El regreso del cantautor misterioso
Su leyenda conten¨ªa belleza, malditismo y una muerte prematura. Conciertos de homenaje y un disco de versiones celebran el 40? aniversario del primer ¨¢lbum de Nick Drake
No han o¨ªdo ustedes a Nick Drake?, escribi¨® Nick Hornby en su novela de suicidas En picado. "Es como si lograra la m¨¢s pura esencia de la melancol¨ªa de este mundo, de todos los infortunios y todos los sue?os rotos a los que has debido renunciar y la vertiera en un diminuto frasco y lo tapara. Y cuando empieza a tocar y a cantar, es como si destapara el frasco y t¨² pudieras percibir su aroma. Te sientes pegado al asiento, como si estuvieras ante un muro de ruido, pero no lo est¨¢s, porque es quietud, y silencio, y no quieres ni respirar para no espantar el prodigio".
Hornby glosaba as¨ª una de las mayores virtudes de la m¨²sica de Nick Drake: la capacidad para transmitir una honda tristeza y, a la vez, de proporcionar una dulce paz. Un talento que, sumado a una biograf¨ªa candidata al oscar a la existencia m¨¢s miserable y coronada por su muerte en 1974, cuando s¨®lo ten¨ªa 26 a?os, ha erigido al brit¨¢nico en el cantautor de culto por excelencia del pop brit¨¢nico.
"Un genio no puede ser olvidado. Puede morir antes de ser reconocido, pero regresa tarde o temprano", dice Leclere
Este verano, el 1 de septiembre, se celebra el 40? aniversario de la publicaci¨®n del primer ¨¢lbum de Nick Drake, Five leaves left. Coincidiendo con esta efem¨¦ride, la discogr¨¢fica del cantautor Jack Johnson, Brushfire Records, anunci¨® que este a?o se publicar¨¢ un disco en el que artistas estadounidenses como Eddie Vedder (Pearl Jam), Dave Grohl (Foo Fighters) o Norah Jones reinterpretar¨¢n temas del brit¨¢nico.
Tambi¨¦n se dijo, y posteriormente se desminti¨®, que el ¨¢lbum incluir¨ªa un DVD con el v¨ªdeo experimental de Black eyed-dog que rod¨® uno de sus admiradores m¨¢s cercanos a la obsesi¨®n, el actor Heath Ledger. El contenido del clip, en una de cuyas escenas Ledger parece ahogarse en una ba?era, y las circunstancias de su muerte, tan cercanas a las de Drake -ambas se produjeron por sobredosis de medicamentos-, debieron de disuadir a sus herederos legales, que han preferido mantenerlo in¨¦dito.
Al otro lado del Atl¨¢ntico, en Birmingham (Reino Unido), una cohorte de m¨²sicos participaron en un concierto de homenaje en mayo. All¨ª estaban Beth Orton, Stuart Murdoch (Belle & Sebastian), Martha Wainwright, Robyn Hitchcock o el ex Blur Graham Coxon, invocando el esp¨ªritu de su ¨ªdolo y reconociendo la inmensa influencia que ha supuesto en sus respectivas carreras. En Espa?a, donde el cantautor cuenta con sus seguidores, pero es un desconocido para la mayor¨ªa, la discogr¨¢fica Acuarela organiz¨® en junio un recital en Madrid, en el que participaron tres artistas extranjeros: Lozninger, Mary Hampton y Mi and L'au. Laurent Leclere, miembro de esta ¨²ltima formaci¨®n, explicaba as¨ª la pervivencia del legado de Drake: "Un genio no puede ser olvidado. Puede morir antes de ser reconocido, pero vuelve a aparecer tarde o temprano. Es lo que pas¨® con Rimbaud o con otros, y es lo que pasa ahora con Nick Drake. Por una parte es tr¨¢gico, pero por otra tiene algo de magia".
