Nunca tan poco perturb¨® tanto
Hay quien sostiene que las tortugas saben volar, pero que no lo hacen porque son tan lentas que no consiguen despegar. Esa misma convicci¨®n basada en id¨¦ntico principio cient¨ªfico ha debido de aplicar la juez Mar¨ªa del Mar Lorenzo, que instruye el caso por el incendio de Guadalajara que se inici¨® el 16 de julio de 2005 en una barbacoa y caus¨® la muerte de 11 personas de un ret¨¦n antiincendios y la destrucci¨®n de m¨¢s de 12.000 hect¨¢reas de pinares del Parque Regional del Alto Tajo. Porque de lo contrario no se entiende que, ignorando el informe pericial que ella misma solicit¨® y en el que se conclu¨ªa que no hab¨ªa habido negligencia en la muerte de los integrantes del ret¨¦n, se lanzase a imputar por graves delitos a 13 t¨¦cnicos que participaron en las labores de control y extinci¨®n del incendio -alguno de los cuales ni siquiera trabaj¨® el d¨ªa de las muertes-, a cuatro cargos pol¨ªticos del PSOE y a tres de los ocho excursionistas que encendieron la barbacoa.
La juez del incendio de Guadalajara ha pedido amparo al Poder Judicial
El fiscal solicita que se procese s¨®lo al responsable de la barbacoa
La primera instructora del caso, la juez Concepci¨®n Azuara, estaba a punto de concluir el caso en 2007 cuando fue relevada. Hab¨ªa ascendido a magistrada -promoci¨®n reglada por antig¨¹edad- lo que implicaba su traslado a otro destino. Azuara s¨®lo imputaba a los autores de la barbacoa y descartaba cualquier responsabilidad de los t¨¦cnicos o de los cargos de la Junta de Castilla-La Mancha.
Solicit¨® que se pospusiera su cambio de destino hasta concluir la investigaci¨®n, como se ha hecho en otras ocasiones de tramitaci¨®n de procesos complejos -el juez de la Operaci¨®n Malaya, Miguel ?ngel Torres, demor¨® su traslado de Marbella a Granada hasta que termin¨® la instrucci¨®n-, pero el Consejo General del Poder Judicial, de mayor¨ªa conservadora en aquel momento, no lo permiti¨®, con triqui?uelas jur¨ªdicas.
La nueva juez, Mar¨ªa del Mar Lorenzo, se lanz¨® sobre el caso con el furor del converso y, lejos de proceder como su antecesora, ha imputado por incendio a 13 de los t¨¦cnicos que se dedicaron a extinguirlo, a cuatro pol¨ªticos y s¨®lo a tres de los ocho excursionistas que encendieron la barbacoa. Lorenzo, como en el caso de las tortugas, ha realizado peregrinas argumentaciones para implicar a los t¨¦cnicos y pol¨ªticos e incluso a un secretario de Ayuntamiento que encarg¨® unas obras en la zona tres a?os antes del fuego y que ni siquiera se adivina qu¨¦ relaci¨®n pueden tener con el mismo.
Y todo ello despu¨¦s de que un informe pericial que ella misma solicit¨® al Colegio de Ingenieros Forestales descartase la negligencia y dejase meridianamente claro que "el operativo de extinci¨®n sufri¨® una combinaci¨®n de circunstancias que no se pudieron prever ni evitar en funci¨®n del plazo de tiempo en que ocurrieron; que estas circunstancias fueron ajenas a las normas y planes de prevenci¨®n de incendios y que crearon una situaci¨®n de riesgo que supuso a los miembros del ret¨¦n tener que tomar decisiones en segundos, entre ellas, tomar como ruta de escape la m¨¢s peligrosa, sin saberlo".
El fiscal Francisco Javier Sanz, en un pormenorizado relato de lo ocurrido basado en las pruebas existentes, no s¨®lo no ha pedido la imputaci¨®n de los t¨¦cnicos de extinci¨®n, sino que ha elogiado su comportamiento y su entrega m¨¢s all¨¢ de lo exigible. El fiscal ha reclamado que se deje sin efecto el auto de la juez Lorenzo y que se procese ¨²nicamente al responsable de la barbacoa. Adem¨¢s ha solicitado que se tasen los da?os, porque a pesar de los cuatro a?os de instrucci¨®n todav¨ªa no se han concretado todos los damnificados ni la cuant¨ªa de los perjuicios.
El fiscal destaca que "no puede achacarse a la intencionalidad o negligencia de ninguna persona alg¨²n tipo de responsabilidad en las muertes de los 11 componentes del operativo de extinci¨®n y de las lesiones que sufri¨® el superviviente, pues estas muertes deben considerarse fortuitas y nunca producto de la mala conservaci¨®n de los montes o de la actuaci¨®n de los responsables de la extinci¨®n del incendio".
Pero algunas almas son tan sensibles que el aleteo de una mariposa les puede provocar una grave perturbaci¨®n en su esp¨ªritu. El caso es que la juez Lorenzo ha pedido amparo al Consejo General del Poder Judicial porque entiende perturbada su independencia. Resulta que las Cortes de Castilla-La Mancha, a propuesta de la portavoz del Partido Popular, Ana Guarinos, que pretend¨ªa a?adir m¨¢s le?a al fuego, debatieron en pleno el auto de imputaci¨®n de la juez.
Sin embargo, la mayor¨ªa socialista impuso que el Parlamento castellano-manchego, en la resoluci¨®n que finalmente adopt¨®, instara al Gobierno regional a que pidiera a los abogados de la defensa que reclamasen la imputaci¨®n de los ocho excursionistas que encendieron la barbacoa y el archivo del caso para los t¨¦cnicos y pol¨ªticos imputados por Lorenzo. Aunque el debate entre los partidos fue ¨¢spero, el Parlamento no pidi¨® nada a la juez.
No deja de ser curioso que alguien a quien no le tiembla el pulso para imputar por incendio a los responsables de apagar un fuego se sienta tan perturbada como para clamar al Consejo General del Poder Judicial por una resoluci¨®n inocua de un ¨®rgano de expresi¨®n de la soberan¨ªa popular. Vamos, como usar un desfibrilador para la tos. Nunca tan poco ha perturbado tanto.
Habr¨¢ que esperar a ver si las tortugas cogen velocidad, pero volar, seguro que vuelan.
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