El crep¨²sculo de los Kirchner
Los argentinos temen que el Gobierno no sea capaz de dirigir el pa¨ªs tras perder las elecciones legislativas
Si hay algo que los argentinos temen es la "desgobernaci¨®n", una palabra que les trae el recuerdo de los peores momentos de 2001, cuando gobiernos incapaces de hacer frente a la crisis abandonaban su tarea, sin cumplir sus mandatos. Esa palabra vuelve a ser protagonista, con una diferencia. Ahora la oposici¨®n dice que quiere apuntalar el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, debilitado por la p¨¦rdida de las elecciones legislativas de junio, para garantizar que llega a 2011. La cuesti¨®n es qu¨¦ exige a cambio que limite sus poderes y reforme su programa econ¨®mico. En definitiva, que N¨¦stor Kirchner pierda protagonismo y deje que sea un grupo de peronistas conciliadores quien controle el resto del mandato presidencial.
La oposici¨®n quiere apuntalar a la presidenta para que llegue a 2011
Cristina Fern¨¢ndez espera dialogar con las fuerzas sociales y econ¨®micas
El resultado electoral ha aumentado la preocupaci¨®n ante la posibilidad de que se precipite una crisis pol¨ªtica en un pa¨ªs que sigue padeciendo una profunda crisis social (el 40% de la poblaci¨®n rondar¨ªa niveles de pobreza, seg¨²n denunci¨® ayer la Iglesia) y una apurada situaci¨®n econ¨®mica. A finales de agosto el Congreso decidir¨¢ anular el decreto que concedi¨® "superpoderes" a los Kirchner y empezar¨¢ a discutir un nuevo presupuesto, en el que la oposici¨®n, mayoritariamente de derechas, exige cambios radicales.
"Los argentinos quieren ver a los dirigentes pol¨ªticos sentados en una mesa hablando", asegura Francisco de Narv¨¢ez, peronista cr¨ªtico y uno de los ganadores de junio. "El pa¨ªs est¨¢ desgobernado, pero eso no quiere decir que el gobierno de la presidenta est¨¦ terminado. Debe terminar su mandato. Pero tiene que actuar de otra forma. No se puede esperar a 2011 para llevar a cabo un ajuste econ¨®mico serio".
En medio del llamamiento al di¨¢logo, sorprendieron las declaraciones del propio Narv¨¢ez asegurando que imagina a "N¨¦stor Kirchner en prisi¨®n" por delitos de corrupci¨®n. Para unos, deb¨ªa interpretarse como una advertencia, para que Kirchner se retire del primer plano. Para otros, fueron unas palabras imprudentes, que colocan a la presidenta en una posici¨®n dif¨ªcil, porque nadie puede imaginarla en la Casa Rosada con su marido condenado por delitos tan serios. (En Argentina los diputados pueden ser juzgados pese a su condici¨®n de aforados, que s¨®lo impide que vayan realmente a prisi¨®n sin autorizaci¨®n del Congreso).
Pocos d¨ªas despu¨¦s de que su marido perdiera las elecciones, Cristina Fern¨¢ndez anunci¨® una reforma del Gabinete que la oposici¨®n critic¨® duramente, porque daba m¨¢s poder al grupo de leales kirchneristas. Pero 48 horas despu¨¦s, Cristina Fern¨¢ndez lanz¨® otro mensaje: estaba dispuesta a abrir un di¨¢logo con las fuerzas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales para garantizar la gobernabilidad del pa¨ªs. El r¨¢pido giro presidencial pill¨® desprevenida a la oposici¨®n, temerosa de que se trate de una maniobra.
"La cuesti¨®n ahora es definir la agenda y sus protagonistas", mantiene Narv¨¢ez. Se supone que participar¨ªan los presidentes de los partidos pol¨ªticos representados en el Congreso, pero eso dejar¨ªa fuera de la mesa al propio Narv¨¢ez, que no ocupa otro cargo que el de diputado. Igualmente importante es fijar la agenda de debate. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, muy pr¨®ximo a N¨¦stor Kirchner, aludi¨® incluso a lo que hasta ahora ha sido un tab¨²: hablar de los impuestos a la exportaci¨®n agr¨ªcola, que constituyeron el peor fracaso presidencial.
Las miradas se dirigen al nuevo ministro de Econom¨ªa, Amado Boudou, un economista de 45 a?os, pr¨®ximo a la presidenta, a quien se atribuye cr¨¦dito de buen gestor. "Boudou es un hombre inteligente y, si no quiere ser suicida, tendr¨¢ que convencer al matrimonio presidencial de que es imprescindible tomar medidas fiscales inmediatas", explica el diputado peronista Eduardo Amadeo.
Nada m¨¢s tomar posesi¨®n, Boudou dio a entender cu¨¢l era su principal preocupaci¨®n: "Mi primer objetivo es conseguir financiamiento para el Gobierno". Su obsesi¨®n por la financiaci¨®n no es nueva: como responsable de la Seguridad Social, fue el responsable de la nacionalizaci¨®n de los fondos de pensiones privados, lo que se interpret¨® como una forma de inyectar dinero fresco al Gobierno.
"El resultado de las elecciones de junio ha creado una situaci¨®n nueva, en el sentido de que ha distribuido el poder", explica Diego Guelar, del PRO (partido del alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri). Pero nadie ha obtenido un resultado tan claro como para proclamarse ¨²nico vencedor. Los radicales, que llegaron casi a desaparecer en 2001, han experimentado una recuperaci¨®n notable, pero todav¨ªa deben decidir si tienen un ¨²nico candidato para 2011, es decir si Elisa Carri¨® (de Coalici¨®n C¨ªvica) acepta meterse bajo el paraguas de Julio Cobos, vicepresidente de la Naci¨®n, y la Uni¨®n C¨ªvica Radical, o si se opta por un tercer candidato, por ejemplo, el gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner.
En el peronismo, las cosas est¨¢n todav¨ªa menos claras. Nadie, ni Narv¨¢ez, ni Carlos Reutemann quiere que el Partido Justicialista celebre ahora elecciones internas. Todos est¨¢n de acuerdo en que necesitan tiempo para "armar" (palabra favorita de los jefes del justicialismo) una nueva candidatura. Falta por ver si Kirchner acepta una reducci¨®n de poderes y hasta qu¨¦ punto la amenaza de una "espantada" o de una crisis pol¨ªtica es un juego o una posibilidad real en el horizonte.
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