Condenado a tres a?os un 'okupa' por agredir a un 'mosso' que us¨® el kubot¨¢n
El hombre rompi¨® la nariz de un polic¨ªa en una manifestaci¨®n antisistema
El okupa Alfonso H. C. pasar¨¢ los pr¨®ximos tres a?os en prisi¨®n por partir la nariz a un mosso d'esquadra que, en una manifestaci¨®n antisistema de hace dos a?os, iba armado con el pol¨¦mico kubot¨¢n. El juzgado ha condenado al activista, de 30 a?os y vecino de L'Hospitalet, por un delito de atentado a la autoridad con lesiones, castigado en el C¨®digo Penal con penas de dos a cuatro a?os. El abogado del activista, Eduardo C¨¢liz, ya ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia.
La agresi¨®n se produjo el 19 de mayo de 2007 en Barcelona, durante una marcha no autorizada del colectivo okupa a favor de los "espacios liberados". En una acci¨®n muy r¨¢pida que sorprendi¨® a la Brigada M¨®vil (los antidisturbios), Alfonso emergi¨® de entre la multitud y, con la cara tapada, le arre¨® a un agente un pu?etazo en la cara. El polic¨ªa sufri¨® una fractura abierta de los huesos nasales, con desviaci¨®n del septo e hipertrofia, y tuvo que ser operado. La agresi¨®n se produjo en la calle de Fontanella, en una manifestaci¨®n violenta con enfrentamientos entre manifestantes y polic¨ªas -hubo hasta ocho cargas- que acab¨® con lesionados de uno y otro bando.
El abogado recurrir¨¢ la sentencia porque juzga "ileg¨ªtima" la actuaci¨®n policial
Las im¨¢genes de la agresi¨®n fueron captadas por TV-3. Al caer al suelo por el golpe, el mosso dej¨® caer tambi¨¦n un peque?o objeto que llevaba en la mano: el kubot¨¢n. Este arma es un peque?o punz¨®n de PVC que procede de las artes marciales y que los antidisturbios utilizaban para inmovilizar a personas presionando en puntos de dolor. El uso del kubot¨¢n fue prohibido el a?o pasado por una instrucci¨®n interna del Departamento de Interior.
La capucha no impidi¨® que, ocho horas m¨¢s tarde, el okupa fuera detenido por los Mossos como presunto autor del ataque. Durante el juicio, celebrado en la Ciudad de la Justicia de Barcelona, Alfonso reconoci¨® haber asistido a la protesta. Neg¨®, sin embargo, ser el autor de la agresi¨®n. Y asegur¨® que, durante la protesta, recibi¨® "dos golpes en la cabeza y patadas". Contra ese argumento, la Fiscal¨ªa record¨® que el acusado llevaba "la misma indumentaria" en la manifestaci¨®n y en el momento de la detenci¨®n.
Su abogado bas¨® la defensa en un argumento: el kubot¨¢n es "antirreglamentario" y la actuaci¨®n del agente, "ileg¨ªtima". A su juicio, eso es suficiente para no aplicar el delito de atentado a la autoridad.
La sentencia, sin embargo, rechaza esa tesis y considera que, en el caso de que el mosso hubiera usado el kubot¨¢n -algo que no queda probado- se tratar¨ªa, en todo caso, de una infracci¨®n leve. Adem¨¢s, el hecho de usar el arma no elimina su condici¨®n de agente de la autoridad. ?ste, por su parte, dijo ante el juzgado que recibi¨® "un fuerte golpe", pero que no pudo ver qui¨¦n cometi¨® la agresi¨®n.
Adem¨¢s de la pena de c¨¢rcel, la sentencia condena a Alfonso a pagar 4.000 euros en concepto de indemnizaci¨®n.
El arma ilegal que lleg¨® de Oriente
Algunos agentes de la Brigada M¨®vil -los antidisturbios de los Mossos- sol¨ªan echar mano del kubot¨¢n en las manifestaciones m¨¢s comprometidas. Lo hac¨ªan, sin embargo, sin que existiera ning¨²n reglamento u orden interna que permitiera su utilizaci¨®n. La pol¨¦mica surgi¨® en la manifestaci¨®n okupa de mayo de 2007 sencillamente porque fue entonces cuando, por primera vez, las c¨¢maras captaron el curioso artilugio.
El kubot¨¢n es un peque?o punz¨®n cil¨ªndrico, acabado en punta en un extremo y con una arandela que hace las veces de llavero en el otro. Se puede comprar en tiendas especializadas e Internet por 10 euros. Procede de las artes marciales orientales y sirve para la defensa personal: permite inmovilizar a un sujeto violento presionando sobre un punto de su cuerpo.
La mayor¨ªa de juristas coinciden en que se trata de un arma ilegal y, por tanto, es necesaria una orden expresa para utilizarla. Los responsables policiales, en cambio, consideran que es s¨®lo una herramienta de trabajo -un bol¨ªgrafo podr¨ªa hacer la misma funci¨®n- y creen que, al no estar prohibido expl¨ªcitamente, el kubot¨¢n puede emplearse.
?se fue el debate suscitado en la primavera de 2007. El a?o pasado, el Departamento de Interior despej¨® las dudas. Tras los titubeos iniciales por presiones de algunos mandos policiales, los responsables del departamento decidieron dejar el kubot¨¢n fuera de juego. Dos instrucciones aprobadas por Interior detallaron con precisi¨®n qu¨¦ armas de fuego y herramientas pueden emplear los mossos. El kubot¨¢n fue excluido y, por tanto, su uso est¨¢ prohibido.
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