Getafe quiere ser Suecia
Un borrador de ordenanza establece multas hasta de 1.500 euros para las prostitutas que trabajen en la calle y sus clientes
Getafe apunta a un modelo de convivencia escandinavo. Ni prostitutas en las calles ni c¨¢nticos a partir de las doce de la noche: el objetivo es eliminar comportamientos que hieran la sensibilidad del ciudadano.
La regulaci¨®n de la prostituci¨®n es el punto m¨¢s relevante del borrador de ordenanza municipal para la convivencia que el Ayuntamiento ha colgado en su web para que lo estudien los vecinos. La ordenanza considerar¨¢ falta grave, multada con entre 750 y 1.500 euros, "contribuir a la trata y explotaci¨®n sexual de personas, ya sea solicitando, negociando o aceptando servicios sexuales retribuidos, as¨ª como obligar y/o promover la trata y explotaci¨®n sexual de personas". Tanto prostitutas como usuarios y proxenetas entran en este saco.
Getafe se pone al nivel de legislaciones como la sueca -en la que se persigue a los usuarios de prostituci¨®n, pero no a los prestatarios de servicios-, y, en Espa?a, la de Barcelona, Lleida y Zaragoza, que tambi¨¦n penan el negocio sexual en la v¨ªa p¨²blica. Las ordenanzas de estas ciudades han servido de modelo.
La dif¨ªcil convivencia
Regresa el debate sobre si los ayuntamientos tienen la potestad de regular la prostituci¨®n. Hetaira, asociaci¨®n en defensa de los derechos de las prostitutas, acusa al Consistorio de tratar "cosas que no son de su competencia". El colectivo considera que el texto propuesto "mezcla todo: trata de blancas, explotaci¨®n y libre ejercicio de la prostituci¨®n". Aun as¨ª, el recorrido del debate parece corto y la repuesta directa: los ayuntamientos no pueden regular la prostituci¨®n de forma absoluta, pero s¨ª en sus calles. Las ambiciones de Getafe se dirigen en este sentido.
"Queremos preservar el espacio p¨²blico para nuestros vecinos y ni?os", explica la concejal de Participaci¨®n Ciudadana, Carmen Duque. "Planteamos la necesidad de admitir que del problema forman parte no s¨®lo las prostitutas, sino tambi¨¦n los clientes. Hay mucha mafia". Su objetivo, dicen, es cercar a los proxenetas. Al mismo tiempo, niegan que la prostituci¨®n sea un problema. La Polic¨ªa Municipal rechaza que haya zonas de comercio sexual localizadas. "Antes ten¨ªamos en la carretera de Perales del R¨ªo y en el Cerro del ?ngel", pero ahora est¨¢n muy controladas, explican fuentes policiales.
El Ayuntamiento prefiere centrarse en otros aspectos del borrador, como su definici¨®n de los pisos patera para poder combatir el hacinamiento o su ambici¨®n de regular la convivencia de las distintas comunidades de inmigrantes, que constituyen un 15% de sus 164.000 habitantes. "La confluencia de gente de otros pa¨ªses con distintos modelos sociales obliga a replantearse las normas sobre ruido o higiene", explica Duque. Por eso se castigar¨¢n como faltas leves (hasta 750 euros, y sustituibles por trabajos comunitarios) ducharse en fuentes ornamentales o escupir en la calle. El proyecto pretende acercarse al modelo escandinavo no s¨®lo en su apuesta por la mediaci¨®n y los trabajos comunitarios, sino tambi¨¦n en su sistema de tramitaci¨®n. El Ayuntamiento asegura que es el resultado de consultas a asociaciones. El PP se queja de que a ellos no se han dirigido. "Es la primera noticia que tenemos de esta ordenanza", declaraba ayer Carlos Gonz¨¢lez, su portavoz.Las novedades que incluye el borrador de la nueva ordenanza de convivencia no s¨®lo se atienen a la regulaci¨®n de la prostituci¨®n en la v¨ªa urbana. El chabolismo vertical cuenta con un apartado propio.
Para que un apartamento se considere habitable, cada inquilino deber¨¢ disponer de 10 metros cuadrados habitables. La vivienda tendr¨¢ que contar con dormitorio, un sal¨®n de estar-comedor-cocina y un ba?o. Todo ventilado e iluminado, y con una superficie no inferior a 30 metros cuadrados e instalaciones de agua, electricidad y saneamientos. Carmen Duque, concejal de Participaci¨®n, recuerda que "hasta el momento, los t¨¦cnicos no contaban con criterios estables para intervenir en casos de explotaci¨®n a los alquilados". La inspiraci¨®n ha venido de ordenanzas de otras ciudades, especialmente catalanas (Hospitalet, Lleida...). El objetivo es erradicar los abusos que padecen ciudadanos ilegales sin acceso a una vivienda.
El crecimiento de la comunidad inmigrante (con 27.000 miembros) est¨¢ en el esp¨ªritu del borrador. Las supuestas costumbres de algunos de ellos explican normas aparentemente anacr¨®nicas. Por ejemplo, la menci¨®n a abrevar caballer¨ªas en fuentes p¨²blicas, a dejar en patios animales que puedan perturbar el descanso, o a arrojar basuras a la v¨ªa p¨²blica. ?stas ser¨¢n todas faltas leves que se punir¨¢n s¨®lo si no funcionan los procesos de mediaci¨®n. Las graves costar¨¢n 3.000 euros, y son mayoritariamente actos de vandalismo o violencia.
Junto a otros aspectos ya cl¨¢sicos en estas ordenanzas, como la guerra al botell¨®n o la prohibici¨®n de los juegos de pelota, algunas propuestas son pol¨¦micas. Se trata de normas muy espec¨ªficas (y que desde el Ayuntamiento se insiste en que, como corresponde a un borrador, son "negociables"). Por ejemplo, la prohibici¨®n de tender ropa en ventanas o la obligaci¨®n de cerrar puertas y ventanas sin hacer ruido.
Especialmente mal recibida ha sido la prohibici¨®n expl¨ªcita de "manifestarse incorrectamente o con insultos hacia la autoridad municipal". El argumento oficial es que ya existen cauces para que el ciudadano exprese su descontento, notablemente los plenos. Carlos Gonz¨¢lez, portavoz local del Partido Popular, se felicita por la prudencia del gobierno municipal y lamenta que el alcalde, Pedro Castro, no se guiara por ella "al llamar tontos de los cojones" a los votantes del PP hace unos meses.
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