La figura de Drake tambi¨¦n ha estado presente en la celebraci¨®n del 50? cumplea?os del sello que public¨® sus discos, Island, que ha incluido canciones y fotos suyas en el recopilatorio, la exposici¨®n y el libro conmemorativos. Lo que no habr¨¢, seg¨²n sus responsables, ser¨¢n reediciones espec¨ªficas del cantautor ni nuevos lanzamientos con rarezas, entre otras cosas porque la pr¨¢ctica totalidad de sus registros sonoros ya han sido explotados en discos y cajas editadas en los ¨²ltimos a?os.
Y es que el revival empez¨® hace ya m¨¢s de una d¨¦cada, cuando Nick Drake se convirti¨® en el m¨²sico oscuro al que citaban artistas como Robert Smith -que puso nombre a los Cure por una canci¨®n suya-, Paul Weller o R.E.M, y tambi¨¦n estrellas del cine como Brad Pitt. Su leyenda lo ten¨ªa todo para resultar atractiva: el misterio -no existe ninguna imagen suya grabada de adulto, y s¨®lo concedi¨® una entrevista en toda su vida-, el malditismo, la belleza distante de sus fotos y la tragedia de su muerte prematura, tan propia de los mitos del rock.
Su obra comenz¨® a aparecer en las listas de los mejores ¨¢lbumes de la historia de las publicaciones anglosajonas m¨¢s prestigiosas, y el diario The Guardian coron¨® su segundo trabajo, Bryter later, como el disco alternativo m¨¢s importante de todos los tiempos. Un anuncio de Volkswagen con la m¨²sica de Pink moon dio el impulso definitivo, y los discos de Drake comenzaron a venderse en cantidades que centuplicaban las paup¨¦rrimas cifras facturadas en el momento de su lanzamiento. El mundo supo entonces qui¨¦n era Nick Drake, si es que se puede decir algo as¨ª de un personaje tan herm¨¦tico como ¨¦l. Nacido en 1946 en la Birmania colonial, Nick se traslad¨® a los seis a?os con su familia al Reino Unido, donde vivi¨® una pl¨¢cida y silenciosa infancia en la campi?a inglesa. Los ambientes buc¨®licos marcar¨ªan para siempre la m¨²sica del cantautor, tanto como las fr¨¢giles canciones de su madre, compositora aficionada.
Tras pasar por la Universidad de Cambridge, donde seg¨²n cuentan sus amigos estuvo m¨¢s tiempo fumando porros y tocando la guitarra que en clase, Drake se mud¨® a Londres con la intenci¨®n de abrirse camino como m¨²sico. El productor Joe Boyd le vio tocar y, fascinado por su intensidad, lo apadrin¨® y le consigui¨® un contrato con Island.
Five leaves left (Cinco hojas restantes), cuyo t¨ªtulo hace referencia al aviso que aparece en los librillos de papel de fumar cuando est¨¢n a punto de acabarse, se public¨® en 1969. Y hoy suena igual de fresco, contempor¨¢neo y relevante que el primer d¨ªa. "Para m¨ª es su mejor disco", asegura el escritor y fan de Drake Rodrigo Fres¨¢n. "Y no s¨®lo por su trabajo, sino por los exquisitos arreglos de cuerda, que son monumentales".
"Era distinto a todos los cantautores de su ¨¦poca", a?ade el m¨²sico Nacho Vegas. "Ninguno era tan tr¨¢gico ni tan perturbador como ¨¦l; no hab¨ªa nada ?o?o en su m¨²sica. Todos sus hallazgos han sido muy imitados por gente como yo, pero ninguno lo hemos alcanzado". Otro m¨²sico influido por Drake, el ex Le Mans Ibon Errazkin, incide en "las composiciones y los arreglos", y en la forma "muy limpia y muy exacta" de tocar la guitarra. Para Laurent Leclere, Drake "cogi¨® el blues de Robert Johnson y les dio la vuelta a los acordes hasta convertirlos en m¨²sica cl¨¢sica".
