La estad¨ªstica del descr¨¦dito

La piedra de toque para saber hasta qu¨¦ punto los Kirchner y su nuevo ministro de Econom¨ªa, Amado Boudou, est¨¢n dispuestos a realizar cambios es la situaci¨®n del Instituto Nacional de Estad¨ªsticas y Censos (Indec), al que se acusa de manipular los datos sobre la inflaci¨®n y el crecimiento econ¨®mico. El Indec, bajo control del criticado secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, reform¨® su sistema de informaci¨®n estad¨ªstica y cay¨® en una espiral de descr¨¦dito, hasta el extremo de que numerosos organismos independientes aseguran que la inflaci¨®n en los cinco primeros meses del a?o no ha sido del 2,3%, como afirma el Indec, sino del 5,7%.

La manipulaci¨®n denunciada tendr¨ªa por objeto reducir los intereses del pago de la deuda, pero impide que Argentina tenga acceso al mercado internacional de capitales, algo que necesita con urgencia, bien sea a trav¨¦s de un acuerdo con el FMI o de la emisi¨®n de nueva deuda p¨²blica. El Gobierno tiene que "tapar" el agujero fiscal que produce la reducci¨®n de actividad econ¨®mica y de las exportaciones agr¨ªcolas. Por primera vez, Argentina se puede ver obligada a importar trigo, si la cosecha se queda en 9,5 millones de toneladas en lugar de los 11 millones previstos.

La salida de Moreno o un simple cambio cosm¨¦tico en la estad¨ªstica, como algunos del Gobierno proponen, no ser¨ªa suficiente para recuperar la credibilidad. En cualquier caso, la oposici¨®n en pleno exige el cese de Moreno, y esta semana, por primera vez, un ministro cercano a Kirchner, Florencio Randazzo, acept¨® que "hay productos que suben m¨¢s de lo que dice el Indec".

La crisis pol¨ªtica coincide con un aumento en el precio de algunos servicios b¨¢sicos, que el Gobierno hab¨ªa impedido subir, o simplemente actualizar, durante mucho tiempo y que ahora, pasadas las elecciones, han experimentado un incremento en ocasiones espectacular. La subida del precio de la electricidad, del gas y del transporte empeora la dif¨ªcil situaci¨®n de muchos hogares, empobrecidos desde la crisis de 2001 y sometidos a un poderoso mercado laboral en negro (casi el 40% de los puestos de trabajo del pa¨ªs no est¨¢n declarados formalmente). Por su parte, las empresas extranjeras (Espa?a es el primer inversor directo en Argentina, por delante de EE UU, con cerca del 40% de la inversi¨®n total en Am¨¦rica Latina) contemplan con preocupaci¨®n el tama?o del d¨¦ficit y la posible evoluci¨®n del d¨®lar, que ha sufrido una progresiva y controlada p¨¦rdida de valor.