El lado oscuro de la Luna

Tanto celebrar los 40 a?os de la llegada de la bandera norteamericana a la Luna, se est¨¢ olvidando otra efem¨¦ride importante. Hace 50 a?os, una onda sovi¨¦tica fotografi¨® por primera vez el hemisferio oculto de nuestro sat¨¦lite.

El otro lado de la Luna hab¨ªa planteado un misterio indescifrable a lo largo de la historia humana. Hoy sabemos que su ocultaci¨®n obedece a causas f¨ªsicas. La Luna da una vuelta a la Tierra en el mismo periodo que tarda en girar sobre s¨ª misma. Por este fen¨®meno de "rotaci¨®n sincr¨®nica" siempre hay un lado alejado de nuestra visi¨®n (en rigor, no se trata de una faz oscura, porque tambi¨¦n recibe la luz solar, aunque no la veamos). Para ser precisos, la oscuridad no es completa: en ocasiones, las oscilaciones del disco lunar respecto de un observador terrestre dejan entrever hasta el 18% del lado distante. En cualquier caso, permanec¨ªa invisible una porci¨®n suficiente para mantener vivo el misterio.

El enigma se aclar¨® definitivamente el 7 de octubre de 1959, cuando la sonda sovi¨¦tica Lunik-3 sac¨® las primeras fotograf¨ªas del misterioso lado. "Fue una proeza tecnol¨®gica", recuerda Luis Ruiz de Gopegui, ex director de las estaciones de la NASA en Espa?a. No era para menos: hubo que proteger de los rayos c¨®smicos la pel¨ªcula de 35 mil¨ªmetros; mantener fijo el eje del veh¨ªculo mientras la c¨¢mara fotografiaba; revelar los negativos en microgravedad, escanear las vistas y luego transmitirlas por radio a la Tierra; todo eso dentro de la sonda y de modo autom¨¢tico.

"La prensa public¨® las fotos de inmediato, pues Mosc¨² las distribuy¨® a discreci¨®n", agrega Ruiz de Gopegui. "Fue otro gran golpe de efecto. Con los ¨¦xitos espaciales que acumulaba la URSS, en Estados Unidos tem¨ªan ver cualquier d¨ªa unos gigantescos hoz y martillo trazados con pintura roja sobre la superficie lunar". La Academia de Ciencias Sovi¨¦ticas se conform¨® con bautizar los cr¨¢teres eligiendo numerosos nombres de cosmonautas (Tereshkova, Titov, Gagarin) y de h¨¦roes del Ej¨¦rcito Rojo como Vavilov.

?Y qu¨¦ mostraban las fotos? Aunque a primera vista luc¨ªa tan gris y desolada como la faceta conocida, a los entendidos les sorprendi¨® el contraste de su torturada y escabrosa superficie con las vastas planicies bas¨¢lticas (mares) que cubren la cara visible. Hoy, el lado lejano inspira al p¨²blico tan poco inter¨¦s como el visible. Cartografiada de cabo a rabo, "la Luna ha sido consumida", se lament¨® Pier Paolo Pasolini; al poeta le dol¨ªa el desencantamiento de ese cl¨¢sico patrimonio po¨¦tico.