A pesar de sus innovaciones, Five leaves left fue un rotundo fracaso comercial. En ¨¦l no hab¨ªa alegr¨ªa, ni estribillos tarareables, ni nada que conectara con los hijos de la era de Acuario. "El momento en el que apareci¨® era desconcertante", explica Fres¨¢n. "En plena euforia psicod¨¦lica, ¨¦l era un rom¨¢ntico sensible y oscuro. Entiendo que en su discogr¨¢fica apostaran por Cat Stevens: ¨¦l era la melancol¨ªa, mientras que Drake era la depresi¨®n".
Otras circunstancias tampoco ayudaron. Hombre de pocas palabras, introvertido hasta la exasperaci¨®n, Drake se negaba a hacer ning¨²n tipo de promoci¨®n. Las actuaciones en bares eran un completo desastre: como cada canci¨®n requer¨ªa una afinaci¨®n diferente, ¨¦l pasaba largos ratos ajustando su guitarra, mientras el p¨²blico no paraba de hablar. Drake acab¨® neg¨¢ndose a tocar, y "la discogr¨¢fica lleg¨® a hacer presentaciones con un troquel gigante de su figura y el disco sonando de fondo", recuerda Fres¨¢n.
"La falta de promoci¨®n y de conciertos fue la causa de que no alcanzara el ¨¦xito, y no que su m¨²sica fuera adelantada a su tiempo", asegura el m¨²sico Nacho Vegas. "No hizo nada para tener repercusi¨®n". "Supongo que era muy narcisista", a?ade Ibon Errazkin. Testigos directos, como Jerry Gilbert -el ¨²nico periodista que le entrevist¨®-, avalan esta visi¨®n no tan beat¨ªfica del cantautor: "Siendo malo, se podr¨ªa decir que era un ni?o mimado que iba por ah¨ª compadeci¨¦ndose de s¨ª mismo".
El artista trat¨® de reconducir su carrera con Bryter later (1970), un ¨¢lbum m¨¢s "feliz", jazz¨ªstico y orquestado. Pero las ventas fueron igual de decepcionantes. Lo mismo ocurri¨® con el tercer y ¨²ltimo intento, Pink moon (1972). "Es curioso que la carrera de Drake no estuvo marcada por las ambiciones art¨ªsticas, sino por la desesperaci¨®n econ¨®mica", opina Fres¨¢n. "El segundo disco lo intent¨® hacer m¨¢s comercial, y el tercero es ac¨²stico porque ya no hab¨ªa pasta".
Amargado por la falta de reconocimiento, abandonado hasta en su higiene personal y cada vez m¨¢s hundido en la depresi¨®n, Drake dej¨® Londres y volvi¨® a vivir a casa de sus padres. "Hab¨ªa rechazado el mundo. Nada le hac¨ªa feliz", recuerda su madre en el documental de la BBC Un extra?o entre nosotros. "Me dijo que hab¨ªa fracasado en todo lo que hab¨ªa intentado".
El 25 de noviembre de 1974, Nick Drake apareci¨® muerto en su cama. Hab¨ªa ingerido una dosis letal de los antidepresivos recetados por su psiquiatra. Su familia se resiste a creer que fuera un suicidio, porque Drake se hab¨ªa mostrado animado y dispuesto a retomar su carrera en los d¨ªas anteriores. "Me gusta mucho lo que dijo su hermana sobre el tema", afirma Laurent Leclere. "Probablemente se las tom¨® pensando: 'Si me levanto, es un nuevo comienzo, y si no, bueno, entonces ya est¨¢".
"Hay una figura legal entre el accidente y el suicidio, que se utiliz¨® cuando muri¨® el escritor Malcolm Lowry", concluye Rodrigo Fres¨¢n. "Fue 'dead by misadventure' [muerte por desventura]. Creo que es la m¨¢s apropiada para Nick Drake".
En busca de Nick Drake. Trevor Dann. Metropolitan Ediciones. 266 p¨¢ginas. 20,95 euros. Five leaves left. CD. Island Records.
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