La tarea infinita de abandonar Kosovo
El coronel encargado del repliegue y un general llegado en 1999 hacen balance de 10 a?os en el polvor¨ªn de los Balcanes - "Sienten que nos vayamos, pero lo sab¨ªan"
![Natalia Junquera](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F0499e24b-c251-4104-bc13-0b5a971af817.png?auth=2798b3e3083534c62f9c6320408a1f88dc35066920f37c468db7bb731e06de9e&width=100&height=100&smart=true)
Hace un mes que los militares desplegados en Kosovo ya no hacen lo que hac¨ªan: patrullar los barrios multi¨¦tnicos, custodiar monasterios ortodoxos... estar all¨ª para disuadir o aplacar cualquier chispa de enfrentamiento entre albanos y serbios. Ahora, los espa?oles recogen. El coronel Bl¨¢zquez, encargado del repliegue, dirige la aparatosa mudanza de una larga presencia: 22.601 militares han participado en la KFOR (siglas en ingl¨¦s de la fuerza de la OTAN en Kosovo) en estos diez a?os de misi¨®n. "Es una tarea infinita, desde reparar veh¨ªculos hasta contar tornillos", cuenta desde Istok, localidad de 60.000 habitantes, 700 de ellos serbios, donde se ha concentrado el grueso del contingente. "En el ¨²ltimo barco enviamos a Espa?a 170 contenedores, ?la carga ocupaba cuatro kil¨®metros de largo! Pero el 16 de septiembre no quedar¨¢ un militar espa?ol en Kosovo", afirma.
En una d¨¦cada ha habido bodas y separaciones entre espa?oles y serbias
Bl¨¢zquez lleg¨® el pasado mayo, m¨¢s de un a?o despu¨¦s de la declaraci¨®n unilateral de independencia de Kosovo y tras casi dos meses de que la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, anunciara ante las tropas aqu¨¦l "Misi¨®n cumplida. Nos volvemos a casa", que dej¨® perplejos a los aliados de la OTAN y provoc¨® el primer roce con el reci¨¦n llegado presidente Obama. "Las autoridades locales y la poblaci¨®n sienten que nos vayamos, pero lo entienden. Es una postura coherente. Serbios y kosovares eran conscientes de que nos acabar¨ªamos yendo", se?ala Bl¨¢zquez, que no teme un repunte de la violencia una vez que se hayan ido. "El ambiente ahora es seguro y estable. Adem¨¢s, no dejamos esto vac¨ªo. Sigue siendo zona de responsabilidad italiana".
El alcalde ya tiene planes para la base de Istok. "Me ha dicho que usar¨¢ la enfermer¨ªa como nuevo hospital de la ciudad. Tambi¨¦n quiere convertir la base en un centro administrativo multi¨¦tnico y hacer un gran pol¨ªgono industrial. Incluso ha contactado con ¨¦l una universidad europea que quiere abrir un campus aqu¨ª".
Mientras el coronel Bl¨¢zquez recoge, el general Cardona recuerda. "Lo que m¨¢s me impresion¨® fue el fr¨ªo. Est¨¢bamos a 26 grados bajo cero y ten¨ªamos que hacer guardias de noche s¨®lo para encender los coches cada 20 minutos, porque si no se congelaban". Cardona fue jefe del contingente llegado a Kosovo en diciembre de 1999. Ten¨ªa 1.300 efectivos a su mando. "A los guerrilleros kosovares que atacaban a los serbios no les hizo ninguna gracia nuestra presencia, a pesar de que nosotros ¨ªbamos a garantizar que cumplieran lo que hab¨ªan firmado: su desarme. Los serbios y los gitanos s¨ª que nos recibieron muy bien. ?ramos su salvavidas".
El contingente se entregaba entonces a la ingente tarea de devolverlo todo a su sitio. Escoltados por los militares, los serbios que hab¨ªan huido de la matanza fueron poco a poco regresando a sus hogares; los ni?os volvieron al colegio, los sacerdotes ortodoxos, a sus monasterios. "S¨ª, fue peligroso. Los guerrilleros kosovares quer¨ªan destruir los monasterios a toda costa y a veces envi¨¢bamos destacamentos de 10 hombres a proteger una sola iglesia totalmente aislada con riesgo de ser atacados. Afortunadamente no hubo incidentes graves".
El general volvi¨® a casa convencido de haber "ahorrado muchas vidas" pero tambi¨¦n con el dolor de una baja entre sus hombres. "Fue un golpe muy duro", recuerda. El 28 de abril de 2000, el brigada Antonio Rodr¨ªguez Ramos, de 39 a?os, era hallado muerto de un disparo en la cabeza en la base. A los pies del cad¨¢ver, una pistola. Su viuda present¨® una querella criminal por homicidio. Un juzgado militar archiv¨® el caso por entender que la muerte del brigada se debi¨® "exclusivamente a causa del disparo por ¨¦l efectuado". En Kosovo morir¨ªan otros nueve militares espa?oles, seis en accidente de tr¨¢fico y tres por causas naturales.
Justificar una baja en un pa¨ªs que Espa?a no reconoce habr¨ªa sido muy dif¨ªcil. Quiz¨¢ por eso, siete de cada 10 espa?oles apoyaron la decisi¨®n de irse en el bar¨®metro del Real Instituto Elcano del pasado 24 de abril.
Kosovo fue la primera misi¨®n de paz a gran escala del Ej¨¦rcito espa?ol. "Cambi¨® la visi¨®n que la opini¨®n p¨²blica ten¨ªa de las Fuerzas Armadas. Antes hab¨ªa un gran desconocimiento. Y para nosotros fue una excelente escuela", explica el general Cardona, que luego dirigir¨ªa la brigada multinacional Plus Ultra en Irak.
Los espa?oles han recorrido 4,6 millones de kil¨®metros en un territorio tan peque?o como Asturias. Han realizado 245 misiones de desminado y repartido 1.010 toneladas de ayuda humanitaria. Dejar¨¢n huella en Kosovo. Porque, adem¨¢s de todo eso, el balance de esos 10 a?os incluye, seg¨²n revela Bl¨¢zquez, "bodas, bautizos, noviazgos y separaciones" entre espa?oles y serbias.
![Un tanque espa?ol custodia un monasterio ortodoxo, objetivo de ataques de la guerrilla kosovar.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BX5OAVEDUTBGT3VMV5TXWLPULA.jpg?auth=25eeb0fd199b92524c063f907e31751992814df334bcab3a9908fc31cebcf6c8&width=414)
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