Los liberales acarician su regreso al Gobierno alem¨¢n tras 11 a?os

Para Guido Westerwelle, las elecciones generales del 27 de septiembre suponen un "ahora o nunca". El presidente del Partido Liberal Democr¨¢tico (FDP) est¨¢ decidido a asumir una cartera ministerial en Berl¨ªn, la primera de su carrera. Para eso, su partido y la Uni¨®n Cristiano Dem¨®crata (CDU) de la canciller Angela Merkel tendr¨ªan que alcanzar la mayor¨ªa que les auguran las encuestas. El FDP recuperar¨ªa su papel de partido bisagra y acabar¨ªa con la gran coalici¨®n entre Merkel y el Partido Socialdem¨®crata (SDP). Una encuesta de la emisora p¨²blica ARD da a los liberales el 15% de los votos y el 35% a la CDU. Aunque por muy poco, bastar¨ªa para formar Gobierno. El relevo acarrear¨ªa un cambio sustancial en la pol¨ªtica federal alemana.

Los liberales prev¨¦n empezar a degustar la miel de la victoria en las elecciones de ma?ana del Estado de Sajonia, unas de las tres citas regionales -las otras son Sarre y Turingia- cuyos resultados ser¨¢n clave con vistas a las generales del mes pr¨®ximo. El FDP ha ganado mucho terreno gracias a la crisis econ¨®mica. En marzo, la intenci¨®n de voto del partido lleg¨® a alcanzar el 18%.

Las medidas anticrisis del Gobierno de la coalici¨®n de Merkel espantaron al ala empresarial de la CDU. La intervenci¨®n p¨²blica en bancos, las cantidades astron¨®micas para inversi¨®n p¨²blica y el endeudamiento consiguiente alimentaron las expectativas de los liberales. Bajo la presidencia de Westerwelle, asumida en 2001, el FDP incidi¨® en su programa econ¨®mico liberal y arrumb¨® la defensa de las libertades civiles, que durante d¨¦cadas fue parte sustancial de su programa.

Sin embargo, el FDP ha recuperado en los ¨²ltimos meses un sesgo social que le ha servido para erosionar a los socialdem¨®cratas. Tras su deriva ultraliberal de los ¨²ltimos a?os, el FDP tambi¨¦n busca ahora el voto de centro, que le permita pactar con los Verdes y hasta con los socialdem¨®cratas del SPD si no consigue una mayor¨ªa suficiente junto a la CDU.

Merkel no las tiene todas consigo. Pese a lo mucho que insiste en su decisi¨®n de pactar con el FDP tras las elecciones, hay quienes creen que prefiere mantener la coalici¨®n con los socialdem¨®cratas. La enorme mayor¨ªa parlamentaria de la gran coalici¨®n y la debilidad de la oposici¨®n permiten a Merkel colocarse por encima de las divisiones internas. Adem¨¢s, est¨¢ la alianza entre la CDU de Merkel y los socialcristianos de CSU, que no comulgan con los liberales.

Un golpe para el FDP fue el reciente fichaje por el Gobierno del ministro de Econom¨ªa, el socialcristiano Karl-Theodor zu Guttenberg (CSU). El aspecto juvenil y yuppie de Guttenberg, su ascendencia aristocr¨¢tica y sus convicciones econ¨®micas har¨ªan de ¨¦l el pol¨ªtico perfecto del FDP. Pero se presenta en las listas democristianas para repescar el voto liberal fugado. Muchos carteles electorales de la CDU llevan su rostro.