Los talibanes prometen otros ataques en Kabul y en los colegios electorales
Entra en vigor la ley que somete a la mujer a los deseos sexuales del marido
Los talibanes han logrado un primer ¨¦xito electoral tras el atentado del s¨¢bado ante el cuartel general de la OTAN en Kabul: meter el miedo en el cuerpo a los 16,6 millones de afganos inscritos para votar el jueves en los comicios presidenciales. La seguridad parec¨ªa ayer extrema en la capital de Afganist¨¢n: calles cortadas, nuevos controles, aunque no muy meticulosos, y una significativa presencia policial. Las escuelas se vaciaron de alumnos y en los bazares hab¨ªa menos actividad que de costumbre. Los talibanes reiteraron ayer su promesa de atacar los colegios electorales y anunciaron nuevos atentados en Kabul esta semana.
"Intensificaremos nuestra actividad en la v¨ªspera y en el d¨ªa de las elecciones. Utilizaremos nuevas t¨¦cnicas y atacaremos a los colegios electorales en todo el pa¨ªs. Estamos informando de ello a la poblaci¨®n para que no resulte afectada", declar¨® un portavoz talib¨¢n a la agencia AFP.
El candidato Ghani denuncia que hay 600.000 falsos votantes registrados
"A¨²n no he decidido si ir¨¦ a votar. Tengo que pensarlo estos d¨ªas. Puede que pongan una bomba en mi colegio electoral", dice Ahmad Sha, que trabaja de vigilante en una ONG. No muy lejos, el fot¨®grafo callejero Mohamed Mir maneja una viej¨ªsima c¨¢mara de fotos de caja que le cost¨® 120 d¨®lares hace 12 a?os. Es su medio de vida. "?Claro que tengo miedo! Como todos. Pero voy a votar, como hice la otra vez, con la esperanza de que se acabe la guerra", afirma.
Los candidatos apuran las ¨²ltimas horas de campa?a electoral, que concluye hoy. Hamid Karzai necesita superar el 50% de los votos para evitar una segunda vuelta que podr¨ªa complicarle seguir en la presidencia. Ayer decepcion¨® a los suyos, pastunes como ¨¦l, al no viajar a Helmand, su provincia natal y una de las de mayor actividad talib¨¢n. En ella estuvo hace d¨ªas su principal rival, el ex ministro de Exteriores Abdul¨¢ Abdul¨¢, que parece mover cada vez m¨¢s seguidores. Sus m¨ªtines, modestos al principio, son ya multitudinarios, pero s¨®lo en zonas de influencia tayika o uzbeka, insuficientes para vencer.
Los talibanes se sienten fuertes. Han recuperado la iniciativa ocho a?os despu¨¦s de ser expulsados del poder. Unos 100.000 soldados extranjeros, entre ellos los 1.250 espa?oles, se encuentran en m¨¢xima alerta. Su misi¨®n es garantizar el desarrollo de los comicios para que resulten cre¨ªbles y ¨²tiles en la estrategia general, que consiste en dar la vuelta al curso de la guerra y potenciar la reconstrucci¨®n del pa¨ªs.
Una encuesta de un instituto norteamericano otorga un 44% de los votos a Karzai, 20 puntos por delante de Abdul¨¢. De confirmarse en las urnas, habr¨ªa segunda vuelta. El sistema de elaboraci¨®n del registro electoral (no existe censo) levanta sospechas porque cada var¨®n ha podido inscribir a las mujeres a su cargo sin mostrar identificaci¨®n alguna y sin que nadie lo pudiera comprobar. Las casas est¨¢n cerradas a los curiosos, sobre todo en ¨¢reas pastunes, la tribu mayoritaria.
El ex ministro de Finanzas y candidato presidencial, Ashraf Ghani, sostiene que hay entre 600.000 y 800.000 registrados falsos cuyos votos ir¨¢n a Karzai. El presidente ha urdido pactos con los antiguos se?ores de la guerra de todas las etnias, que regresan al centro del poder.
La ley que permite a los maridos castigar a su esposa sin alimentaci¨®n en el caso de que ¨¦sta rechace sus deseos sexuales ha sido publicada y por lo tanto ha entrado en vigor pese a las numerosas cr¨ªticas internacionales.
La mujer no tendr¨¢ derecho a salir de la vivienda sin permiso del marido (salvo causa justificada, que el texto no define) ni a trabajar sin su consentimiento. La ley favorece adem¨¢s al var¨®n en todos los asuntos relacionados con la custodia de los hijos. Se trata de una concesi¨®n del presidente Karzai a los hazaras chi¨ªes m¨¢s conservadores: derechos de las mujeres a cambio de votos. La versi¨®n modificada del texto original, m¨¢s duro a¨²n, sigue siendo represiva en opini¨®n de Human Rights Watch. "Est¨¢ en la l¨ªnea con la tradici¨®n, y en Afganist¨¢n nadie hace caso a las leyes, s¨®lo a la tradici¨®n", dice un occidental con a?os de experiencia en el pa¨ªs.
Por otra parte, el fot¨®grafo espa?ol Emilio Morenatti, herido la semana pasada en Helmand, y que se encuentra en el City Hospital de Dubai, va a ser trasladado en las pr¨®ximas horas a EE UU. Morenatti perdi¨® un pie al explotar un artefacto al paso del convoy militar en el que viajaba.
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