"Feeling"
Apareci¨® Guardiola y la irracionalidad del Bar?a se convirti¨® en cordura. Al entrenador le r¨ªen todas las gracias, y con raz¨®n. No se entender¨ªa si no que se le aplauda despu¨¦s de asumir el descarte del pichichi del equipo, tercer m¨¢ximo goleador de la historia del club, por una cuesti¨®n de "feeling". Al director deportivo, Txiki Begiristain, le parece tan bien como al presidente porque hoy el t¨¦cnico es el amo del Barcelona. A Guardiola, al fin y al cabo, le avala una gesti¨®n muy bien hecha, de la misma manera que Laporta se sirve de los gestos mientras Eto'o se reivindica con los goles.
La operaci¨®n Eto'o resulta dif¨ªcil de entender econ¨®micamente y en boca del presidente no parece el mejor de los negocios. Laporta, sin embargo, desbloque¨® un asunto que ten¨ªa muy mala pinta con una de sus piruetas, un golpe de genio, redimido de nuevo por su intuici¨®n. Mal o bien, dio una soluci¨®n al problema, consigui¨® que el camerun¨¦s le descolgara le tel¨¦fono y se sinti¨® nuevamente el presidente m¨¢s importante del mundo. No le import¨® demasiado no saber explicar los motivos de la venta.
Eto'o sobrevivi¨® a Ronaldinho y a Rijkaard, pero claudicar¨¢ ante Messi, elegido por el t¨¦cnico como el l¨ªder del Bar?a
Begiristain, como ya es su costumbre, intervino lo justo, y de alguna manera, aunque fuera disimuladamente, se hizo cargo del marr¨®n junto con Guardiola. Hasta que habl¨® el entrenador, el traspaso de Eto'o no tuvo sentido, o cuando menos no hab¨ªan quedado muy claras las razones de su salida. Guardiola respondi¨® con firmeza porque, en cuanto cruyffista radical, entiende que le pagan por tomar decisiones y, por otra parte, jam¨¢s practic¨® el juego de las medias verdades que tanto se ha llevado en la instituci¨®n azulgrana a la hora de explicar las malas noticias.
Guardiola siempre ha seguido el consejo de Murtra: "En momento de duda, piensa qu¨¦ es lo que m¨¢s le conviene al Bar?a". As¨ª se entiende que el lunes afirmara que despedir a Eto'o era lo mejor para el equipo. Nada nuevo, puesto que en su presentaci¨®n como t¨¦cnico azulgrana, hace un a?o, ya anunci¨® que no contaba con Ronaldinho, Deco y Eto'o. Ni los 36 goles marcados la pasada temporada han sido suficientes para que el t¨¦cnico cambiara de opini¨®n. Ocurre que, a diferencia del futbolista, para Guardiola el fin no justifica los medios.
La resoluci¨®n del entrenador es coherente y tambi¨¦n opinable. La mitad de los aficionados discuten sobre los gustos futbol¨ªsticos de la otra mitad. Otra cosa es la rentabilidad de la operaci¨®n, y habr¨¢ que convenir que Eto'o no ha perdido precisamente valor como futbolista en el ¨²ltimo a?o, m¨¦rito suyo y del t¨¦cnico. La gesti¨®n de Guardiola ha sido tan impecable como agotadora. El desgaste, la experiencia y su condici¨®n de barcelonista le invitan a cambiar jugadores para que se pueda visualizar el cambio, y consecuente con su filosof¨ªa y con el mercado, entiende que es mejor mover al ariete que a cualquier jugador de la cantera. Una cuesti¨®n de estilo.
Eto'o habr¨¢ sobrevivido a Ronaldinho y a Rijkaard, a los que se?al¨® como culpables de la ca¨ªda del imperio levantado en Par¨ªs, y en cambio claudicar¨¢ ante Messi, elegido por Guardiola como el l¨ªder natural del Bar?a por su manera de entender el juego. A juicio del entrenador, el f¨²tbol de La Pulga, un portero de Rosario formado en La Masia, es m¨¢s conveniente para el Bar?a que cualquier mago brasile?o o hechicero camerun¨¦s. Eto'o se ha quedado al final sin la cobertura del presidente y amenaza con salir del club con la misma ira que Rosell o disgusto que Soriano.
A fin de cuentas, Eto'o y Laporta han compartido muchas cosas adem¨¢s de su gusto por la zamarra del 9. Ambos son valientes y populistas, y act¨²an con el ego¨ªsmo que se exige a los arietes. El ¨¦xito del club y del equipo se explica en buena parte por el car¨¢cter del ariete y la determinaci¨®n del mandatario, cuya vinculaci¨®n con el club acababa hasta ayer el mismo a?o 2010. Funcionan excelentemente como aut¨®nomos y no encajan f¨¢cilmente en cualquier equipo o directiva colectiva. Hiperactivos, les pueden las actitudes personales y generan situaciones de cansancio y tensi¨®n.
Eto'o se ha quedado sin el favor de Laporta, que le fich¨® por su cuenta, sin atender al consejo t¨¦cnico, contra la opini¨®n de Rosell y para desafiar a Florentino. El ariete ha perdido influencia en el equipo, en el club y en la afici¨®n, y su mejor amigo (Echevarria) es ahora el peor enemigo de un presidente que en p¨²blico se presenta como el l¨ªder que necesita un pa¨ªs desenga?ado con los partidos pol¨ªticos. Da la sensaci¨®n de que est¨¢ naciendo el laportismo, que no necesariamente tiene que ver con el barcelonismo, necesitado de que le expliquen cosas como el viaje en jet privado a Donetsk.
A Laporta le cuesta hacerse entender y no siempre merece comprensi¨®n, aunque sea porque lleva en el club desde junio de 2003. A Guardiola, en cambio, le ha sido relativamente f¨¢cil contar que no tiene feeling con Eto'o, por m¨¢s que pueda parecer una frivolidad, porque es un entrenador cre¨ªble y su obra es transparente. El t¨¦cnico ha gestionado excelentemente y en silencio el triplete ganado con la palabra y a Eto'o no le ha quedado otra que irse a jugar con su parch¨ªs al Inter. Eto'o no juega con las fichas azules, grana, amarillas o verdes, sino con las que llevan su propia cara. Juega sin truco ni posibilidad de hacer trampa.
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