Los talibanes no dan tregua a Kabul
Un ataque suicida contra un convoy militar causa ocho muertos y 59 heridos - En algunas zonas los islamistas amenazan con cortar un dedo a los que voten
La larga campa?a electoral en Afganist¨¢n ha terminado, pero la de los talibanes, no. Pese a las grandes medidas de seguridad exhibidas, un conductor suicida logr¨® estrellar ayer un veh¨ªculo cargado de explosivos contra un convoy militar de la fuerza internacional en la carretera a Jalalabad, en las afueras de Kabul, y cerca de la fortificada sede de la Comisi¨®n Electoral Independiente. Al menos ocho personas perdieron la vida y otras 59 resultaron heridas. Entre los muertos se encuentran dos funcionarios locales de Naciones Unidas y un soldado de la misi¨®n de la Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia (ISAF) de la OTAN.
Se trata del segundo atentado en la capital en pocos d¨ªas y un recordatorio de que la amenaza talib¨¢n contra las urnas es seria. Para reforzar el mensaje, a las siete de la ma?ana cayeron dos proyectiles, uno de ellos dentro de los jardines del palacio presidencial. No hubo heridos.
El Gobierno pide a los medios for¨¢neos que no informen de los atentados
En zonas de fuerte presencia insurgente, como la sure?a provincia de Kandahar, se han distribuido miles de pasquines en los que se recuerda a la poblaci¨®n que los colegios electorales son un objetivo y que deben quedarse en casa. En algunas de las provincias del Este, lim¨ªtrofes con Pakist¨¢n, la recomendaci¨®n es menos sutil: amenazan con cortar el dedo de los que voten. A falta de mejor tecnolog¨ªa, en este pa¨ªs se tinta el ¨ªndice para evitar la doble votaci¨®n.
Decenas de soldados afganos a bordo de veh¨ªculos artillados se lanzaron por la carretera de Charikar, al norte de Kabul, como si los proyectiles procedieran de esa zona. En las entradas de Kabul se redoblaron los controles militares. En alguno de ellos, los registros parecieron m¨¢s intensos y profesionales que de costumbre. Incluso emplearon un perro para detectar explosivos. La capital es un hervidero de rumores y de miedos. La cadena de televisi¨®n Al Yazira en su versi¨®n en ingl¨¦s inform¨® anoche de que el Gobierno teme que los talibanes hayan infiltrado a varios suicidas en la ciudad.
La participaci¨®n es uno de los caballos de batalla de las elecciones de ma?ana porque de ella depender¨¢ gran parte de la legitimidad de los resultados. El enviado especial de Naciones Unidas a Afganist¨¢n, Kai Eide, dijo ayer en una rueda de prensa que "las elecciones ser¨¢n un ¨¦xito pese a las dificultades y las irregularidades". Es el mensaje optimista. La botella medio llena.
"No creo que haya segunda vuelta", afirma un diplom¨¢tico extranjero. "Hace semanas pensaba que se producir¨ªa un gran fraude para evitar algo que no interesa a nadie porque ser¨ªa prolongar durante un mes y medio esta tensi¨®n e inseguridad. Ahora creo que Karzai ha logrado suficientes apoyos como para ganar por m¨¢s del 50%". Alguno de estos apoyos -como el obtenido el domingo a su regreso del exilio el se?or de la guerra uzbeko Abdul Rashid Dostum, a quien muchos consideran un criminal de guerra- ha provocado la protesta discreta del enviado especial de Estados Unidos, Richard Holbrooke.
Todas las encuestas publicadas -cuya fiabilidad es m¨¢s que relativa en un pa¨ªs en guerra y con una alt¨ªsima tasa de analfabetismo- apuntan a que Karzai ganar¨¢ las elecciones con m¨¢s de 20 puntos de ventaja sobre su ex ministro de Exteriores, Abdul¨¢ Abdul¨¢, convertido en la gran estrella de la ¨²ltima fase de una campa?a que ha durado dos meses.
"Las encuestas puede que sean el modo m¨¢s efectivo de empezar a presentar unos resultados que se van a parecer mucho a los oficiales", dice un occidental que pide anonimato. Nueve candidatos menores se han retirado en las ¨²ltimas horas de la contienda electoral. Ocho han pedido a sus supuestos seguidores que voten por el presidente Hamid Karzai y uno por su principal rival, Abdul¨¢ Abdul¨¢.
En un golpe de humor, si se tiene en cuenta la masiva presencia de medios de comunicaci¨®n internacionales, el Ministerio de Exteriores de Afganist¨¢n emiti¨® ayer una nota que pide no informar sobre atentados y actos de violencia durante la jornada electoral para evitar que se propague el miedo y afecte a la abstenci¨®n.
El comunicado contiene un mensaje subliminal preocupante: la escasa confianza del Ejecutivo de Kabul en las fuerzas de seguridad afganas y en los 101.000 soldados extranjeros dedicados a asegurar la celebraci¨®n de las segundas elecciones democr¨¢ticas en la historia de Afganist¨¢n.
Ocho a?os de campa?a
- 7 de octubre de 2001. EE UU y Reino Unido comienzan los bombardeos contra los talibanes, despu¨¦s de que ¨¦stos se negaran a entregar a Osama Bin Laden.
- 5 de diciembre de 2001. Despu¨¦s de la toma de Kabul, Hamid Karzai es designado presidente de un Gobierno interino.
- 9 de octubre de 2004. Karzai es declarado vencedor en las elecciones presidenciales.
- 18 de septiembre de 2005. Primeras elecciones parlamentarias y provinciales en 30 a?os.
- 5 de octubre de 2006. La OTAN toma el control de las operaciones en todo Afganist¨¢n.
- Agosto de 2007. La ONU informa de que la producci¨®n de opio ha alcanzado un r¨¦cord hist¨®rico.
- 12 de junio de 2008. La conferencia de donantes de Par¨ªs es la quinta en cinco a?os. Las promesas ascienden a 18.600 millones de euros.
- 7 de julio de 2008. Un suicida mata a 41 personas en la Embajada india en Kabul.
- Septiembre de 2008. Bush anuncia el env¨ªo de 4.500 soldados m¨¢s.
- Febrero-marzo de 2009. Obama ordena el env¨ªo de 21.000 soldados.
- 2 de julio de 2009. 4.000 marines de EE UU inician una importante operaci¨®n en Helmand, donde se produce el opio que financia la insurgencia.
- 31 de julio de 2009. Concluye con 75 muertos el mes m¨¢s sangriento para las tropas extranjeras en Afganist¨¢n desde 2001.
- 15 de agosto de 2009. Un atentado suicida mata a siete personas en la base de la ISAF en Kabul.
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