesto para comprar piedra blanca real de Saumur y construir con ella la puerta principal, la que a¨²n lleva su nombre.
La Loire ¨¤ v¨¦lo se aproxima ya a su final, en la desembocadura del r¨ªo. Queda uno de los tramos m¨¢s salvajes y solitarios, el que va de Angers a Nantes. Es el preferido de los amantes de la naturaleza: aqu¨ª ya no hay grandes poblaciones ni fastuosos castillos. Pero s¨ª marismas, bosques, peque?as aldeas y mucha llanura agr¨ªcola. La misma salida de Angers es muy atractiva: por zonas de bosques y carriles bici pegados al r¨ªo Maine hasta la desembocadura en el Loira, donde hay varios restaurantes muy agradables para cenar en las noches de verano de cara a ambos r¨ªos y nada frecuentados por el turismo.
Tras Nantes, la se?alizaci¨®n lleva a Cou?ron y Paimboeuf, donde de momento acaba la ruta en bicicleta. El Loira se entrega poco despu¨¦s, en St-Nazaire, al Atl¨¢ntico. Detr¨¢s queda un valle famoso por sus castillos de hadas. Y la experiencia de haber descubierto una de las regiones emblem¨¢ticas de Francia en bicicleta. Que es una manera muy sabia de descubrir territorios.
Descubre m¨¢s sobre esta zona de Francia con el blog de Paco Nadal
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
? El tren-hotel Elipsos enlaza Madrid-Par¨ªs a diario y tiene parada en Orleans (www.TGV-europe.com). Tambi¨¦n se puede volar a Par¨ªs y desde all¨ª tomar un tren a la ciudad elegida como punto de partida.
? Los trenes regionales que recorren las principales estaciones del valle del Loira admiten bicicletas; son muy ¨²tiles para volver al punto de salida o saltar tramos que no se desean recorrer en bici.
Viajes organizados
? Rando V¨¦lo Travel (0033 254 78 62 52; www.randovelo.fr) organiza, desde hace m¨¢s de 20 a?os, viajes guiados en bicicleta por el valle del Loira.
Informaci¨®n y dormir
? Numerosas gites, hostales, pensiones y hoteles en todos los pueblos. Se puede reservar directamente en las principales oficinas de turismo. En verano es importante a reserva previa.
? SEM Regionale des Pays de la Loire (0033 240 48 24 20, www.sem-paysdelaloire.fr) y en Comit¨¦ R¨¦gional du Turismo Centre (0033 238 79 95 28; www.visaloire.com) proporciona informaci¨®n, adem¨¢s de un folleto gratuito que incluye todos los alojamientos en la comarca.
? M¨¢s informaci¨®n pr¨¢ctica, d¨®nde dormir, comer, alquiler de bicis..., en www.paysdelaloire.es.
? Mapas de toda la ruta, en www.loire-a-velo.fr.
? Maison de la France en Espa?a (www.franceguide.com; 807 11 71 81).
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