Dos a?os despu¨¦s: las secuelas
El pr¨®ximo s¨¢bado se cumplir¨¢n dos a?os desde que el banco de inversi¨®n Bearn Stearns dej¨® caer unos fondos relacionados con las hipotecas de alto riesgo, comenzando oficialmente una crisis que ha llegado con gran intensidad hasta hoy. Bearn Stearns dej¨® de existir al ser absorbido por JPMorgan con las muletas de la Reserva Federal.
Los aniversarios redondos suelen ser utilizados para hacer balance, y en este caso lo vamos a hacer sobre Espa?a, uno de los pa¨ªses que m¨¢s est¨¢ sufriendo las secuelas de lo que empez¨® siendo el estallido de una burbuja inmobiliaria en EE UU para devenir en una gran recesi¨®n global. Para describir la gravedad de lo acontecido se pueden usar multitud de datos como la reducci¨®n de la demanda, el consumo, la inversi¨®n, cuentas p¨²blicas, destrucci¨®n de empresas, etc¨¦tera, pero bastan dos que resumen la ca¨ªda: hace dos a?os el PIB de Espa?a crec¨ªa a tasas cercanas al 4% (en un ciclo que dur¨® 14 a?os) y a finales de 2009 la econom¨ªa caer¨¢ alrededor del 4%, seg¨²n el FMI; en ese periodo, el paro de nuestro pa¨ªs se habr¨¢ m¨¢s que duplicado y los m¨¢s realistas piensan que se acercar¨¢ al 20% de la poblaci¨®n activa el a?o que viene. Mucho m¨¢s que cualquier pa¨ªs de nuestro entorno.
Cuando se vuelva a crecer, se partir¨¢ de unas condiciones mucho peores que con las que se entr¨® en la crisis
Como consecuencia del desempleo y del par¨®n de la econom¨ªa, la principal secuela de la crisis ser¨¢ el empobrecimiento de la sociedad, en unos t¨¦rminos desconocidos para varias generaciones. Por ejemplo, seg¨²n el informe anual del Banco de Espa?a, el proceso de riqueza negativa de las familias espa?olas es el siguiente: el valor de sus activos financieros se redujo en 2008 un 12%, y la p¨¦rdida del valor de sus activos inmobiliarios, un 8%. La riqueza neta total de las familias (la financiera y la inmobiliaria menos las deudas) cay¨® en 2008 respecto al a?o anterior -es decir, a falta de cuantificar lo que est¨¢ pasando en el ejercicio actual, lo que agudizar¨¢ las tendencias- un 7%.
No hablemos hoy del endeudamiento p¨²blico, tan espectacular en su aumento al haber sido la principal arma para que la recesi¨®n no deviniese en depresi¨®n y para mantener los niveles de protecci¨®n de los m¨¢s afectados, sino del privado. Seg¨²n la memoria del Consejo de Consumidores y Usuarios, por citar otra fuente, el sobreendeudamiento familiar es una de las caracter¨ªsticas centrales de la econom¨ªa. En 2008, el endeudamiento de los hogares y entidades privadas alcanz¨® un m¨¢ximo del 143% de la renta disponible, que no tiene precedentes en nuestra historia econ¨®mica "y que probablemente se repetir¨¢ en 2009". En 1996, este endeudamiento apenas superaba el 43,3% de la renta familiar. Es decir, en poco m¨¢s de una d¨¦cada se ha multiplicado por m¨¢s de tres.
Otras tendencias: seg¨²n las proyecciones del INE, a finales de 2009 los hogares se habr¨¢n empobrecido por primera vez en 15 a?os; la renta por habitante se alej¨® en 2008 del nivel de los 15 pa¨ªses m¨¢s antiguos de la Uni¨®n Europea, seg¨²n la oficina de estad¨ªsticas Eurostat (del 94,3% del promedio de los 15 al 93,6%); y aument¨® exponencialmente el n¨²mero de personas atendidas por C¨¢ritas, para resolver problemas de alimentaci¨®n, vivienda y gastos sanitarios.
Es necesario situar este balance de las secuelas de la crisis en el primer foco de atenci¨®n, para evitar enso?aciones sobre la salida de la misma y hacer pedagog¨ªa pol¨ªtica. Cuando se vuelva, con lentitud, a la senda del crecimiento, se partir¨¢ de unas condiciones mucho peores que con las que se entr¨® en la recesi¨®n en materia de paro y empobrecimiento de la mayor parte de la poblaci¨®n. Los niveles de bienestar no ser¨¢n los mismos y la sociedad ser¨¢ distinta de la de antes. Hay que evitar lo que dice ese personaje de El Club de los Canallas (editorial Anagrama), la estupenda novela del brit¨¢nico Jonathan Coe: "S¨ª, he aprendido de mis errores y estoy seguro de que podr¨ªa repetirlos perfectamente".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.