Una d¨¦cada con El Juli

Fue tambi¨¦n un 17 de agosto. Ha pasado una d¨¦cada. Tal d¨ªa como hoy de 1999, un ni?o de 16 a?os hac¨ªa su primer pase¨ªllo como matador de toros en la plaza de Bilbao. Juli¨¢n L¨®pez Escobar, El Juli, hab¨ªa revolucionado el panorama taurino con su precoz aparici¨®n, que le convirti¨® en el matador m¨¢s joven de la historia, con 15 a?os y 11 meses. S¨®lo un ex¨®tico precedente puede superar ese hito, pues Domingo Ortega doctor¨® en Bogot¨¢ a un imberbe Luis Miguel Domingu¨ªn con 14 a?os. Aquella ceremonia qued¨® en una an¨¦cdota que luego necesit¨® su desarrollo habitual en las plazas de Espa?a.

Desde aquel 17 de agosto El Juli no ha faltado nunca a la cita con el coso bilba¨ªno, ni siquiera en 2001, cuando forz¨® su reaparici¨®n tras una cogida en M¨¢laga para enfrentarse a los victorinos. Dos orejas fue su premio. Y al d¨ªa siguiente regres¨® al coso de Mart¨ªn Ag¨¹ero para desorejar a un astado de Torrealta en una faena que le abri¨® la puerta grande de Vista Alegre, aunque no pudiera salir por ella, pues ese toro le parti¨® el labio superior, marca que a¨²n se nota en su rostro.

El Juli no ha faltado nunca a su cita con el coso bilba¨ªno desde aquel d¨ªa

Al a?o siguiente, se desquit¨® y abandon¨® el coso a hombros tras haber cortado tres orejas. Ambas temporadas marcaron su especial relaci¨®n con la afici¨®n bilba¨ªna y siempre ha buscado que las tardes en Vista Alegre tengan un car¨¢cter especial.

El diestro, nacido en 1982 en Madrid, pero hecho torero en la localidad madrile?a de Velilla de San Antonio suma nada menos que 30 tardes en Bilbao: 23 en las Corridas Generales, cinco en el festejo del Aniversario en junio y dos en el festival del Club Taurino.

Hoy es un torero muy diferente de aquel ni?o que debut¨® hace una d¨¦cada. En 2004, decidi¨® aparcar las banderillas y dejar el segundo tercio en manos de su cuadrilla. La decisi¨®n, que coincidi¨® con la llegada de Roberto Dom¨ªnguez como nuevo apoderado, es un paso que han dado muchas figuras de la tauromaquia de finales del siglo XX, como Ortega Cano o Joselito.

Su evoluci¨®n ha derivado en un diestro m¨¢s sobrio, dejando la espectacularidad y la alegr¨ªa juvenil de sus inicios. Los tendidos tambi¨¦n le exigen m¨¢s y, poco a poco, ha ido conquistando las plazas m¨¢s relevantes. Su dimensi¨®n actual es la del toreo poderoso, dominador de todos sus enemigos. El Juli tiene las cualidades necesarias.

En su debe, no se entiende muy bien por qu¨¦ un diestro que puede a las reses y que persigue un sello de torero dominador se anuncia en carteles de ganader¨ªas comerciales en las ferias importantes. Sus ¨¦xitos grandes en Bilbao fueron con astados de Victorino Mart¨ªn o de Torrealta y no con encierros como el de esta tarde, unos morlacos del imperio Matilla que no cuentan con ninguna tradici¨®n en la villa bilba¨ªna.