?Cambiar¨¢ Jap¨®n?

Megumi Ono tiene 23 a?os y hoy vota por primera vez en unas elecciones generales en su pa¨ªs. "Creo que los j¨®venes votar¨¢n mayoritariamente al Partido Dem¨®crata (PD) porque quieren un cambio; es necesario que gobierne alguien que no sea el Partido Liberal Dem¨®crata (PLD), que lleva m¨¢s de 50 a?os en el poder. Otra cosa es que la situaci¨®n cambie mucho con el PD". Su mirada esc¨¦ptica est¨¢, seg¨²n las encuestas, en consonancia con la de la mayor¨ªa de los japoneses, que previsiblemente dar¨¢n el poder al PD (los ¨²ltimos sondeos otorgan un 40% en intenci¨®n de voto, frente al 25% para el PLD).

Sin embargo, apenas se aprecia entusiasmo en un electorado que desconf¨ªa de la clase pol¨ªtica, que percibe valores similares en los dos grandes partidos y que duda de su capacidad para atajar problemas estructurales como el envejecimiento de la poblaci¨®n o las nefastas perspectivas de empleo: actualmente el paro afecta al 5,7% de la poblaci¨®n (el nivel m¨¢s alto de la posguerra) y la precariedad de los contratos va en aumento. Este escenario afecta especialmente a los que han crecido tras el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria de principios de los a?os noventa, dado que el 22% de la poblaci¨®n tiene m¨¢s de 65 a?os y el crecimiento poblacional es pr¨¢cticamente cero.

No se ve entusiasmo en un electorado que desconf¨ªa de su clase pol¨ªtica

Los efectos de la crisis global y de la peor recesi¨®n que ha sufrido el pa¨ªs tras la Segunda Guerra Mundial han jugado claramente en contra del PLD, pese a las ¨²ltimas se?ales de recuperaci¨®n. Los recientes aumentos en la producci¨®n industrial, las exportaciones o en las previsiones de crecimiento de las empresas a¨²n no sirven para ahuyentar el fantasma de la deflaci¨®n de la vida diaria.

Pero ante todo, lo que m¨¢s parece decepcionar a la que a¨²n es una de las sociedades m¨¢s pr¨®speras del mundo es la incapacidad del Gobierno para afrontar los retos del pa¨ªs. "Las promesas del PD para mejorar la calidad de vida de los japoneses son muy ambiciosas desde un punto de vista presupuestario y a muchos no les parecen realistas. Pero eso es mucho m¨¢s de lo que promete el PLD, mucho m¨¢s conservador y opaco en este aspecto", opina Jun Iio, vicerrector del Instituto Nacional de Estudios Pol¨ªticos de Postgrado de Tokio. Esas medidas pasan por invertir m¨¢s fondos en el sistema sanitario y de pensiones, y en aumentar las ayudas al empleo, la educaci¨®n y la agricultura. Todo sin aumentar la carga fiscal ni subir el IVA (actualmente en el 5%) en los pr¨®ximos cuatro a?os.

Como recoge el PD en su programa, estas pol¨ªticas s¨®lo son posibles si se remodela la estructura del gasto p¨²blico. Sus dirigentes reprochan el despilfarro del PLD, sobre todo por los clientelismos que ha creado. Tambi¨¦n critican que los presupuestos sean dise?ados por el mastod¨®ntico aparato burocr¨¢tico nip¨®n, para muchos, el organismo que gobierna de facto el pa¨ªs. Por eso, el PD pretende aligerar el peso de ese cuerpo creando una oficina estrat¨¦gica que coordine en mayor medida pol¨ªticas y presupuestos. "Las medidas son tan revolucionarias para el panorama japon¨¦s que muchos dudan de que sea posible llevarlas a cabo. Pero aunque los resultados sean impredecibles, creo que es importante como primer paso hacia un cambio en la estructura institucional y econ¨®mica de Jap¨®n", admite Iio.

Las grandes empresas que integran el Keidanren (Federaci¨®n Empresarial de Jap¨®n) demandan una reestructuraci¨®n de la Seguridad Social y la entrada de m¨¢s mano de obra extranjera, algo que ninguno de los dos grandes partidos pretende implementar. Asimismo, han mostrado su desacuerdo con el deseo del PD de no aumentar el IVA y de reducir las emisiones contaminantes un 20% para 2020 con respecto a 1990 (frente al 15% con respecto a 2005 que propugna el PLD).

La mayor¨ªa de los analistas -seg¨²n publica la agencia Kyodo- opina que los inversores tienen asumida la victoria del PD y que por ello la Bolsa podr¨ªa seguir una tendencia al alza a corto plazo. Los efectos a largo plazo depender¨ªan de la dimensi¨®n que tenga la victoria del PD. "Por eso, los comicios de la C¨¢mara Alta en julio de 2010 [donde se renovar¨¢n la mitad de los esca?os] tambi¨¦n ser¨¢n fundamentales. Si el PD gana las legislativas ahora y consigue acrecentar el a?o que viene la mayor¨ªa que ya ostenta desde hace tres a?os en esta c¨¢mara, sus pol¨ªticas encontrar¨¢n menos trabas", asegura Iio.