El Kremlin revisa la historia

Rusia suele llevar muy mal las cr¨ªticas, y ahora que ha recuperado su papel de potencia y su orgullo de gran Estado ?y que por eso mismo el patriotismo, o nacionalismo a secas, est¨¢ en auge?, peor todav¨ªa. Eso hace que los gobernantes rusos traten de justificar todos los momentos de su historia, tengan raz¨®n o no. De ah¨ª la instituci¨®n, por orden del presidente Dmitri Medv¨¦dev, de una comisi¨®n para impedir lo que el Kremlin considera tergiversaciones de la historia. De ah¨ª tambi¨¦n que los dirigentes rusos se irriten cuando alguien compara el comunismo de la ¨¦poca estalinista con el nazismo alem¨¢n, aunque Joseph Stalin matara a m¨¢s personas que Adolf Hitler.

Esta actitud, seg¨²n algunos expertos, simboliza los planes del Kremlin para restaurar los valores sovi¨¦ticos. Esta defensa a ultranza de lo suyo provoca que, a veces, Mosc¨² trate de justificar lo injustificable.

Se llega al extremo de que el Servicio Federal de Espionaje Exterior publique documentos secretos que en teor¨ªa demuestran que hab¨ªa motivos para alabar a Stalin por firmar en 1939 el pacto M¨®lotov-Ribbentrop ?por el que Alemania y Rusia se dividieron Polonia, y Mosc¨² obtuvo luz verde para apoderarse de los pa¨ªses b¨¢lticos?, porque era ?la ¨²nica medida accesible de autodefensa?. Es

pecialistas como Alexandr Shubin argumentan que se trata de una mentira, puesto que en 1939 Alemania no pensaba atacar a la URSS.

Otro ejemplo es el documental emitido en la televisi¨®n estatal hace unos d¨ªas, en el marco del 70? aniversario de la invasi¨®n de Polonia por Alemania, en el que se afirmaba que Varsovia se hab¨ªa aliado con Hitler para atacar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Este programa de televisi¨®n fue objeto de una queja formal por parte del Gobierno polaco. Un libro de texto oficial que se estudiar¨¢ en los colegios este curso tambi¨¦n se enmarca en la tendencia de encubrir los cr¨ªmenes de Stalin y describe la Uni¨®n Sovi¨¦tica como ?el mejor ejemplo de una sociedad justa para millones de personas?.

Esta misma semana, Medv¨¦dev ha vuelto a protestar nuevamente durante una entrevista en televisi¨®n por el hecho de que ?los pa¨ªses de Europa literalmente pusieron a un mismo nivel e hicieron responsable en igual medida de la Segunda Guerra Mundial a la Alemania nazista y a la Uni¨®n Sovi¨¦tica?. ?Pero eso es simplemente una c¨ªnica mentira?, se?al¨®. Para Medv¨¦dev, se trata de determinar ?qui¨¦n comenz¨® la guerra, qui¨¦n mataba y qui¨¦n salvaba a la gente, millones de vidas, qui¨¦n, en ¨²ltima instancia, salv¨® a Europa?.

Rusia no entiende que no se trata de justificar a Hitler. En Alemania, la ideolog¨ªa nazi ha sido condenada y prohibida y se ha pedido perd¨®n por los cr¨ªmenes cometidos. En Rusia, la ideolog¨ªa estalinista no ha sido condenada ni prohibida ?m¨¢s a¨²n, algunos ven hoy un resurgimiento de Stalin? y a los gobernantes rusos no les gusta admitir los numerosos cr¨ªmenes que se cometieron en esa ¨¦poca, incluidos los miles de sovi¨¦ticos que murieron.

Si resulta dif¨ªcil pedir perd¨®n por lo que Stalin hizo a su pueblo, m¨¢s cuesta hablar de lo que hizo a otros: la invasi¨®n de Polonia ?incluido el negro episodio de la masacre de Katyn (la ejecuci¨®n de 20.000 soldados polacos que hab¨ªan ca¨ªdo prisioneros del Ej¨¦rcito sovi¨¦tico)? y por la deportaci¨®n a Siberia de miles de habitantes de los pa¨ªses b¨¢lticos.

El problema, seg¨²n Shubin,

reside ?en el cambio producido en la opini¨®n p¨²blica como respuesta al anticomunismo primitivo? de la ¨¦poca de Bor¨ªs Yeltsin. Esta reacci¨®n se ha visto multiplicada gracias a la nueva exaltaci¨®n del Estado y se han popularizado las ideas oscurantistas del r¨¦gimen de Stalin.