El temporal de viento paraliza por sorpresa el Festival de Benic¨¤ssim

Fue una noche de color oscuro para el FIB. Despu¨¦s de que a las nueve de la noche se declarase un incendio fuera del recinto -sin consecuencias- el fort¨ªsimo viento, con rachas de 75 kil¨®metros por hora, acab¨® paralizando el festival y dejando bloqueados en sus camerinos a grupos como Los Planetas y Kings of Leon. Finalmente, y tras algunas dudas iniciales, los responsables del FIB decidieron suspender la segunda jornada ante las inclemencias meteorol¨®gicas.

Desde el principio, el viento convirti¨® el c¨¢mping y los aparcamientos en una nube de arena y oblig¨® a suspender los 10 ¨²ltimos minutos del concierto de Paul Weller. Ah¨ª empez¨® todo. A las 22.30 el FIB se paraliz¨®, y los m¨¢s catastrofistas tem¨ªan ya la suspensi¨®n. No fue as¨ª: dos horas despu¨¦s del par¨®n inicial, sin que se registraran incidentes, el grupo Tom Tom Club apareci¨® en el escenario, aunque sin lograr calentar el ambiente.

Paul Weller fue el ¨²nico de los 'grandes' que pudieron actuar ayer

La organizaci¨®n tratar¨¢ de acoplar hoy la parte del programa suspendida

Alrededor de las doce y media de la madrugada se suspendieron definitivamente los conciertos. La organizaci¨®n intentar¨¢ acoplar algunas actuaciones al programa de hoy. S¨ª luch¨® contra los elementos Paul Weller, que fue uno de los primeros grandes nombres en aparecer en la accidentada segunda jornada del festival.

Horas antes de la tempestad, el ¨²nico remedio si te apetec¨ªa hablar en castellano entre tanto ingl¨¦s era ir a las primeras filas del concierto de Nacho Vegas. El cantautor rockero con fama de maldito aprob¨® con nota. Quiz¨¢ su m¨²sica no sea la perfecta para disfrutar en un festival de este tipo, pero el asturiano defendi¨® su repertorio con dignidad. Ayudado por el viento que remov¨ªa su melena, Vegas ten¨ªa la imagen propicia para esto del rock: camisa negra, gafas de sol, guitarra Gretsch y canciones adictivas. Eso s¨ª, bailar no bail¨® nadie. Los ingleses pasaron.

A ¨¦stos hab¨ªa que buscarlos en el escenario de enfrente viendo a los discretitos The Paris Riot o haciendo cola para el concierto de Cooper, alias ?lex D¨ªez, que ya por un golpe de viento sobre el escenario se hab¨ªa retrasado unos minutos. El ex l¨ªder de Los Flechazos dio al p¨²blico lo que quer¨ªa. Grandes temas pop para hacer brotar sonrisas.

A falta del concierto de Kings of Leon todav¨ªa quedaba el regusto a Oasis en el escenario principal. La banda de Manchester quiz¨¢ no se encuentre en su mejor momento y quiz¨¢ las declaraciones del guitarrista Noel Gallagher en las que dec¨ªa que est¨¢ cansado del grupo y que quiere hacer carrera en solitario, no ayuden. Pero el mal rollo no se hizo patente la noche anterior, cuando dieron uno de esos conciertos que hacen historia. Con todos los ingredientes: grandes ¨¦xitos (cayeron todos), chuler¨ªa (la cara de malas pulgas de Liam Gallagher era un poema), riesgo (se par¨® el concierto porque parte del p¨²blico se jug¨® vida al subirse a una torre de luces) e incertidumbre (nadie sabe por qu¨¦ Liam se larg¨® en medio de una de sus m¨¢s grandes canciones, Wonderwall). Oasis son el ¨²ltimo cl¨¢sico moderno y peor para el que no lo quiera ver.

Lo tendr¨¢n duro Franz Ferdinand ma?ana para mantener el nivel. Otro de los que quedaron pendientes para pr¨®ximas ediciones fueron The Horrors, el grupo de oscuro garaje rock g¨®tico. Entre el p¨²blico que se concentraba para verlos hab¨ªa sobre todo curiosidad. Muchos ten¨ªan en mente el recuerdo de su concierto en Madrid, donde el cantante se colg¨® de la bola de espejos que decoraba la sala, con su ca¨ªda y visita al ambulatorio. Aqu¨ª no hay bolas de espejos. Menos mal. El viento que azot¨® ayer se las hubiera llevado por delante.