Una ayuda en el peor momento
El responsable de emergencias de Cruz Roja dirige a medio centenar de voluntarios
Jos¨¦ Ram¨®n Delgado Mayordomo, madrile?o de 35 a?os, anda despacio y cabizbajo. Se caracteriza por pasar desapercibido cuando se produce una cat¨¢strofe o una situaci¨®n grave de emergencia. Eso s¨ª, es la figura que buscan muchas familias para aliviar el dolor que sufren tras perder a un familiar.
Delgado dirige el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de la Cruz Roja de Madrid, formado por 55 voluntarios. Este profesional de la ayuda ha vivido situaciones tr¨¢gicas con decenas de v¨ªctimas: la riada de Biescas, los cruentos atentados del 11-M, el incendio de Guadalajara o el accidente del avi¨®n de Spanair en Barajas el pasado verano.
Diplomado en Educaci¨®n Social y con una amplia experiencia detr¨¢s, Delgado entr¨® como voluntario en el ?rea de Juventud de Cruz Roja en 1989. Desde entonces, ha ido asciendo poco a poco hasta dirigir el ERIE de Madrid. Su trabajo, ya remunerado, consiste en facilitar apoyo psicol¨®gico a las v¨ªctimas y los familiares y todo lo que necesiten para superar un momento traum¨¢tico. "Se habla mucho de nosotros en grandes cat¨¢strofes o en accidentes con muchos muertos, pero tambi¨¦n estamos en momentos no tan cr¨ªticos, como fuertes nevadas. Eso nos ocurri¨® el pasado invierno, cuando tuvimos que ayudar a muchos conductores", explica Delgado.
El educador social guarda silencio cuando recuerda los atentados del 11-M
"Las victimas buscan respuestas que no siempre podemos dar"
Su dilatada carrera le ha hecho vivir situaciones dram¨¢ticas: "Nosotros no damos la noticia del fallecimiento de un familiar. Eso lo hace la polic¨ªa o la Guardia Civil. Nosotros preparamos a las personas antes, durante y despu¨¦s del duelo, y les decimos lo que le va a pasar".
Reconoce que ha pasado momentos muy duros, como el ocurrido en el incendio de Guadalajara en julio de 2005. Una madre que hab¨ªa perdido a su hijo, de unos 30 a?os, sent¨ªa m¨¢s rabia que dolor. Quer¨ªa saber qui¨¦n hab¨ªa provocado el fuego y por qu¨¦ lo hab¨ªa hecho. "En esos momentos es muy dif¨ªcil intervenir porque las v¨ªctimas se cierran y buscan unas respuestas que no siempre podemos dar", reconoce el jefe del ERIE.
Juan Carlos Delgado tambi¨¦n ha viajado mucho al extranjero, sobre todo a desastres en Suram¨¦rica. "En Paraguay [tras el incendio de un centro comercial en 2004] atendimos a un hombre que hab¨ªa perdido a sus tres hijos y su esposa. No sab¨ªa ni por d¨®nde iba. Sufr¨ªa un shock muy fuerte", destaca. "Lo que m¨¢s me sorprendi¨® es cuando entramos en la zona donde se produjo la cat¨¢strofe. Hab¨ªa un silencio sepulcral y todo estaba derruido. Parec¨ªa una ciudad fantasma, ya que s¨®lo o¨ªamos nuestros pasos y poco m¨¢s", a?ade con emoci¨®n en la mirada.
El ERIE est¨¢ organizado de tal forma que todos sus componentes de guardia est¨¦n en una hora en la base de Cruz Roja, en la Casa de Campo. Desde all¨ª se trasladan a donde se les requiera. Los equipos siempre los forman un jefe, un psic¨®logo, un trabajador social y un socorrista. Se van turnando para atender a la familia. "Primero evaluamos lo que necesita cada persona y despu¨¦s le ofrecemos todas las soluciones que est¨¦n en nuestras manos, desde alojamiento, localizar a alg¨²n familiar en el extranjero o aconsejarles c¨®mo pasar por la situaci¨®n", resume. Tambi¨¦n les dicen que si sufren determinados s¨ªntomas pasados un tiempo, un mes aproximadamente, deben acudir a un psic¨®logo. "No estamos m¨¢s de ocho horas con un mismo caso. Luego tienen que relevarnos, porque, si no, podr¨ªamos quedar muy afectados por el drama", concluye.
-?C¨®mo recuerda el 11-M?
-De ese tema prefiero no hablar. Fueron momentos muy duros. A m¨ª me toc¨® en la calle de T¨¦llez y en Ifema. Fuimos de los primeros en llegar y de los ¨²ltimos en irnos.
Y Delgado no pronuncia ninguna palabra m¨¢s. Pese a que habla con rapidez durante toda la conversaci¨®n, guarda silencio y mira a la pared. La situaci¨®n resulta inc¨®moda. Han pasado cinco a?os y medio, pero quedan muchos recuerdos a¨²n.
Los voluntarios del equipo reciben una formaci¨®n de 200 horas en las que se les explica c¨®mo trabajar y de qu¨¦ recursos disponen. Tambi¨¦n tienen una unidad, llamada de cuidados al interviniente (voluntarios), que les eval¨²a y les dice c¨®mo no resultar afectado por todo el dolor que sufren en su trabajo. "Son psic¨®logos que est¨¢n para atendernos a nosotros, pero tambi¨¦n a cualquiera de los 7.900 voluntarios que Cruz Roja tiene en la Comunidad de Madrid", destaca Delgado.
Los meses de m¨¢s calor y los de mucho fr¨ªo son los de mayor trabajo para el equipo, por ser los m¨¢s dados a los accidentes. En el d¨ªa a d¨ªa del trabajo de Delgado tambi¨¦n hay aspectos positivos. No abundan, pero son los que m¨¢s reconfortan: "Una mirada o un gesto de un familiar con el que nos agradece lo que hemos hecho es extraordinario, sobre todo en ese momento que sabemos que lo est¨¢n pasando tan mal".
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