Con la momia de paseo
Museos desconocidos y curiosos de Madrid que sorprender¨¢n a m¨¢s de uno
Una cabeza de j¨ªbaro no es m¨¢s grande que un pu?o, las canoas se hacen de una sola pieza y el ratoncito P¨¦rez viv¨ªa en una caja de galletas marca Huntley. Puede que saberlo no nos cambie la vida, pero bien entretiene una ma?ana. En Madrid existen museos de todo tipo, de farmacia y de geolog¨ªa, para ni?os y para invidentes; los hay peque?os y privados, y tambi¨¦n enormes e institucionales, anquilosados en el pasado y rabiosamente activos. Todos comparten un mismo objetivo: ense?ar algo. Descubrirlos siempre es una sorpresa.
01 Museo Naval
La entrada al Museo Naval por una puerta del Cuartel General de la Armada es una trampa. Uno cruza el anodino arco de metales, sube por las anodinas escaleras institucionales y no espera encontrarse con este m¨¢gico rinc¨®n madrile?o. El Naval es un lugar especial con un aire antiguo y neoyorquino. Suelos de parqu¨¦, techos de cristal y vitrinas de madera tan hermosas como los objetos que guardan. Entre sextantes, catalejos y mascarones hay curiosidades como un trozo de ¨¢rbol en el que descans¨® Hern¨¢n Cort¨¦s la Noche Triste de 1520, una cadena de galeras, la chapa agujereada del Numancia (la primera fragata blindada) o la cuna-coy (hamaca) en la que durmi¨® el infante Alfonso XII en su primer viaje a las Baleares. Son impresionantes las decenas de maquetas de barco, las reproducciones de batallas, la colecci¨®n de armas ex¨®ticas... La visita es imprescindible; aunque uno se maree s¨®lo con ver un barco, el lugar enamora.
02 Museo del Traje
El ingente fondo del Museo del Traje habla de moda, pero tambi¨¦n de cultura, de pol¨ªtica, de clases sociales, religiosidad, de la revoluci¨®n femenina y de la vida cotidiana. Hay jubones del siglo XVI y mitos del XX como el vestido met¨¢lico de Paco Rabanne. Es alucinante comprobar que los escarpines dieciochescos podr¨ªan estar en cualquier escaparate actual y la programaci¨®n incesante del museo ofrece varias visitas guiadas, talleres y programas con los ni?os. Dos interesantes exposiciones temporales completan el recorrido, Tacones de aguja. Fascinaci¨®n y seducci¨®n (con Pier Luigi Muggiati como comisario) y 100% siglo XX (con Helena L¨®pez de Hierro y Concha Herraz como comisarias).
03 Casa Museo Lope de Vega
En la calle de Cervantes est¨¢ la casa en la que vivi¨® sus ¨²ltimos 25 a?os Lope de Vega. Habitada desde su muerte en 1635, el edificio sufri¨® innumerables cambios, pero ha vuelto a su ser original para convertirse en casa museo. Aunque los muebles y adornos no son de Lope, la restauraci¨®n es elegante y cre¨ªble, y la visita guiada (conviene reservar, se llena) dice tanto de la tr¨¢gica vida del autor como de la rutina dom¨¦stica en una casa del XVII. Impresionante el jard¨ªn en pleno centro.
04 Museo de Am¨¦rica
Este gigante museo estatal es un gran desconocido, y la visita suele ser tranquila. En sus ampl¨ªsimos espacios hay divertidas reconstrucciones de chozas y malocas tribales, una estupenda maqueta m¨®vil de la catedral de M¨¦xico, dos cabezas de j¨ªbaro y un enorme mapa tridimensional del continente amenizado con un bonito audiovisual. Entre las joyas de la colecci¨®n destaca el tesoro de los Quimbayas, donado por Colombia en 1893, que constituye el ajuar m¨¢s importante de la Am¨¦rica prehisp¨¢nica. Tambi¨¦n sorprenden, en parte por su incorrecci¨®n pol¨ªtica, las pinturas de castas, g¨¦neros pict¨®rico fascinante del periodo colonial. A trav¨¦s de escenas dom¨¦sticas de matrimonios mixtos, los cuadros explican los distintos mestizajes: as¨ª se entera uno que de negro e india sale "lobo", y de espa?ol y albina, "torna atr¨¢s".
05 Museo de Bomberos
Un garaje del Parque 8 de Vallecas esconde el Museo de Bomberos de Madrid, que es heroico no s¨®lo por su tem¨¢tica, sino por la tenacidad con la que el cuerpo lo ha mantenido vivo desde 1982 pr¨¢cticamente sin ayuda. En unas instalaciones que merecer¨ªan remozarse, se contemplan los antiguos trajes, con cascos de cuero, junto a los modernos uniformes ign¨ªfugos. La colecci¨®n de veh¨ªculos antiguos es maravillosa, hay escalas de madera, mangueras de lino y campanas. Tienen incluso el Seat 600 rojo en el que iba el jefe en los a?os sesenta. La visita es divertida, la gu¨ªa un bombero y acaba en las flamantes cocheras actuales.
06 Casa Museo del Rat¨®n P¨¦rez
Tan peque?o como el personaje que homenajea, el Museo del Rat¨®n P¨¦rez es m¨¢s bien una tienda, pero tiene su miga. Sus creadores adquirieron los derechos de imagen del personaje creado por el padre Colomer para consolar al joven Alfonso XIII tras la ca¨ªda de su primer diente. El redise?o del roedor lo acerca a los ni?os del siglo XXI y el local est¨¢ ubicado sobre la antigua Confiter¨ªa Prast, donde se supone viv¨ªa P¨¦rez dentro de una caja de galletas Huntley.
07 Museo Nacional de Antropolog¨ªa
Sin desmerecer a los estupendos museos Arqueol¨®gico y de las Ciencias Naturales, el Museo de Antropolog¨ªa tiene, adem¨¢s de un interesante cat¨¢logo etnol¨®gico y entretenidos talleres para ni?os, una leyenda. Lo fund¨® en 1875 el m¨¦dico segoviano Pedro Gonz¨¢lez Velasco, que invirti¨® todos sus ahorros en la construcci¨®n del edificio, proyectado por el Marqu¨¦s de Cubas, y lo llen¨® con su preciosa colecci¨®n privada, de valor incalculable. Ya forma parte de la leyenda de Madrid la historia de que cuando muri¨® su hija, el doctor la embalsam¨® y vivi¨® con la momia hasta su propia muerte, sent¨¢ndola a la mesa y pase¨¢ndola en coche por las calles.
Encuentra tu hotel en Madrid y las mejores propuestas gastron¨®micas
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.