BERBERECHOS L?PEZ

Empieza uno a estar un poco harto de tanta discriminaci¨®n. Vas a comer por ah¨ª y s¨®lo te encuentras canelones Rossini, solomillos Wellington, Burger King y cosas as¨ª. Todo recetas dedicadas a reyes, m¨²sicos, soldados o gente famosa en general. Pero ?qu¨¦ pasa si te llamas, digamos, L¨®pez? Nada. Vac¨ªo absoluto y clasista discriminaci¨®n. A menos que seas L¨®pez de algo. De Vega, por ejemplo y te ponen una calle (peque?a, y como adem¨¢s hay mucho desprecio por la cultura, le quitaron la zeta los muy ro?icas) o L¨®pez de Hoyos y te ponen otra calle (esta grande, que en Madrid lo de los hoyos gusta mucho). Pero en los restaurantes ni caso. As¨ª pues he decidido a poner fin a este anacronismo y cambiar la historia a berberechazos. Dadme una lata de apoyo y mover¨¦ el mundo, ¨¦se es mi lema. Esta receta de berberechos va a dar mucho juego a los L¨®pez del mundo entero. Van a entrar por derecho propio en la historia de la gastronom¨ªa. Por ejemplo, nadie va a olvidarse a partir de ahora de vuestro apellido. Dir¨¢n "hombre, el Sr. L¨®pez, como los berberechos". Y eso reconforta. Da entereza y confianza en el g¨¦nero humano. Claro que tambi¨¦n puede pasar (que va y pasa) que digas tu apellido y, pese a la ya famosa receta, vayan y te suelten: "anda, berberecho, como el lendakari". No es f¨¢cil ser un L¨®pez.

- Ingredientes: 1 lata de berberechos (que no sean de los muy peque?os, si hay presupuesto para grandes, mejor), 1 sobre de pur¨¦ de patatas, 1 paquete de lechuga (uno de esos que vienen varios tipos mezclados que le da color), aceite, vinagre, pimienta y sal.

- Preparaci¨®n: en un cazo ponemos a calentar medio vaso de agua, medio vaso de leche un poco de sal y el caldo de nuestra lata (si a alguien le gusta, tambi¨¦n puede echarse una bolita de mantequilla,). Cuando veamos que va a hervir, a?adimos los berberechos (reservando cuatro o cinco que est¨¦n guapos para adornar luego) y pur¨¦ de patatas hasta que la mezcla espese y se quede a nuestro gusto (mejor vaporosa que mazacote, por favor). Servimos el pur¨¦ en un plato y lo adornamos con un poco de la mezcla de lechugas (o de brotes tiernos, o de nuestro hierbajo favorito) que habremos ali?ado antes mezcl¨¢ndola bien en un bol. Rematamos la faena espolvoreando un poco de pimienta molida, adornando con cuatro o cinco berberechos y un hilillo de aceite de oliva virgen extra. Un entrante rico, f¨¢cil y de lo m¨¢s aparente.

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