La factor¨ªa de sue?os se moderniza
La Diputaci¨®n de Vizcaya pone en marcha un plan de potenciaci¨®n del Bosque Pintado de Oma con visitas guiadas y servicio especial para sordos
"Es un lugar m¨¢gico donde todo se puede". As¨ª define Naiel Ibarrola el bosque donde su abuelo, Agust¨ªn Ibarrola, hace ya m¨¢s de 20 a?os, comenz¨® a pintar los troncos de los ¨¢rboles. Trazos ca¨®ticos a primera vista: figuras humanas, rayos y ojos al mirarlos de forma detenida. Una obra de arte que permite tantas lecturas como personas la admiren. Ayer, la responsable de cultura de la Diputaci¨®n de Vizcaya, Josune Ariztondo, present¨® en el propio paraje el proyecto de Difusi¨®n del entorno del Bosque Animado de Oma que incluye visitas guiadas previa solicitud, audiogu¨ªas y signogu¨ªas, rehabilitaci¨®n de un paseo peatonal y nueva se?al¨ªtica.
El Bosque Pintado de Ibarrola, compuesto por cerca de 600 pinos de Monterrey que conforman 21 obras del artista, se extiende por un recorrido de 7,4 kil¨®metros con un desnivel de 204 metros. Desde ayer y de mi¨¦rcoles a domingo, de 12.30 a 13 horas y de 16.30 a 18 horas, se pueden reservar visitas guiadas. Tambi¨¦n en la p¨¢gina web de la Diputaci¨®n vizca¨ªna dedicada al bosque se podr¨¢ descargar el audio de las gu¨ªas para que el visitante lo guarde directamente en su mp3 o v¨ªdeos en los que una persona sorda explica a trav¨¦s del lenguaje de signos el significado de las obras m¨¢s representativas del bosque.
A lo largo del recorrido, 47 flechas se?alan la obra de Ibarrola
Para ayudar al visitante a lo largo del trayecto, esparcidas por el suelo, 47 flechas amarillas numeradas se?alan el lugar exacto desde el que observar las obras. Los trabajos de Ibarrola, aunque ejecutados de forma bidimensional, trazos gruesos y simples, forman en su conjunto un espacio tridimensional, y en funci¨®n de la perspectiva del que observa se puede ver, por ejemplo, un c¨ªrculo completo o roto. O una sucesi¨®n de l¨ªneas sin orden ni concierto, que se convierten en una recta continua, que representa una tormenta de rayos que pill¨® a Ibarrola en uno de sus paseos por el bosque. O personas que corren o juegan al escondite entre los troncos de los pinos. La complejidad del trabajo del artista radica en que su pintura se extiende por varios ¨¢rboles, algunos separados entre s¨ª por 50 metros, por lo que resulta muy dif¨ªcil guardar la proporcionalidad.
Adem¨¢s, la diputada de Cultura remarc¨® la importancia patrimonial, hist¨®rica y tur¨ªstica del paraje que rodea el Bosque de Oma. El paseo por el pinar se puede complementar con la visita a la exposici¨®n virtual de las pinturas rupestres del paleol¨ªtico que encierra la cueva de Santimami?e. Un paseo por cuatro molinos, el de Olakoerrota, el de Goikolea y los dos de Bolinzulo, que jalonan el r¨ªo Omakoerreka. O un recorrido por los caser¨ªos hist¨®ricos del valle. Dos de ellos, los de Andikoetxea y Beaskoetxea, de finales del siglo XV y principios del XVI, todav¨ªa conservan arcos g¨®ticos.
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