Penan las figuras, triunfa el estilo

No son buenos tiempos para las figuras, entendidas como solistas. En cambio, resplandece el f¨²tbol como juego de equipo. Messi acaba de ser elegido el mejor jugador de la Liga de Campeones y se anuncia como favorito para el Bal¨®n de Oro y el FIFA World Player. La Pulga est¨¢ llamado a ser el sucesor de Cristiano Ronaldo, un delantero que al Madrid le ha costado 94 millones de euros, el precio de mercado que alcanz¨® en el Manchester United por sus goles. Nadie discute sobre su reinado y, sin embargo, puede que ambos se queden fuera de la Copa del Mundo de Sur¨¢frica 2010 o, por el contrario, accedan por la puerta de atr¨¢s como mal menor.

De nada le sirvi¨® a Messi jugar en su ciudad natal, Rosario. Al Brasil del estratega Dunga le alcanz¨® con dos jugadas a bal¨®n parado para desmontar en media hora la trama montada por Argentina durante una semana. Aunque Maradona asegura buenos dividendos medi¨¢ticos, de momento no ofrece garant¨ªas para armar un equipo como Dios manda. Humillada (1-3) y despojada de cualquier grandeza, a la albiceleste no le queda m¨¢s remedio que tratar de asegurarse la clasificaci¨®n en los tres pr¨®ximos partidos -visita Paraguay y Uruguay y recibe a Per¨²- o, en caso de necesidad, encomendarse a la repesca.

Mucho peor es la situaci¨®n de Cristiano porque Portugal se ha rezagado tanto en la clasificaci¨®n que puede tener problemas para ser segunda. El equipo de Queiroz ha mejorado el juego, pero ahora le faltan los goles del delantero madridista para deshacer empates como el de Dinamarca.

Una cosa es la marca y otra el estilo, viejo debate que remite a tiempos como el de Ronaldinho y el Bar?a. ?Qui¨¦n debe m¨¢s a qui¨¦n? Messi triunfa en el Bar?a y, a la espera de medir su impacto en el Madrid, no se discute sobre la importancia que tuvo Cristiano en Old Trafford. Los mejores futbolistas pueden decidir partidos, como Ibrahimovic con Suecia, y los entrenadores m¨¢s cotizados triunfan a veces en situaciones complejas, como Capello con Inglaterra y Antic con Serbia. Tambi¨¦n hay selecciones que toda la vida ser¨¢n fieles a un plan, como Italia con el resultadismo -gan¨® en Georgia con dos goles en propia puerta del milanista Kaladze- y Holanda con los extremos. Y, finalmente, se cuentan los equipos que se convierten en referencia por su manera de entender el f¨²tbol.

Hoy da gusto ver jugar a Espa?a. La campeona de Europa se supera en cada partido. El s¨¢bado ofreci¨® un recital ante B¨¦lgica: 5-0. No importa el club de procedencia de la gente ni las situaciones adversas propias del mercadeo estival, sino que todos juegan en una misma sinton¨ªa. Silva y Villa se asomaron como dos jilgueros mientras Senna aguardaba en el banquillo e Iniesta se recuperaba en el Camp Nou. El equipo le puede dar una y mil vueltas a una misma idea, los registros son varios y diferentes y, sin embargo, siempre es reconocible porque se organiza alrededor de la pelota y domina los distintos tempos del juego: la velocidad y la pausa, el pase corto y largo, el repliegue y el despliegue, siempre preciso. El discurso ret¨®rico se ha convertido en concreto. Aunque no est¨¢ clasificada como Holanda, Brasil, las dos Coreas, Australia, Jap¨®n, Costa de Marfil y Ghana, la selecci¨®n espa?ola est¨¢ en boca de todo el mundo por su buen gusto y respeto al sentido de equipo por encima de las individualidades.

La Selecci¨®n vuelve al trabajo

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