EE UU despide al gran patriarca de los Kennedy
"Fue el mayor legislador de nuestra era", afirma Obamaen el funeral ante la presencia de tres ex presidentes
Estados Unidos despidi¨® ayer al ¨²ltimo gran patriarca de la realeza pol¨ªtica del pa¨ªs. Al funeral de Edward Kennedy, fallecido el martes pasado a los 77 a?os, acudieron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y tres ex presidentes, mandatarios extranjeros y representantes de la vida cultural y pol¨ªtica del pa¨ªs, para despedir al m¨ªtico le¨®n progresista del Senado, a un hombre que, como sus c¨¦lebres hermanos mayores, consagr¨® su vida al servicio de su pa¨ªs, trabajando 47 incansables a?os en el Congreso.
La despedida final, la ¨²ltima eleg¨ªa, corri¨® a cargo del actual presidente. Obama describi¨® a Kennedy como "el mayor legislador de nuestra era", en su discurso en la iglesia de Nuestra Se?ora del Perpetuo Socorro, en Boston. Obama le retrat¨® como un h¨¦roe. Describi¨® no s¨®lo el sufrimiento de los pol¨ªticos por la muerte del senador, sino el de todo el pa¨ªs. "A trav¨¦s de su propio dolor, Ted Kennedy mantuvo m¨¢s vivo que nunca su inter¨¦s por las dificultades y el sufrimiento de los dem¨¢s, por el ni?o enfermo que no pod¨ªa encontrar m¨¦dico, por el joven soldado que fue enviado al campo de batalla sin blindaje, por el ciudadano al que se le denegaron sus derechos por su apariencia o por a qui¨¦n decidi¨® amar o por el lugar del que proced¨ªa".
"Con ¨¦l aprend¨ª a que me cayeran bien los republicanos", dijo su hijo Patrick
Despu¨¦s de su fallecimiento, el pasado martes, tras meses de lucha contra un c¨¢ncer cerebral, el pa¨ªs entero ha reconocido y expresado su admiraci¨®n por el incansable compromiso del senador a favor del progreso, por su lucha a favor de la sanidad universal, los derechos civiles, el respeto y la paz.
Obama cont¨® una an¨¦cdota que refleja el entregado car¨¢cter del senador. "En los d¨ªas posteriores al 11 de septiembre, Teddy quiso llamar personalmente a todas y cada una de las 177 familias que perdieron a alguien en los atentados. Pero no se detuvo ah¨ª", a?adi¨®. "Sigui¨® llam¨¢ndoles y comprobando c¨®mo estaban. Se enfrent¨® a la burocracia para ofrecerles ayudas y asistencia psicol¨®gica. Los invit¨® a navegar, jug¨® con sus ni?os y escribi¨® a las familias una carta en cada aniversario de aquel terrible d¨ªa".
As¨ª era Kennedy, un patriota antes que un pol¨ªtico. S¨®lo en el entierro de alguien como ¨¦l, pod¨ªan estrechar sus manos el anterior presidente George W. Bush; el derrotado en las pasadas elecciones, John McCain, y los dos contendientes en las primarias dem¨®cratas, Hillary Clinton y Barack Obama. Ted Kennedy fue uno de los grandes apoyos del ahora presidente en la campa?a electoral, sobre todo en las primarias dem¨®cratas, en las que entreg¨® el testigo de su familia a Obama, desairando a los Clinton.
"Mi padre estaba muy orgulloso del punto al que hemos llegado como una naci¨®n", dijo su hijo Patrick en una de las lecturas del servicio funerario, en referencia a las pasadas elecciones. "Pero", a?adi¨®, "cuando el senador McCain dijo de ¨¦l que era el miembro m¨¢s eficiente del Senado, se llen¨® de orgullo".
Ayer, los diarios y las cadenas de televisi¨®n estadounidenses definieron al senador como un constructor de puentes entre partidos, un conciliador pol¨ªtico a pesar de su decidida militancia en el Partido Dem¨®crata. "Mi padre me ense?¨® lecciones muy duras", a?adi¨® su hijo Patrick. "Como la de aprender a que me cayeran bien los republicanos". En ese momento, risas nost¨¢lgicas recorrieron el templo. El ex presidente Bush, que hasta entonces hab¨ªa lucido un semblante extremadamente serio, sonri¨®.
Los dos l¨ªderes republicanos que acudieron ayer a su funeral le deben a Kennedy un apoyo incansable en su frustrado empe?o por reformar el sistema migratorio de EE UU. En 2007, McCain y Kennedy presentaron un proyecto de ley en el Senado que hubiera permitido la legalizaci¨®n de hasta 20 millones de inmigrantes en situaci¨®n irregular, con el benepl¨¢cito del entonces presidente. El proyecto fall¨®, pero la amistad de los tres qued¨® como algo duradero.
Ayer, por primera vez, la familia Kennedy pudo portar el ata¨²d de su patriarca despu¨¦s de que ¨¦ste muriera de muerte natural. Antes, en los a?os sesenta, tanto el ex presidente John como el candidato a la presidencia Robert hab¨ªan muerto a tiros, abatidos por la tragedia de una familia a la que la cultura popular se refiere como el Camelot de EE UU. Su f¨¦retro entr¨® y sali¨® de la iglesia cubierto con una bandera americana. Al final de la misa, el coro enton¨® la canci¨®n Am¨¦rica, la hermosa.
Llov¨ªa en Massachusetts, la tierra que vio nacer y morir al senador, el Estado asociado para siempre con su familia. Pero Ted Kennedy no reposa all¨ª. Al senador le esperaba anoche un viaje a Washington, la capital federal. Su ata¨²d pasar¨ªa frente a las escalinatas del Capitolio, para que sus asistentes del Senado se despidieran definitivamente de ¨¦l, y acabar¨ªa su hist¨®rico viaje en esta naci¨®n en el cementerio de los h¨¦roes de guerra, en Arlington, para descansar, por fin, junto a sus dos hermanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.