Maurice Grimaud, prefecto de Par¨ªs durante la revuelta de Mayo del 68
Fue partidario del di¨¢logo con los estudiantes y contrario a la violencia policial
Maurice Grimaud, fallecido el 16 de julio a los 95 a?os, nunca quiso ser polic¨ªa. Quer¨ªa escribir, seguir los pasos de Roger Martin du Gard, su amigo de la infancia, Nobel de Literatura en 1937. Pero al cumplir los 50, Grimaud era el jefe de todos los gendarmes de Francia. Y en el trienio en que fue prefecto de Par¨ªs le toc¨® lidiar con la revuelta estudiantil de Mayo de 1968, "el fin de Francia, el fin de la Iglesia, el fin de todo", en palabras del presidente De Gaulle.
Todo se torci¨® con el suspenso en el examen de acceso a la Universidad, "la gran decepci¨®n de mi vida", seg¨²n escribir¨ªa despu¨¦s. Desorientado, el joven Grimaud acept¨® un trabajo en el extranjero: dar clases al hijo del gobernador franc¨¦s en Marruecos. Con el tiempo se convertir¨ªa en uno de los m¨¢s influyentes diplom¨¢ticos del protectorado.
Consideraba las protestas "una purga necesaria para la sociedad"
En la II Guerra Mundial estar¨¢ con la Resistencia y en la posguerra tendr¨¢ cargos cada vez m¨¢s relevantes: negociador en la ocupaci¨®n francesa de Baden-Baden (Alemania), delegado de la Organizaci¨®n Internacional de Refugiados, director de Informaci¨®n en el protectorado marroqu¨ª, consejero de Fran?ois Mitterrand en el Ministerio del Interior...
En 1954 se inicia su carrera policial. Prefecto en las provincias de Landas, Loira y Saboya.En 1963 ya es director de la seguridad nacional, gran comisario de Francia. Su perfil moderado le convertir¨¢ en el sustituto ideal de Maurice Papon, prefecto de Par¨ªs, criticado por la violencia policial contra los independentistas argelinos.
Al llegar a la prefectura se fijar¨¢ un objetivo ins¨®lito para la ¨¦poca: una ciudad sin autom¨®viles. Obsesionado con reducir el tr¨¢fico parisiense, no podr¨¢ evitar la iron¨ªa cuando los j¨®venes del 68 empiecen a quemar coches. "No pod¨ªan sospechar que compart¨ªamos las mismas preocupaciones", dijo en una entrevista a la revista Le Point.
El Mayo del 68, "la guerrilla contra la muerte climatizada que se os quiere vender como porvenir", en palabras de Julio Cort¨¢zar, no alterar¨¢ la sangre fr¨ªa de Grimaud, partidario del di¨¢logo con los estudiantes. Muchos le atribuyen haber frenado a De Gaulle cuando estuvo tentado de sacar el Ej¨¦rcito a las calles. Quiso evitar las muertes y lo consigui¨®. Cinco fallecidos en Francia pero ninguno en Par¨ªs (excepto un manifestante al que le estall¨® en las manos un explosivo).
Daniel Cohn-Bendit, l¨ªder de la revuelta, recordaba a Grimaud como "el arquetipo del polic¨ªa honesto". Despu¨¦s del 68 ambos se reunieron para conversar en varias ocasiones. "No tuvimos miedo porque eran s¨®lo estudiantes", sol¨ªa decir Grimaud, consciente de que alguno de sus hijos particip¨® en las protestas. Defin¨ªa la rebeli¨®n estudiantil como "una purga necesaria para la sociedad, porque entendieron los fallos de nuestra sociedad productivista".
El 29 de mayo de 1968, tras cargas violentas que dejaron ensangrentados a varios estudiantes, escribi¨® una carta dirigida a todos los polic¨ªas de Par¨ªs. En ella se apelaba a una ¨¦tica policial basada en "la grandeur" y la dignidad. "Golpear a un manifestante que est¨¢ en el suelo es como golpearse uno mismo. Ganaremos, quiz¨¢, la batalla en la calle, pero perderemos algo mucho m¨¢s precioso: nuestra reputaci¨®n". Este mi¨¦rcoles, horas despu¨¦s del homenaje que le rindi¨® el presidente Sarkozy, esta carta fue le¨ªda de nuevo en todas las comisar¨ªas de Par¨ªs, informa Le Monde.
Nacido en 1913 en Annonay, al sur de Lyon, se defendi¨® de la soberbia a base de sarcasmo. "Para convertirse en eso que en las necrol¨®gicas llamamos un gran servidor del Estado no basta con una buena educaci¨®n, hace falta tambi¨¦n ser incompetente".
Despu¨¦s del 68 pas¨® por la Direcci¨®n de Aviaci¨®n Civil, en los a?os de la construcci¨®n del avi¨®n Concorde, y por la R¨¦gie Immobili¨¨re de Par¨ªs, organismo encargado de demoler fortificaciones militares para construir casas populares en su lugar. En los ochenta, como director de gabinete del Ministerio del Interior, particip¨® en las negociaciones sobre cooperaci¨®n antiterrorista entre Francia y Espa?a.
En 1992 se retira y se dedica a la literatura. Entre sus libros destacan En mayo, haz lo que te guste (1977) y Yo no nac¨ª en mayo del 68 (2007). El hombre que nunca quiso ser polic¨ªa cre¨ªa que no hab¨ªa sido capaz de participar en los grandes momentos heroicos de su ¨¦poca. Siempre se qued¨® en un segundo plano, manteniendo la calma. Entre otras frases, dejo ¨¦sta para la posteridad: "La vida es tan imprevisible que es imposible corregirla".
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