El PP mantiene viva la teor¨ªa de la conspiraci¨®n con nuevas denuncias
Cospedal insiste, Costa se ve perseguido y Pons pide "que la oposici¨®n sea libre"
La enrevesada madeja en la que se ha convertido la estrategia defensiva del PP sobre el caso G¨¹rtel sigue marcando la agenda de este partido. Desde m¨²ltiples frentes, varios dirigentes introdujeron elementos confusos para reforzar la tesis de las escuchas ilegales con una l¨ªnea com¨²n: la de consolidar la nueva teor¨ªa de la conspiraci¨®n, seg¨²n la cual no hay un grave caso de corrupci¨®n ligado a Administraciones del PP sino un intento del Gobierno, la Fiscal¨ªa, la polic¨ªa y algunos jueces de acabar con el PP.
Los populares no sacan el asunto directamente, pero en cuanto son preguntados confirman y ampl¨ªan sus tesis m¨¢s extremas. Dolores de Cospedal, que abri¨® en agosto la espita que nadie consigue cerrar, se reafirm¨® ayer en Telemadrid en su acusaci¨®n sobre las escuchas ilegales a dirigentes del PP: "Yo no voy a dar nombres y apellidos porque creo que no lo debo hacer, pero vuelvo a reiterar: altos dirigentes".
Esteban Gonz¨¢lez Pons, portavoz del PP, que ayer compareci¨® tras la reuni¨®n de la c¨²pula del partido -Mariano Rajoy ha convocado para hoy al Comit¨¦ Ejecutivo, la direcci¨®n ampliada-, protegi¨® hasta el final a su secretaria general, y asegur¨® que no es el PP quien debe ofrecer pruebas, sino el Gobierno quien debe investigar el asunto: "En un pa¨ªs democr¨¢tico, cuando alguien sufre un delito no se le dan mamporros. Hemos denunciado que nos sentimos espiados. Es la Fiscal¨ªa y la polic¨ªa quien debe aportar pruebas. El Gobierno deber¨ªa preguntarnos por qu¨¦ nos sentimos perseguidos, en vez de insultarnos".
Gonz¨¢lez Pons traz¨® un panorama dram¨¢tico de la supuesta persecuci¨®n al PP, asoci¨¢ndolo a un r¨¦gimen dictatorial. "En una democracia, tan terrible es que la oposici¨®n no sea libre como que no se sienta libre", sentenci¨®.
Pons ahond¨® a¨²n m¨¢s en el embrollo al detallar, como prueba de esas supuestas escuchas ilegales, que una de las dos conversaciones de Francisco Camps con ?lvaro P¨¦rez, El Bigotes, que public¨® EL PA?S, no est¨¢ en el sumario. "Pudo ser grabada legalmente pero debi¨® ser tambi¨¦n legalmente destruida, y en vez de eso apareci¨® en un medio de comunicaci¨®n", apunt¨® Pons.
En medio de la confusi¨®n, Esperanza Aguirre retir¨® su acusaci¨®n de que el ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, era autor de las escuchas ilegales: "Rectifico", dijo. Ambos hablaron antes por tel¨¦fono. Rubalcaba agradeci¨® el gesto e insisti¨®: "En Espa?a no hay escuchas ilegales; lo saben Rajoy y Cospedal, s¨®lo se escucha a delincuentes con autorizaci¨®n judicial".
Mientras, Ricardo Costa, secretario general del PP de la Comunidad Valenciana, denunci¨® haber sido objeto de persecuci¨®n desde "las m¨¢s altas instancias del Estado" y a trav¨¦s de "filtraciones de pruebas que deb¨ªan estar custodiadas por funcionarios a un determinado medio de comunicaci¨®n", informa Miguel Olivares.
A pesar de todo, la Justicia sigue trabajando y el caso G¨¹rtel sigue su lenta marcha, con m¨¢s de 100 imputados. Ayer, la Mesa del Congreso acept¨® tramitar el suplicatorio del diputado Jes¨²s Merino, que ya dimiti¨® como portavoz adjunto del PP.
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