Pinto vuelve a echarse a la calle por el triunfo de su vecino Contador
"Mi hijo ha ganado este Tour solo, sin equipo", afirma la madre del campe¨®n
Domingo 26 de julio, 18.30. Casi un centenar de personas se agolpan bajo un sol de justicia en el portal de la casa de Francisco y Paqui Contador, un matrimonio con cuatro hijos residente en Pinto. La muchedumbre parece contenta, empu?an unos cilindros hinchables amarillos y emplean sus gargantas a fondo para lograr su objetivo: que baje la familia de Alberto Contador, desde hace apenas una hora, el vencedor indiscutible del Tour 2009.
A los pocos minutos, la que baja es una chica risue?a, de rostro ani?ado y el arrojo del que est¨¢ viviendo un momento feliz, muy feliz. Es Alicia, tiene 28 a?os y es la hermana de Alberto Contador. No deja de saltar y tarda apenas unos segundos en hacerse con un altavoz con el que no dejar¨¢ de animar al personal. "Este Tour sabe mucho mejor despu¨¦s de todo lo que ha tenido que sufrir mi hermano. Estamos muy contentos", explica radiante. Ella no ha podido ir a Francia, se qued¨® con su hermano Ra¨²l, el menor de la familia, que padece par¨¢lisis cerebral, mientras sus padres acompa?aban a Alberto durante una semana.
Medio centenar de aficionados siguen la etapa en el teatro municipal
Dos autobuses acudir¨¢n desde Pinto a recibir al campe¨®n a Barajas
El matrimonio Contador disfrut¨® de la etapa de Verbier, donde su hijo dio el golpe de genio que rompi¨® definitivamente el Tour y acab¨® cogiendo el amarillo para no soltarlo; luego se volvieron a Pinto. "Preferimos ver el final en casa, con la familia. Cuando gan¨® el primer Tour, todo nos cogi¨® m¨¢s desprevenidos y nos quedamos en Par¨ªs, pero all¨ª se forma mucho revuelo. El personaje conocido es ¨¦l y nosotros debemos estar en un segundo plano".
Paqui, la madre del mejor ciclista del momento, lo explicaba as¨ª el s¨¢bado a mediod¨ªa mientras su hijo daba las primeras pedaladas para subir al Mont Ventoux. El escenario era el mismo; la placita que forma la calle de la Empedrada a la altura de la casa de los Contador. All¨ª estaban sus vecinos acabando de instalar las numerosas banderas y pancartas que se?alaban que en Pinto estaba pasando algo grande. All¨ª, Paqui se ve¨ªa sorprendida por una pareja de reporteros franceses que inauguraron el peregrinaje al hogar del h¨¦roe. "Le da mucha verg¨¹enza salir en los medios", explicaba Pilar, una vecina de la familia desde hace 22 a?os.
Pero, ayer, Paqui rompi¨® sus planes y se uni¨® a la fiesta, mientras Francisco, su marido, compart¨ªa su felicidad con su hijo Ra¨²l y los 15 familiares que se agolpaban en su casa. "Estoy tan contenta que me he atrevido a bajar", anunci¨®. Baj¨®, salt¨®, ri¨® y habl¨®: "Mi hijo ha ganado este Tour solo, sin equipo f¨ªsico. Con Armstrong se me ha ca¨ªdo un ¨ªdolo", se sincer¨®.
Quiz¨¢ no sea buena idea que el tejano se d¨¦ una vuelta por Pinto durante un tiempo, si no quiere ser abucheado. As¨ª se lo recomendaba Romualdo, uno de los 500 aficionados que abarrotaban ayer el teatro municipal Francisco Rabal para seguir en directo la coronaci¨®n parisiense del pistolero de Pinto. "Aqu¨ª hemos vivido muy mal el boicoteo que le han hecho", dec¨ªa, mientras le daba un peque?o descanso a un meg¨¢fono que ha paseado por todos los ¨¦xitos de Contador, y que hoy llevar¨¢ a Barajas, donde acudir¨¢n dos autobuses desde Pinto para recibir al campe¨®n. En la plaza del Ayuntamiento le esperar¨¢ la marea amarilla que ayer aplaudi¨® cada plano en el que se vio su maillot y no dej¨® de bailar el No somos uno, no somos dos, somos el pueblo de Contador, un tema compuesto por dos vecinos de Pinto al estilo Melendi.
Este a?o no hay camisetas amarillas para todos, la crisis aprieta los bolsillos consistoriales, pero nada puede con el ¨¢nimo de los pinte?os.
Para Juan y Olga, los ¨¦xitos de su amigo Alberto siguen marcando el ritmo de sus vacaciones. "Hemos estado una semana con ¨¦l en el Tour, le ve¨ªamos al principio y al final de las etapas y lo ha pasado muy mal", explicaban. Cogieron vacaciones para verle vestirse de amarillo en el Tourmalet, pero no fue posible. Ahora todo da igual, Alberto ha ganado. Otra vez. A su lado, Susana informaba a la familia Contador de que la pr¨®xima parada de la fiesta era su casa. La siguiente, el agua. Porque si los ¨¦xitos del Real Madrid se celebran en la Cibeles, y los del Atl¨¦tico en Neptuno, los de Alberto Contador se purifican en la fuente Jos¨¦ Crespo de Pinto. All¨ª, Alicia dej¨® el meg¨¢fono para poner su felicidad a remojo.
Hoy, como todos los d¨ªas, le espera el trabajo en un supermercado de Pinto. "Pero me han dejado escaparme para ir a por mi hermano a Barajas", dijo. No todos los d¨ªas se gana el Tour.
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