La modernidad cumple 100 a?os
La Exposici¨®n Regional de 1909 duplic¨® la poblaci¨®n de Santiago e impuls¨® el Camino en el primer A?o Santo del siglo XX bajo la bandera del progreso
El verano de 1909 fue especial en Santiago, y no s¨®lo por coincidir con el primer A?o Santo del siglo XX. Desde comienzos de a?o, cientos de obreros trabajaban a marchas forzadas para terminar los 11 pabellones que dar¨ªan forma a la Exposici¨®n Regional de 1909, la m¨¢s importante de todas las que se hab¨ªan celebrado hasta el momento en cualquiera de las ciudades gallegas. Por si fuera poco, una otitis de Alfonso XIII, encargado de inaugurar el evento, retrasar¨ªa hasta el d¨ªa 26 los tradicionales fuegos del Ap¨®stol.
Compostela no fue ajena al atractivo de las exposiciones que desde la segunda mitad del siglo XIX recorr¨ªan Europa mostrando al mundo los prodigios de la modernidad. "Fue un proyecto muy ambicioso, comparable a las que ya se hab¨ªan celebrado en Londres o Par¨ªs", explica Henrique Alvarellos, que ayer present¨® en la Alameda compostelana una obra conmemorativa del primer centenario de la Exposici¨®n. Santiago, 1909 incluye una cr¨®nica hist¨®rica del propio Alvarellos y una colecci¨®n de m¨¢s de 70 im¨¢genes de la ¨¦poca, muchas de ellas in¨¦ditas. Un homenaje a un evento que, en palabras del editor lucense, "estaba pr¨¢cticamente olvidado".
No faltaron ni los inventos extra?os ni los cl¨¢sicos globos aerost¨¢ticos
La Compostela de 1909 uni¨® cultura e industria en un frente com¨²n
Alvarellos recupera de esta forma la memoria gr¨¢fica de aquella Compostela "activa" que anhelaba progreso y que puso en un frente com¨²n a personalidades de la industria y la cultura. No en vano fue la Liga de Amigos do Pa¨ªs de Santiago, presidida por Pedro Pais Lapido -un hombre de "fortuna, pero tambi¨¦n de utop¨ªa", tal y como Xos¨¦ Lu¨ªs Barreiro lo define en la cr¨®nica hist¨®rica incluida en el libro- la que concibi¨® la idea de la Exposici¨®n. "Hubo una gran calidad de ideas y una voluntad manifiesta de emular las grandes exposiciones universales europeas", cuenta Alvarellos. La influencia del omnipresente Eugenio Montero R¨ªos, que se gan¨® el benepl¨¢cito del gobierno de Antonio Maura, hizo el resto.
Muy del gusto de la ¨¦poca, en Santiago no falt¨® un globo aerost¨¢tico -elevado por la c¨¦lebre aeronauta Mercedes Corominas-, ni tampoco lo ¨²ltimo en tecnolog¨ªa, como un molino universal que, haciendo honor a su nombre, "lo mol¨ªa todo". Los organizadores quer¨ªan mostrar "la Galicia del futuro", pero no renunciaron al pasado de Gallaecia, con una secci¨®n arqueol¨®gica dirigida por Antonio L¨®pez Ferreiro.
Cien a?os despu¨¦s, Compostela s¨®lo conserva de la exposici¨®n un edificio y la escalinata la Alameda con el Campus Sur. Pero durante los cuatro meses que dur¨® el evento, se dot¨® de una ef¨ªmera arquitectura art nouveau que cambi¨® notablemente la fisionom¨ªa de la ciudad. Prueba de ello fue el Pabell¨®n Central -inspirado en el Petit Palais parisino-, el m¨¢s majestuoso de los construidos para la ocasi¨®n, y que alberg¨® la secci¨®n de Bellas Artes y Ciencias, donde ya entonces destacaron Camilo D¨ªaz Bali?o, Francisco Asorey y un jovenc¨ªsimo Castelao. Deficiencias en la construcci¨®n -el pabell¨®n del Ministerio de Fomento se derrumb¨® a los tres d¨ªas de ser inaugurado- y un fort¨ªsimo temporal hicieron desaparecer la mayor¨ªa de los edificios en el primer a?o de existencia. Hoy, el que fue Pabell¨®n de Recreo Art¨ªstico e Industrial y ¨²nico edificio en pie de la Exposici¨®n, es una escuela infantil, pero en sus ya cien a?os alberg¨® el cinemat¨®grafo del empresario Isaac Fraga, el Laboratorio Qu¨ªmico Municipal o, con la guerra, el Cuartel de Falange.
La exposici¨®n fue una buena excusa para fotografiar Compostela. Algunas de las im¨¢genes de entonces son hoy verdaderas reliquias que permanec¨ªan dispersas y que pocos estudiosos, entre ellos el historiador Jos¨¦ Luis Cabo, se hab¨ªan ocupado de publicar. "Las fotos de Alfonso XIII en la inauguraci¨®n son las ¨²nicas que existen del rey en la ciudad", recalca Alvarellos, que piensa ya en una edici¨®n ampliada de Santiago, 1909.
Los festejos del centenario ser¨¢n sobrios pero "nost¨¢lgicos", asegura Xos¨¦ Mart¨ªnez, representante de las asociaciones vecinales de Santiago, de cuya propuesta al Concello parte la celebraci¨®n de la efem¨¦ride, para la que ma?ana cientos de figurantes se vestir¨¢n de ¨¦poca en la Alameda. Y es que tal d¨ªa como hoy de hace 100 a?os la poblaci¨®n de Santiago se duplic¨® y se vendieron m¨¢s de 50.000 entradas, pese al d¨¦ficit de 165.00 pesetas con el que se sald¨® el evento. Aparecieron tambi¨¦n las primeras peregrinaciones organizadas, con gu¨ªas incluidas. A?o Santo concurrido y exposici¨®n ambiciosa. Cosas de la modernidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.