El banco central de EE UU ve signos de estabilizaci¨®n en la econom¨ªa

La tormenta amaina, pero las autoridades econ¨®micas siguen prefiriendo esperar y ver tras dos a?os de pesadilla. La Reserva Federal -la Fed, el banco central estadounidense- empieza a vislumbrar la luz al final del t¨²nel. As¨ª lo hizo ver ayer tras dos d¨ªas de reuni¨®n en la que los banqueros centrales norteamericanos, encabezados por Ben Bernanke, pudieron respirar m¨¢s tranquilos. Y aunque hay signos que indican que la econom¨ªa empieza a estabilizarse, la Fed opt¨® por no tocar pr¨¢cticamente nada, dejando los tipos de inter¨¦s en la zona cero. En el fondo, a¨²n no han desaparecido los riesgos que pueden lastrar la recuperaci¨®n.

Bernanke opt¨® s¨®lo por un ligero movimiento en lo relativo a las medidas excepcionales contra la crisis financiera: asegur¨® que mantendr¨¢ activa la m¨¢quina de imprimir dinero -el programa de compras de activos privados y p¨²blicos- hasta octubre. Se trata de un plan por un importe de 300.000 millones de d¨®lares que persigue agilizar el cr¨¦dito en el sector privado. El Reino Unido lo ampli¨® hace unos d¨ªas en un movimiento sorpresa, que caus¨® cierta incertidumbre en los mercados ante el temor a que la recesi¨®n se alargue. En el caso estadounidense, se esperaba que la Fed finalizara la compra de activos a finales de septiembre. Con ese cambio, Bernanke gana tiempo y se guarda una bala en la rec¨¢mara ante un mes de octubre que suele ser peligroso para la Bolsa.

La Bolsa de Nueva York aplaudi¨® la decisi¨®n con una subida del 1,3%

Pero los mercados esperaban un mensaje y recibieron un bal¨®n de ox¨ªgeno. Los indicadores de julio apuntan hacia una mejora, y eso llev¨® a la Fed a ofrecer un an¨¢lisis m¨¢s positivo de lo habitual. Aunque con moderaci¨®n: no es f¨¢cil ser optimista con 14,5 millones parados y 6,7 millones de empleos destruidos, a lo que se le suma un mercado inmobiliario deprimido y los problemas derivados de la falta de cr¨¦dito.

Bernanke opt¨® por un dif¨ªcil equilibrio, con optimismo pero a su vez con grandes dosis de cautela. "La informaci¨®n recibida sugiere que la actividad econ¨®mica comienza a asentarse", asegur¨® la Fed en un comunicado, que tambi¨¦n hablaba de una "mejora" en los mercados y de signos hacia la normalizaci¨®n en la vivienda, aunque esa mejor¨ªa se ve "constre?ida" por el paro y el credit crunch. As¨ª, pese a que la recesi¨®n amaina, la actividad econ¨®mica "seguir¨¢ d¨¦bil durante un tiempo", sentenci¨® el banco central.

La l¨ªnea que separa el escenario de contracci¨®n y el de expansi¨®n es a¨²n muy fina. La Fed tiene ante s¨ª un dilema: si retira los est¨ªmulos r¨¢pidamente, se puede venir abajo todo lo logrado en el ¨²ltimo a?o. Si tarda, se puede disparar la inflaci¨®n, y eso supondr¨ªa la obligaci¨®n de subir los tipos de inter¨¦s y, en definitiva, dificultar la recuperaci¨®n. La Fed reafirm¨® ayer que la estrategia de tipos al 0% se mantendr¨¢ durante un "periodo prolongado", a la vista de que la inflaci¨®n sigue bajo control. Y avis¨® de que sigue de cerca los mercados y el conjunto de la econom¨ªa para ver si son necesarias o no m¨¢s medidas excepcionales, o hay que empezar a preparar el terreno para una retirada gradual y segura de los est¨ªmulos de pol¨ªtica monetaria.

Seg¨²n las voces m¨¢s optimistas, la ya bautizada como Gran Recesi¨®n terminar¨¢ sobre el papel en el tercer trimestre, tras un a?o de fuerte contracci¨®n del PIB. Otra cosa es el ritmo y la duraci¨®n de la recuperaci¨®n. Pero al menos los mercados -que suelen servir como indicador adelantado- ya han empezado a reaccionar: Wall Street se anota ya un alza superior al 10% desde la reuni¨®n del 24 de junio, tras constatar que las mayores empresas empiezan a obtener resultados mejores de lo esperado. ?Optimismo irreal? Los analistas creen que se entra en una fase de menor inestabilidad, y que la Fed no quiere desbaratar ese incipiente repunte. Ayer, Wall Street abri¨® con subidas, y tras la decisi¨®n de la Fed aceler¨® hasta el 1,8%, aunque al cierre se qued¨® en el 1,3%.

En el fondo, se trata de un examen en toda regla para Bernanke, cuyo mandato al frente de la Fed expira en poco m¨¢s de cinco meses. A estas alturas, la mayor¨ªa de los economistas apuesta por que seguir¨¢ en su puesto. Pero las crisis son tiempos de incertidumbres, y tambi¨¦n Bernanke debe aplicarse su propia medicina. Esperar y ver.